Las adicciones a las drogas y los juegos crecen durante la pandemia en Huesca

El Centro de Solidaridad Interdiocesano-Proyecto Hombre realizó 303 atenciones en 2020 frente a las 251 del año anterior.

El Centro de Solidaridad Interdiocesano-Proyecto Hombre de Huesca atiende a personas afectadas por adicciones.
El Centro de Solidaridad Interdiocesano-Proyecto Hombre de Huesca atiende a personas afectadas por adicciones.
CSI

Las adicciones a las drogas y a los juegos han crecido durante la pandemia en la provincia de Huesca. Así lo refleja la memoria de actividades del Centro de Solidaridad Interdiocesano-Proyecto Hombre que acompaña a las personas afectadas en el tratamiento, rehabilitación y reinserción sociolaboral y también trabaja en la prevención y sensibilización. En 2020 realizó 303 atenciones psicológicas y terapéuticas frente a las 251 del año anterior, y 53 personas recibieron el alta.

Las adicciones aumentaron en casi todos los tipos de sustancias: cocaína (de 37 a 58 casos), alcohol (de 21 a 48), cannabis (de 10 a 15), heroína (de 0 a 3). Solo bajaron en policonsumos (de 30 a 8) mientras que las de anfetaminas se mantuvieron (de 11 a 10). También aumentaron los casos de ludopatía (de 12 a 18) y tuvieron otro de adicción al ordenador.  

Además, atendieron a 90 familiares (madre, padre, pareja, hermanos...) de personas con problemáticas de adicción que estén haciendo el programa o en cumplimiento de condenas penales en prisión. Son 37 más que en 2019. En este programa abordan la intervención desde un enfoque sistémico y la familia se implica en el proceso comprometiéndose a realizar el tratamiento de forma conjunta con el paciente.

Mientras, el Centro de Solidaridad Interdiocesano-Proyecto Hombre también cuenta con un programa de atención dentro de la cárcel de Zuera dirigido a reclusos con diferentes problemáticas de adicción. El año pasado atendieron a 22 mujeres y 5 hombres y a sus familiares con un tratamiento individualizado en colaboración con la Obra Social de CaixaBank. Además, llevaron a cabo un curso semanal con 22 mujeres reclusas para dotarlas de herramientas en inteligencia emocional de cara a su inclusión social.

Asimismo, en colaboración con el Centro de Inserción Social 'Rafael Salillas' de Huesca, facilitaron programas de medidas alternativas a la prisión a 34 participantes mediante la ejecución de tratamientos de intervención psicoeducativa y social que están orientados para la reeducación y la psicoterapia. Para ello, se abordan temas de competencias sociales, prevención de consumo de sustancias, educación vial, violencia de género, habilidades sociales e intervención socio familiar.

Ya en el ámbito escolar, llevaron a cabo un programa de prevención con alumnado en general, de riesgo y que tiene consumos iniciales con talleres en Primaria, Secundaria, Formación Profesional Básica y Programas de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento. A su vez, se ofrece atención a través de sesiones o charlas para el profesorado y para las familias. En 2020 llegaron a 14 centros, 2.802 alumnos y 99 tutores e hicieron 101 talleres.

Por último, continuaron con campañas de sensibilización y prevención comunitaria a través de charlas o talleres e intervenciones en los medios de comunicación con las que llegaron a 3.100 personas. Además, nueve alumnos realizaron prácticas en la entidad (cinco de psicología, dos de trabajo social y dos de máster en adicciones). 

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