El voto del último desencuentro PSOE- Podemos en la consejería más dividida

El lobo no es el único tema que ha hecho saltar chispas en el departamento de Agricultura y Medio Ambiente, el único donde conviven con sus discrepancias los dos partidos.

Olona, en su comparecencia en el pleno de las Cortes, este jueves.
Olona, en una comparecencia en el pleno de las Cortes.
EP

El lobo enfrenta a ganaderos y ecologistas, pero también a ministros y altos cargos dentro del mismo gobierno. Las discrepancias a favor y en contra de una mayor protección de la especie se trasladaron la semana pasada al seno del Gobierno de España, con opiniones encontradas de los ministros de Agricultura (Luis Planas) y Transición Ecológica (Teresa Ribera): uno en apoyo de la ganadería extensiva y el otro, de la protección de la biodiversidad. Su choque dialéctico tuvo un paralelismo en el Gobierno de Aragón, con la diferencia de que las competencias agrarias y ambientales están bajo el paraguas del mismo departamento. El propio presidente Javier Lambán medió en la polémica para desautorizar el voto del director general de Medio Natural (Podemos).

El complejo cuatripartito (PSOE, Podemos, PAR y CHA) salido de las urnas en Aragón en 2019 tenía en la consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente una de las piezas de más difíciles encaje. El departamento encabezado por el socialista Joaquín Olona se perfilaba como una zona de riesgo sísmico con dos grandes placas tectónicas.

Por un lado, las direcciones generales de perfil agrario, en manos del PSOE, y por otro, las ambientales, bajo responsabilidad de Podemos, que las reclamó en el acuerdo. Es la única consejería con esa dicotomía, el resto son prácticamente monocolores, salvo contadas excepciones (Política Lingüística y el Instituto Aragonés de la Mujer).

El voto a favor del lobo emitido por Diego Bayona en la comisión estatal (el Gobierno aún no ha aclarado si Olona conocía previamente esta postura) es solo el último capítulo de una larga lista de desencuentros públicos al que se suman la ampliación de la estación de esquí de Cerler o la aprobación de los planes de la Red Natura 2000.

Críticas del propio PSOE

Ese voto dejó a los pies de los caballos al consejero frente a las organizaciones agrarias y a sus propios correligionarios, pues el PSOE de Huesca fue el primero en encender la mecha al criticar el posicionamiento de Aragón, sobre todo considerando el resultado tan ajustado de la votación de las comunidades autónomas (9 a 8).

El consejero ha evitado hurgar en la herida limitándose a decir que las decisiones del Gobierno "la establecen los consejeros y en última instancia el presidente" y que estaba "clarísimamente fijada". Pero ahí queda el voto aragonés para permitir la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

"Gestos más de cara a la galería", según Podemos, como demuestra, si se revisa la hemeroteca, una entrevista a Joaquín Olona en HERALDO DE ARAGÓN en agosto del 2017, pocos meses después de constatar la presencia del primer lobo, en la que dijo: «Hay que "prender a convivir»; y el lobo no beneficia a la ganadería, pero "estamos obligados por la ley y por coherencia si defendemos la biodiversidad". "Nos guste o no, más pronto que tarde, tendremos lobos en Aragón", añadía. Sus declaraciones, según las organizaciones ecologistas, bien podría firmar el director general.

A priori parecía que las obras hidráulicas iban a ser uno de los principales motivos de enfrentamiento en el cuatripartito y más concretamente en un departamento donde trabajaban codo a codo un consejero que estaba alineado con los regantes a favor del embalse de Biscarrués y una directora general de Cambio Climático (Marta de Santos) que sujetaba las pancartas de las manifestaciones contra esta presa. La creación de la Mesa de Diálogo del Agua para canalizar los desencuentros, y el cuestionamiento del proyecto por el propio presidente Lambán calmaron las aguas hasta que la sentencia del Tribunal Supremo puso las cosas en su sitio.

Fue otra cuestión medioambiental, el inicio de las obras para ampliar Cerler por el valle de Castanesa, la causa del primer choque entre los socios de Gobierno mes y medio después de la investidura, con dos frentes: PSOE y PAR, por un lado, y Podemos y CHA por tro. Para Lambán, un proyecto "medioambientalmente impecable"; para Marta de Santos, una bomba urbanística.

Castanesa y la nieve estuvieron también en el trasfondo de la reciente polémica en Twitter entre Lambán y De Santos, durante el temporal Filomena. De nuevo se enfrentaron, con el presidente cuestionando las afecciones del calentamiento global en el Pirineo y la directora general pidiendo "menos especulación y más rigor".

La última bomba en el departamento, también con los socialistas de Huesca de por medio, tiene que ver con la Red Natura 2000 y sus limitaciones medioambientales. El mismo día de la votación del lobo, se produjo la aprobación de los planes de la Red Natura, que no han incluido "prácticamente ninguna" de las alegaciones de los ayuntamientos afectados.

Especialmente críticos con la política de Diego Bayona son los alcaldes del Pirineo, ya que esos planes afectan al 50% de su territorio. Frente a esta posición, el director general defiende que acaban con el incumplimiento sistemático, desde hace más de 10 años, de las obligaciones medioambientales de Aragón, que ponía a la Comunidad en riesgo de una sanción por parte de Europa.

Antonio Romero, portavoz de Medio Ambiente del PP en las Cortes, cree que son los ayuntamientos socialistas y los sectores del medio rural, como los ganaderos, los que le "sacan los colores" a Olona por la política ambiental de su departamento, mientras Podemos, "campa a sus anchas y escribe al dictado de los ecologistas". "Alguien debería poner coto a esta situación, y el consejero es el máximo responsable", afirma.

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