Sabiñánigo
Denuncian actos vandálicos en una plantación de manzanos de Artosilla
En diciembre de 2020, los dueños ya dieron parte ante la Guardia Civil del destrozo de 40 árboles. La explotación, dedicada a la recuperación de variedades autóctonas y antiguas, está protegida con un vallado.
Los dueños de una plantación de manzanos en Artosilla (Sabiñánigo) han denunciado ante la Guardia Civil los destrozos ocasionados en varios de los árboles durante la noche del sábado al domingo. A pesar de que finca está protegida con una valla perimetral, los vándalos han logrado saltar sobre ella (1,5 m de altura), entrar en el recinto y arrancar una decena de árboles. No es la primera vez que esto sucede. El pasado mes de diciembre, los propietarios ya dieron parte de un hecho similar. En aquella ocasión, los daños alcanzaron alrededor de 40 ejemplares.
La explotación pertenece a Chulio Romero y María Jesús Sánchez, quienes hace tres años y medio iniciaron la recuperación de variedades de manzano antiguas y adaptadas a la altura. entre los 50 tipos de manzanas que cultivan hay ocho que son autóctonas y que "están a punto de perderse", ha señalado el dueño. También ha explicado que la plantación está supervisada por el Centro de Investigación y Tecnología Alimentaria de Aragón (CITA).
Al igual que en diciembre, los propietarios aseguran que los destrozos corresponden a la mano humana. Incluso afirman que han sido provocados por vecinos de la zona. Romero ha indicado que antes del ataque de hace mes y medio ya habían observado que, a veces, aparecían árboles destrozados. En un principio, pensaron que podía ser obra de animales, como los corzos, pero el hecho de que estuvieran arrancados de raíz y en ocasiones colocados de nuevo en su sitio para disimular el daño, les hizo sospechar de que la fauna no tenía que ver con aquello. No obstante, colocaron el vallado e incluso una puerta.
En diciembre certificaron su hipótesis al ver que la entrada estaba forzada y que algunos árboles habían sido cortados con navaja. De los 40 ejemplares dañados entonces, 17 no pudieron recuperarse. De los destrozados ahora, alguno tampoco podrá replantarse.
La plantación cuenta con 170 árboles y su desarrollo es una "apuesta clara en post de la biodiversidad y la soberanía alimentaria", señalan los propietarios. Los manzanos crecen a 1.000 metros de altitud y se cultivan con métodos ecológicos. Romero apunta que este proyecto también contempla la elaboración artesanal de "una sidra pirenaica que retomara su lugar en las viejas tradiciones de esta tierra".
