La sombra de la carrasca de Lecina también es muy alargada

El tirón turístico de su reciente declaración como Árbol Europeo de 2021 está beneficiando a muchos establecimientos hosteleros de las comarcas de Sobrarbe y Somontano. 

A la derecha, Carmen Lalueza, alcaldesa de Bárcabo, enseñando la carrasca a dos visitantes.
A la derecha, Carmen Lalueza, alcaldesa de Bárcabo, enseñando la carrasca a dos visitantes.
José Luis Pano

Parafraseando la obra de Miguel Delibes, una de las mejores novelas de la literatura española, la imponente sombra que da los 615 metros cuadrados de la carrasca milenaria de Lecina también es muy alargada. Y es que el éxito de público que ha traído su reciente proclamación como Árbol Europeo de 2021 hasta este pequeño pueblo de solo 15 habitantes limítrofe entre el Sobrarbe y el Somontano se ha extendido ya que los establecimientos hosteleros de las dos comarcas también notan los beneficios turísticos de la simbólica declaración.

Lecina, perteneciente al municipio de Bárcabo, solo tiene una casa de turismo rural y un campin que reabrirá sus puertas en junio. El único restaurante que había, lleva años cerrado. Esta falta de oferta ha motivado que los visitantes acudan a otros establecimientos del entorno para comer y, los menos, para alojarse.

La afluencia de visitantes es constante, especialmente los fines de semana, según cuenta la alcaldesa, Carmen Lalueza, propietaria del campin de Lecina y de apartamentos rurales en Bárcabo. Semana Santa marcó un punto de inflexión. El Jueves Santo llegaron más de un millar y el resto del puente rondaron los 700 cada día. "Todos se quedan maravillados de su porte, grandiosidad y de la belleza del entorno y el pueblo", asegura la alcaldesa.

El Ayuntamiento confía en que esta distinción europea contribuya a dinamizar el turismo en todo el municipio -también hay casas de turismo rural en Almazorre- y quizás a la apertura de nuevos negocios aunque, como matiza la alcaldesa, "una empresa no sale de la noche a la mañana".

Pedro Palacio, propietario del Mesón de Colungo.
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Pedro Palacio: "Hay que evitar el impacto de una masificación como la del Salto de Bierge"

Colungo, población vecina de Lecina, también está notando los efectos turísticos de la carrasca. Sus dos restaurantes han colgado varios días el cartel de completo. Así lo atestigua Pedro Palacio, propietario del Mesón de Colungo, concejal y miembro de la Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara: "En Semana Santa fue explosivo y aunque de lunes a viernes baja, los fines de semana se recupera y estamos desbordados de comidas". De hecho, asegura que lo ideal sería que en Lecina hubiera algún otro establecimiento más para atender esta demanda.
Desde la asociación han aprovechado este impacto mediático para convertir a sus establecimientos "guías turísticos" donde informar sobre otras propuestas de ocio en el Parque Natural. Tienen en sus fachadas un distintivo con el logo de la entidad y un código QR para indicar al cliente que pueden pedir asesoramiento. "Buscamos que el impacto no sea similar al del Salto de Bierge, en el que se tuvo que establecer medidas para que la masificación turística no afectara al medio ambiente. Hace falta un parquin, baños e información sobre otros atractivos para visitar y diversificar el turismo", opina Palacio.

La gerente de la Ruta del Vino del Somontano, Clara Bosch, una de las artífices de la promoción digital del concurso, considera que la carrasca de Lecina "se ha consolidado como una atracción turística que, por supuesto, beneficia al Sobrarbe y a Somontano, un recurso que enriquece al tejido turístico de alrededor ya que tanto restaurantes como alojamientos o bodegas han comprobado como sus visitantes se acercaron en Semana Santa a conocer al árbol de Europa».

Y cita dos ejemplos rotundos: el restaurante Casa Pardina de Alquézar ya que, según su propietaria Ana Blasco, más del 60% de los comensales se habían acercado a conocer la carrasca, algo nada habitual hasta la fecha; y el tránsito de vehículos por delante de Bodegas Alodia, en Adahuesca, cuya responsable, Beatriz Martínez, admite sorprendida que "pasan muchísimos coches, algo fuera de lo común·.

El Biello Sobrarbe, en el mapa

En Aínsa y el Biello Sobrarbe también se está notando el impacto turístico. El alcalde Enrique Pueyo se felicita de que la carrasca se ha convertido en "un revulsivo para todo el territorio, a zonas donde la despoblación ha hecho mella, y e incluso para todo Aragón porque en Zaragoza incluso hay hoteles que promocionan la visita a la carrasca ya que está a menos de dos horas". Valora la promoción lograda en los medios de comunicación autonómicos y nacionales y agradece especialmente a Tu Huesca y a la Ruta del Vino del Somontano por haber encabezado esta campaña.

La presidenta de los empresarios del Sobrarbe, Paz Agraz, también reconoce que la carrasca de Lecina ha supuesto "un ‘boom’ absoluto y ha puesto una pica de la comarca por todos los lados. Los efectos van más allá de Aínsa ya que año también llegan al territorio conocido como Biello Sobrarbe, el norte del Parque Cultural del Río Vero y el Parque Natural de la Sierra de Guara. Es el que más se ha beneficiado porque es una zona de paso y que hasta el momento solo se conocía por los cañones de Guara. Pero se ha convertido en un puente entre el Sobrarbe y el Somontano y con este reconocimiento puede potenciarse más como producto turístico y puedan llegar empresas y habitantes", asegura.

Regular el turismo

El Parque Cultural del Río Vero tiene ahora el reto de aprovechar esta oportunidad y ya ha acordado trabajar conjuntamente entre las instituciones en la gestión de la afluencia con criterios de sostenibilidad. Bárcabo está estudiando ya fórmulas para establecer una tasa en el parquin -con capacidad de 70 plazas- a través de una empresa que haga también visitas a la carrasca y vele por su protección medioambiental

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