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La menor presión permite al San Jorge de Huesca reabrir quirófanos y recortar lista de espera
El hospital de Barbastro también respira aunque mantiene el traslado del servicio de Fisioterapia. Este martes había 59 personas ingresadas en la provincia, muy lejos de las casi 200 que se alcanzaron en noviembre.
La provincia de Huesca está viviendo una cuarta ola con bastante más respiro que la tercera, cuando batió récords de contagios y llegó a encabezar las tasas de incidencia del país. Actualmente, el sector de Huesca tiene una tasa de 137 y Barbastro, de 171, la mitad que la media de Aragón (330). Este martes había 62 hospitalizados (incluyendo el centro sanitario del Bajo Cinca y la clínica Viamed Santiago de la capital), lejos de los 200 que se alcanzaron en noviembre.
Este descenso de la presión ha permitido recuperar cierta normalidad en los dos principales hospitales. En el San Jorge de Huesca, incluso han podido reabrir quirófanos para reducir la lista de espera. Y eso que en el último año, y pese a la pandemia, el número de personas pendientes de una operación apenas ha aumentado de 1.076 a 1.105 (+29).
Como explica el director, Íñigo Royo, gracias a la coordinación con los servicios de cirugía y de anestesia se están utilizando actualmente hasta tres quirófanos por la tarde (antes había solo uno o dos porque se usaban para camas UCI). Además, ha aumentado la actividad en el hospital de Jaca, donde han operado ya a más de cien pacientes de Huesca de cirugías que se prevén que no vayan a tener complicaciones (hernia, vesícula, urología..).
El centro contaba este martes con 29 pacientes covid, tres de ellos en la UCI. Hay que recordar que noviembre se alcanzaron los 95 ingresos en un día, once de ellos en intensivos. Entonces tuvieron que reservar dos plantas y casi el 50% de las camas del hospital. Hoy solo hay ocupada un ala de la 5ª.
El San Jorge tiene operativas diez camas de UCI, aunque está todo preparado para ampliarlas hasta 17 en caso de necesidad propia o para acoger a pacientes de otros centros de Aragón.
¿A qué se debe este descenso?
Royo asegura que la situación actual es "bastante tranquila" en comparación con la terca ola y admite su sorpresa "porque esperábamos tener una mayor incidencia". Algo que achaca a varios factores: "El cumplimiento de las normas de prevención por parte de la ciudadanía, la buena transmisión de información de las instituciones sanitarias, educativas y de los propios ayuntamientos, que ha calado en la población; y también el confinamiento perimetral de la provincia, lo que ha disminuido el flujo de personas".
En el hospital de Barbastro, la incidencia de esta ola también está siendo "bastante menor" y están trabajando y operando "con normalidad". La directora, Elena Castellar, lo atribuye también a varias razones. "Entre ellas, que ya en noviembre la incidencia fue altísima y muchas de esas personas aún tienen anticuerpos. Otra puede ser que la población está entendiendo la importancia de respetar las normas. Y no cabe duda de que las restricciones de movilidad impuestas por el Gobierno de Aragón y el control de los aforos, están surtiendo efecto".
El centro tenía este martes 30 pacientes, tres de ellos en la UCI (en los momentos más duros de la tercera ola rozó los 90). No ha tenido que habilitar esta vez más espacios salvo dos camas más de intensivos (de 6 a 8) poder sectorizar y atender a pacientes covid y de otras patologías. No obstante, en caso de repunte podrían alcanzar las 12 ocupando la zona de reanimación de quirófanos.
Pese a todo, por ahora se mantiene el servicio de Fisioterapia en el Centro de Congresos, cedido por el Ayuntamiento, a donde se trasladó a mitad de noviembre al dispararse los ingresos.
