La expedición del Real Madrid ha aterrizado este viernes, a las 20.00 en el aeropuerto Huesca-Pirineos para enfrentarse mañana, sábado, a las SD Huesca en El Alcoraz a partir de las 16.15. Y regresará a la capital de España en otro chárter que partirá a las 19.15. Y aunque ambos vuelos están fuera del horario operativo de invierno del aeródromo oscense, que va desde las 9.00 hasta las 17.00, ambos han podido atenderse porque el personal ha aceptado de nuevo cubrir horas extra.

No ocurrió lo mismo hace dos meses. Entonces, la SD Huesca tuvo que modificar su plan de viaje inicial a Granada y volar desde Zaragoza. Su idea, tal y como había hecho en los desplazamientos anteriores Elche y Valencia, era salir desde el aeropuerto Huesca-Pirineos en un chárter directo un sábado a las 18.00 con destino al aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén. Sin embargo, ese vuelo estaba programado fuera del horario operativo. De 17.00 a 9.00, se pueden solicitar autorizaciones puntuales, que conllevan también unas tarifas especiales. Pero además, el permiso "requiere de la voluntad/disponibilidad de los trabajadores para realizar horas adicionales", como indicaron en su día desde Aena. Algo que entonces no se dio. 

Sin embargo, las mismas fuentes de Aena han confirmado que desde finales de diciembre se están operando todos los vuelos "con normalidad" en el aeropuerto Huesca-Pirineos, tras haber alcanzado un acuerdo con el personal para cubrir los servicios adicionales que sean fuera del horario habitual.

En este último mes y medio, la SD Huesca ya ha hecho uso del aeródromo oscense en dos ocasiones para viajar a Vigo y a Valladolid. En ambos casos, el regreso fue en el mismo día y ya de noche. Mientras, los desplazamientos a Bilbao y Getafe los hizo en autobús.

También han utilizado el aeropuerto fuera de su horario habitual el Levante, que volvió a Valencia de noche después del partido contra la SD Huesca; y el Villarreal, que voló el día de antes del partido y aterrizó a última hora de la tarde. Mientras, el Betis optó por volar a Zaragoza y desde allí desplazarse en autobús a Huesca. Y el FC Barcelona hizo todo el trayecto de ida y vuelta desde la Ciudad Condal en bus.  

La llegada del Real Madrid a Huesca ha sido este viernes fría, aséptica, funcionarial. Muy lejos del recibimiento de hace dos temporadas, cuando mil personas acudieron a las inmediaciones del hotel Abba. Esta vez eran apenas 150, limitadas por las fuertes medidas de seguridad implantadas por las fuerzas de seguridad para cerrar perimetralmente el entorno de este establecimiento.

Los futbolistas y técnicos viajaron desde aquél hasta la capital en dos autocares y se reservaron dos microbuses más para el resto de la comitiva, con Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, al frente. No se ha desplazado esta vez Florentino Pérez, en cuarentena.

El primero en aparecer ha sido Zinedine Zidane, quien rápidamente y con rostro serio se ha dirigido al interior del hotel. En poco más de dos minutos desfilaron los 17 futbolistas convocados para el partido en El Alcoraz. Los brasileños Marcelo y Casemiro dialogando entre ellos, Benzema apenas reconocible entre capas de ropa y Modric ensimismado con su teléfono móvil. Apenas Courtois saludó levemente a los oscenses allí congregados.

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