El lago de Eriste pierde a Lola, el último cisne

La hembra era el animal más fotografiado del valle y muy querido por vecinos y visitantes. Se compró gracias a una colecta popular tras numerosos incidentes con otros ejemplares.

El cisne era uno de los atractivo del lago de Eriste.
El cisne era uno de los atractivo del lago de Eriste.
Heraldo

El lago de Eriste ha perdido a su habitante más querido. Lola, un cisne hembra cuyo cadáver se ha encontrado este sábado, era el único ejemplar que quedaba, tras numerosos incidentes ocurridos con esta especie en sus tres décadas de presencia en el embalse del valle de Benasque. Los vecinos apreciaban al animal, que también constituía un atractivo para los turistas en su paseo por la ruta circular del lago. 

Las circunstancias de la muerte todavía están por aclarar, pero parece que no ha fallecido por causas naturales (tenía 9 años), según ha informado José Luis Rufat, alcalde de Sahún, municipio al que pertenece Eriste. Un vecino encontró el cuerpo en la orilla y a primera hora de la tarde de este sábado se iba a ir a recoger "para darle un entierro digno". "Al llegar hemos visto que alguno de sus muchos admiradores ya lo había enterrado en la orilla".

El alcalde cree que ha podido morir en algún lance con otro animal. "Es muy territorial, atacaba si te acercabas. La solución era mantener la distancia. Todos opinamos que ha podido ser un perro. A algunos hasta les plantaba cara y huían". 

El cisne de Eriste era, señala el alcalde, "el animal más fotografiado del valle". Lola se compró en 2012 gracias a una colecta para hacer compañía al único macho que había entonces. "Pusimos una hucha y nos llegó justo el dinero. Por eso se consideraba que era un poco de todos. También se hizo una consulta popular para darle nombre, lo mismo que a su pareja, Paco", cuenta Reyes Cervantes, propietaria del embarcadero. 

Hacía varios días que no se la veía. Juanjo Buendía cada día le da de comer y al no encontrarla preguntó a la empresa del embarcadero. "Estuve dando vueltas, pero no la vi. Llevo cinco años yendo todos los días a darle comida", cuenta. "Es una pena. Le tenía mucho cariño". También para Reyes Cervantes ha sido una noticia triste. "Los turistas preguntaban por ella cuando venían". Y más teniendo en cuenta la sucesión de incidentes con estas aves acuáticas que ya formaban parte del paisaje de Eriste. "Tres veces los han robado y otra mataron a un macho", explica.

El cisne esperando la comida en el embarcadero de Eriste.
Lola, esperando la comida en el embarcadero de Eriste.
Heraldo

Desde hace tres décadas, los cisnes son un atractivo en este paraje del valle de Benasque, donde hay un circuito senderista y de bicicletas y un bosque. "Cuando compramos el negocio de las piraguas en 1994 ya había una pareja que llevaron los anteriores dueños", explica Reyes Cervantes. Alguien mató al macho y se quedó sola la hembra porque la cría que tenían echó a volar y desapareció. "Convencimos al pueblo para comprar otro macho para que le hiciera compañía". Entonces la que se perdió fue la hembra. Nunca se encontró el cuerpo.  

Para sustituirla llegó Lola en 2012. Un año después puso huevos y los incubaron. "Los cisnes hacen turnos para incubarlos, pero los robaron y se llevaron al macho", menciona la responsable del embarcadero. Intentaron comprar otro, pero la gripe aviar y el precio eran una dificultad. "Los hemos comprado todos en una granja de Toledo, son caros, cuestan entre 400 y 600 euros, por eso hicimos la colecta para tener a Lola".  

El Ayuntamiento de Sahún está pensando en reponer la pérdida. "No sé como lo haremos, porque tendríamos que traer una pareja y es caro para nuestra modesta economía, pero lo pensaremos. Igual podemos recurrir al 'crowdfunding'", ha señalado José Luis Rufat. "Es como si hubiera muerto uno de nosotros. Los cisnes llevan 30 años en el lago. Va mucha gente a hacer el paseo por el lago, que es un camino accesible hasta para sillas de rueda y carritos de bebé por el bosque de Conques. Hemos ido a recoger el cuerpo y le daremos un entierro digno porque es uno de nuestros animales estrella". 

Incluso los empresarios del valle de Benasque consideran que el lago debe repoblarse con cisnes. "Cuando se acabe de construir la depuradora de Benasque estas serán unas aguas muy limpias y la presencia del cisne es un atractivo, un símbolo de la vida natural", señala su presidente, José María Ciria.

Lola, el último cisne que nadaba en las aguas de Eriste.
Lola, el último cisne que nadaba en las aguas de Eriste.
Marcos Rufat

 

  

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