"Soy madre de un chico trans, vivo en el valle de Benasque y estoy aquí en Madrid en huelga de hambre por sus derechos"

Natalia Aventín es una de las 60 activistas que han iniciado esta acción de protesta en Madrid para exigir que la ley que garantiza los derechos de las personas transexuales, ahora bloqueada, se tramite en el Congreso.

Natalia Aventín, con el cartel de la asociación Familias Trans Aliadas, es una de las activistas que ha iniciado la huelga de hambre por la Ley Trans.
Natalia Aventín, con el cartel de la asociación Euforia Familias Trans Aliadas, es una de las activistas que ha iniciado la huelga de hambre por la Ley Trans.
Heraldo

Natalia Aventín, una vecina del valle de Benasque que durante cinco años luchó en los tribunales para que los menores transexuales como su hijo pudieran solicitar su cambio de género en el Registro Civil, ha iniciado este miércoles a las puertas del Congreso de los Diputados, en Madrid, una huelga de hambre indefinida junto a otras setenta activistas trans y sus familiares para pedir que se registre la Ley Trans en la Cámara Baja. 

Ante el bloqueo del borrador de anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero, miembros de organizaciones tras han exigido que el bloque de fuerzas políticas que invistieron a Pedro Sánchez acceda a presentar la propuesta como una proposición de ley, como recogían sus programas electorales.

Aventín es presidenta de la asociación Euforia Familias Trans-Aliadas y ha destacado que "la infancia es una etapa corta y muy vulnerable" por lo que cree que "el Estado tiene el deber de protegerla y no seguir dilatando más este maltrato hacia los menores trans, sin reconocer su identidad, ni proteger y garantizar el libre desarrollo de su personalidad". "Las familias no cejaremos en este empeño", ha concluido.

Entre ellas está Natalia Aventín, una vecina del valle de Benasque que durante cinco años luchó en los tribunales para que los menores transexuales como su hijo pudieran solicitar su cambio de género en el Registro Civil.

Los promotores de esta acción de protesta explican que en los últimos años España ha vivido una apertura hacia el colectivo trans "sin precedentes", en gran parte por el surgimiento de asociaciones específicas, más allá de las organizaciones LGBTI tradicionales y también la aparición de asociaciones de familias que representan a la infancia y juventud trans, "que han realizado un gran trabajo de sensibilización e información".

Y recuerdan que el trabajo de estos colectivos ha sido imprescindible para que, ante una consulta pública realizada por el Ministerio de Igualdad, preguntando por la idoneidad de legislar para la igualdad plena de las personas trans, participaran más de 60.000 personas y el 96% de las aportaciones fueran favorables a la Ley. Recuerdan que también ha influido en los resultados del último Eurobarómetro, donde España lidera con un 83% de respuestas favorables la opinión de que se debe facilitar reconocimiento legal de la identidad de las personas trans. La población encuestada también está a favor del reconocimiento legal de las personas no binarias.

En julio de 2020, una multitudinaria manifestación en la Puerta del Sol escenificó el descontento del colectivo trans ante los "injustificables retrasos" en el registro del proyecto de ley de un texto que ya había sido trabajado por los colectivos y los partidos políticos. Y lamentan que tras meses de reuniones en el Ministerio de Igualdad, el PSOE, representado en la Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, a la que acusan de mantener "posiciones trans excluyentes", está impidiendo que el texto de ley inicie su trámite en el Consejo de Ministros, "bloqueando de manera reiterada la posibilidad de que las personas trans vean definitivamente reconocidos sus derechos".

Esta situación ha llevado a la "desesperación" de las personas trans y sus familias, "que ven como sus legítimas reivindicaciones son usadas por sus representantes como un elemento de confrontación", denuncian. Por ello han decidido convocar una huelga de hambre indefinida en la que participan alrededor de sesenta personas, entre activistas, madres y familiares de personas trans e incluso personas aliadas del colectivo y a la que no pondrán fin hasta que la proposición de Ley llegue al pleno del Congreso.

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