La jueza procesa a un vecino de Huesca por agredir sexualmente a una compañera de clase de su hija de 16 años y discapacitada

El presunto autor, que se encuentra en prisión provisional, también está imputado por intentar inducir a la prostitución a otra amiga de su hija de 14 años.

La Policía Nacional reforzó los controles durante el fin de semana para evitar fiestas ilegales de Carnaval en Huesca.
La Policía Nacional ha investigado este caso. 
Rafael Gobantes

El Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca ha procesado a un vecino de la capital oscense, J. I. M., por una presunta agresión sexual con acceso carnal a una compañera de clase de su hija, una menor de 16 años con un grado de discapacidad del 36%, y también por intentar inducir a la prostitución a otra amiga de su hija de 14 años. El imputado se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde su detención, en diciembre de 2020.

La jueza señala en su auto que de las diligencias practicadas hasta este momento, parece desprenderse de modo indiciario que en una fecha previa y próxima a diciembre de 2020, el investigado mantuvo un primer contacto con una compañera de clase de su hija, representada por la letrada Estela Marcuello. Le envió un mensaje de Whatsapp al móvil pidiéndole que le consiguiera una amiga suya de entre 14 y 25 años para practicar sexo oral. Ella, asustada por el mensaje, le contestó que sí, que le mandaría contactos de chicas y buscó anuncios de prostitutas por internet.

A principios de diciembre, le envió más mensajes con un tono cariñoso llamándola "princesita" o "mi tesorito bello" y pidiéndole quedar juntos para darle un abrazo, a lo que ella accedió. Unos días más tarde, el día 14, le mandó otro wasap diciéndole que estaba enamorado de ella y que quería ser su novio. Ella le contestó que eso era ilegal pero él le intentó convencer de no era así porque para el amor no había edad y que necesitaba mantener relaciones sexuales con ella. El imputado le ofreció entonces a pagarle 15 euros a cambio de mandarle fotos desnuda con un tanga que le quería vender, pero ella se negó. Él, sin embargo, siguió insistiendo y le preguntó cuanto le cobraría por tener relaciones, pero la menor mantuvo su negativa. 

Finalmente al día siguiente, 15 de diciembre, quedaron en el parque del Encuentro para que la menor le diera el tanga. Cuando se encontraron, J. I. M. le dijo que necesitaba quitárselo él mismo. La joven, asustada, accedió a dárselo pero sin que la tocara y él aceptó y la invitó a ir a un piso. Al entrar en el portal, ella notó que le empezó a tocar el culo, pero no supo reaccionar. El imputado abrió el piso y la empujó de las nalgas, cerrando la puerta. Luego, la llevó a una habitación y le dio 20 euros a cambio de que se quitase la ropa. Ella, que seguía muy asustada, se la quitó y entonces él aprovechó la situación para agredirla sexualmente. Tras ello, la menor se vistió y abandonó la vivienda mientras su presunto agresor la amenazaba con volver a hacerlo otro día. 

Además, la jueza también ha encontrado indicios de que el acusado mandó mensajes por móvil a otra amiga de su hija, también menor de 14 años, y que está defendida por la abogada Carmen Sánchez Herrero, diciéndole que necesitaba que le consiguiera alguna amiga suya para mantener relaciones sexuales. La niña se negó y entonces él le ofreció pagarle dinero a cambio de tenerlas con ella, que se reafirmó en su negativa.

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