Preocupación en el valle de Chistau por las primeras huellas del oso

Los ganaderos temen la llegada de Goiat al finalizar la hibernación y reclaman a la administración que actúe.

Huellas halladas en los últimos días en Plan, en el valle de Chistau.
Huellas halladas en los últimos días en Plan, en el valle de Chistau.
Heraldo

La aparición de unas huellas de oso en el valle de Chistau ha puesto en alerta a los ganaderos. De momento no tienen información sobre la identidad de los rastros, localizados en los últimos días en dos ubicaciones distintas del municipio de Plan, pero temen que se trate de Goiat, el ejemplar más temido por su afán depredador y conocido por sus largos desplazamientos. 

Sería la tercera primavera consecutiva en la que, tras abandonar la hibernación, se mueve por este territorio. Fue liberado en Cataluña en 2016 y hasta 2019 no se le conocían incursiones en Aragón. Los ataques a ganado en esta zona de la comarca del Sobrarbe motivaron la movilización de los ganaderos y llevaron al Gobierno de Aragón a solicitar a la Generalitat su retirada.

"Es la época en la que empiezan a subir a los animales a los prados y estamos intranquilos. Además, cuando el oso deja la hibernación es cuando más comida necesita", ha asegurado Alberto Palacín, ganadero de San Juan de Plan, quien lamenta que con la salida de la osera "vuelve la preocupación, sin que la administración haya hecho nada". "No podemos estar 24 horas cuidando a los animales. Hay un daño económico, pero también moral al perder reses a las que estás criando". Los ganaderos ya no pueden dormir tranquilos, "pensando en la que nos puede liar una noche".

La noticia sobre la aparición de las primeras huellas en el valle se produce solo unos días después de conocerse el último balance de la población de la especie, que ha alcanzado la cifra récord de 64 ejemplares en toda la cordillera.

En Aragón se detectaron nueve, seis en la Ribagorza y en Sobrarbe y tres en la Jacetania. Entre ellos están Canellito, la desaparecida Sarousse, abatida en una cacería de jabalíes hace unos meses, el temido Goiat y al menos un subadulto indeterminado. Estos se localizaron en la franja que va de Bielsa al valle de Benasque, por el norte, y el macizo de Turbón, al sur. En la parte occidental se situó a Claverina y Sorita, liberadas por Francia en 2018, y hay un macho adulto indeterminado descubierto el pasado marzo en la Comunidad.

Los ataques a ganado

Según el balance de daños del año pasado, en Francia hubo 369 ataques a ganado y cinco a colmenas (349 y 13 en 2019). En España, el número disminuyó de 69 en 2019 a 48 en 2020. El final del periodo de hibernación de Goiat la pasada primavera fue especialmente conflictiva en el valle de Chistau. Solo en abril protagonizó seis ataques, cinco en esa zona y una en Barbaruéns, en la Ribagorza.

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