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Los valles del Pirineo se unen para exigir flexibilidad horaria y de aforos y ayudas directas para "subsistir"

Centenares de personas han protestado en Jaca, Biescas, Aínsa y Castejón de Sos contra las "abusivas medidas" de la DGA. En las dos últimas semanas, las cuatro comarcas suman apenas 77 positivos por coronavirus.

Los valles del Pirineo han hecho este viernes una nueva demostración de unidad ante la grave crisis que está asfixiando al sector turístico, y muy especialmente al vinculado a la nieve. Centenares de personas han participado en las cuatro manifestaciones simultáneas celebradas en las calles de Jaca, Biescas, Aínsa y Castejón de Sos para reclamar al Gobierno de Aragón una mayor flexibilidad horaria y de aforos, que tenga en cuenta su baja incidencia de coronavirus (las cuatro comarcas suman apenas 77 casos en las dos últimas semanas); y también insistir en la petición de ayudas urgentes, directas y a fondo perdido "para poder subsistir".

Precisamente este viernes, el Ayuntamiento de Sallent de Gállego ha anunciado una convocatoria de 120.000 euros para repartir ayudas directas de entre 1.000 y 2.000 euros a empresarios y autónomos del municipio afectados por la crisis.

En Jaca, la concentración contó con unas 400 personas llegadas de todo el valle del Aragón. La hostelera María José Español leyó un manifiesto en el que denunciaron el "desamparo y sangrado social" que están sufriendo desde tiendas de ropa y alquileres de esquí a los ganaderos, pasando por la peluquerías, librerías, estancos, farmacias, panaderías, cafeterías, restaurantes, gasolineras, carnicerías, supermercados, talleres... "Basta ya de cebarse con los más débiles con medidas abusivas, desproporcionadas e injustas", clamaron.

Concentraciones en Biescas y Jaca por la pandemia y la su efecto directo en el sector de la nieve.

Además, advirtieron al Gobierno de Aragón de que van a seguir luchando y les hicieron un nuevo llamamiento "a la responsabilidad para la que han sido elegidos". Así, exigen ayudas directas y una "hoja de ruta" para la reactivación de la actividad y la economía para los próximos cinco años "en los que se tiene que trabajar para que seamos un destino atractivo y de calidad".

En Biescas la protesta que tuvo su epicentro en la plaza del Ayuntamiento congregó a más de 200 personas. Belén Vicente, propietaria de una casa rural en Yosa de Sobremonte leyó un manifiesto que valoró la unión de los valles "porque nos hace más fuertes y nuestro grito llegará más lejos".

Mientras, Aínsa reunió a más de 500 personas procedentes de todos los valles del Sobrarbe, según los organizadores, que leyeron el mismo manifiesto que en Biescas exigiendo una flexibilidad de horarios y aforos según la incidencia del virus. La protesta llegó a cortar la travesía. Los participantes mostraron su enfado con las últimas medidas haciendo sonar trucos, esquillas y cacerolas. Además, guardaron un minuto de silencio por las empresas y trabajadores afectados.

Y en Castejón de Sos, cerca de 300 personas secundaron la cacerolada donde se leyó el mismo comunicado que en Jaca. "Tenemos que ser capaces de plantear un futuro mejor y para eso es necesario inversión, formación y mucha promoción", exigieron.

Por la mañana, Benasque acogió una reunión organizada desde la Asociación Turística Empresarial para analizar la situación económica con agentes sociales y alcaldes del valle. Aparte de pedir ayudas directas y rebajas fiscales, también criticaron el "café para todos" de la DGA en las restricciones sin tener en cuenta las singularidades de los territorios de montaña.

Preocupación por los cortes de la N-260 en primavera

Además, rechazaron la pretensión de la adjudicataria de las obras de mejora de la N-260 de cortar el tráfico en primavera de lunes a viernes ya que temen que podría ser la "puntilla" si para entonces se relaja la movilidad.

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