Federico Fillat: "Repensemos qué hacer con nuestros bosques"

Ingeniero agrónomo e investigador jubilado del IPE, dirigió el área de Ecología de los Sistemas Pastorales y se dedica a transferir sus conocimientos.

Federico Fillat llegó en 1972 a Jaca, al entonces Centro Pirenaico de Biología.
Federico Fillat, nacido en Pont de Suert, llegó en 1972 a Jaca, al entonces Centro Pirenaico de Biología.
Rafael Gobantes

Federico Fillat es un jubilado activo. Este investigador, nacido en la localidad leridana de Pont de Suert en 1943 pero que lleva décadas residiendo en Aragón, trabajó en el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y recientemente ha colaborado en un informe realizado por la Mesa Pirenaica de Gestión del Territorio, junto a ayuntamientos, comarcas, sindicatos agrarios y ecologistas, para analizar la situación que vive este territorio y buscar soluciones a sus problemas. Fue director del departamento de Ecología de los Sistemas Pastorales y ha trabajado sobre todo en el estudio de los pastos y la ganadería. "Más que investigar ahora lo que hago es transferir mis conocimientos", dice.

Usted llegó a Jaca en 1972, al centro precursor del Instituto Pirenaico de Ecología. ¿Cómo ha cambiado en 50 años el paisaje del Pirineo?

El bosque va creciendo y si no hay una política forestal clara, existe un peligro general de incendios. Yo hice mi tesis sobre el cambio de la transhumancia a las nuevas formas de ganadería extensiva, comparando Ansó, Hecho y Benasque, y trabajé en los montes del Cantábrico, en Francia y en los Alpes. La historia ha sido la misma en todos estos territorios: se pasó de una ganadería extensiva a un intento de intensificación.

O sea, que nos sobran árboles.

Sí, sobran árboles desorganizados. Hay que volver a un paisaje que tenga un poco de todo, a un paisaje mosaico, donde cada uno de los componentes hace su función y el conjunto es armónico, estable y perdurable, con zonas más explotadas y otras menos.

¿No hay política forestal?

No se ha invertido en política forestal. Cuando se veía que se iba a quemar todo, se invirtió en cortafuegos, pero un fuego importante los cruza sin dificultad. Hay que volver a diversificar, a recrear los caminos, que van formando un paisaje en malla.

¿Los bosques están más enfermos que nunca?

Más que enfermos están desorganizados. Vivos están, pero es una vitalidad que no sirve ni para conservación ni para explotación forestal o ganadera. Hay que replantearse qué hacer con nuestros bosques.

Los pastores, como las especies animales y vegetales, ¿están en peligro de extinción?

Si no hay pastores o una organización del pastoreo, si cargas con muchos animales desorganizados, tampoco hay una explotación eficaz. No se han podido incorporar nunca a la formación profesional reglada. Presentamos hace años un plan para recuperar la escuela de pastores con ganaderos de Broto y con Francia (en Olorón lleva 20 años); se animaron en Cataluña, montaron otra; y en Asturias. La de aquí no pasó de ser un proyecto del programa europeo Interreg. Últimamente hay buena disposición y estamos intentándolo con la escuela de San Juan de Plan.

¿Habría que pagar a los ganaderos por sus servicios ambientales, como piden instituciones y organizaciones del Pirineo?

Debemos reconocer esa actividad. Si el reconocimiento supone pagar o facilitar canales de comercialización y dar soluciones a sus dificultades, es cuestión de discutirlo. Deben tener un beneficio sea directo o no.

Usted ha colaborado con la Mesa Pirenaica de Gestión del Territorio, que denuncia el abandono y pide otra política. ¿Por dónde empezar?

Primero por que los autóctonos se crean que hay posibilidades, a partir de ahí las cosas pueden ser muy fáciles. Hay muchos jóvenes actuando. No se trata solo de recuperar la ganadería sino una vida rural en la que quepan todos: ganaderos, comercializadores, transformadores... Hicimos el desarrollo industrial despoblando el país y hay que recuperarlo.

¿A qué deben temer más los ganaderos de montaña, a los osos o a las políticas de la PAC?

Se quiso recuperar una especie en peligro de extinción que prácticamente había desaparecido. Esa reintroducción tiene que hacerse con unas normas, si se consensuan y se aplican, son compatibles. En los montes cantábricos ha funcionado razonablemente bien. Si eres responsable de un animal perjudicial para otros, lo tienes que tener controlado, igual que te obligan a llevar los perros atados. ¿Están correctamente controlados esos osos que se sueltan? No. Y sobre todo, luz y taquígrafos.

Respecto a la PAC, la conservación tiene que ser rentable económicamente o no funciona. Es muy difícil comparar un paisaje de la Selva Negra con los Pirineos españoles. El fallo fue creer que un articulado común funcionaría.

¿El turismo supone un peligro?

Es una parte de los recursos del Pirineo, como el paisaje mosaico. desde la época de los balnearios e incluso de los monasterios que facilitaban el paso de una vertiente a otra. Forma parte de la necesidad del resto del país de aprovechar las montañas.

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