Francia limita los viajes por el Pirineo al obligar a entrar al país con PCR negativa
La medida reduce todavía más el escaso flujo de visitantes de ese país a las localidades aragonesas fronterizas para hacer compras o turismo, a las puertas de las vacaciones escolares de los franceses.
La obligatoriedad de entrar a Francia con una PCR negativa, salvo para los trabajadores transfronterizos, aplicada desde el domingo por el gobierno Macrón, supone otra vuelta de tuerca para los negocios del Pirineo aragonés, que han dejado de recibir a los pocos visitantes que aún se desplazaban desde ese país para hacer turismo o comprar tabaco, alcohol y gasolina (más baratos en España) en localidades fronterizas como Canfranc o Bielsa.
Las autoridades reforzaron ese mismo día los controles en los pasos del Pirineo para garantizar el cumplimiento de las nuevas restricciones. Gendarmes de la compañía de Oloron y funcionarios de la Policía de Fronteras montaron un dispositivo en el acceso a la boca norte del túnel del Somport, donde pararon a 60 personas, según fuentes de la Gendarmería de los Pirineos Atlánticos, que aseguró que, en general, "se conocían y aplicaban los requisitos para la presentación de una prueba PCR para acceder al territorio nacional".
El Gobierno de Emmanuel Macron ha cerrado su territorio a los países de fuera de la Unión Europea, una medida que no afecta a los desplazamientos a España, pero para volver a cruzar la frontera exige una PCR negativa (hecha como mucho 72 horas antes). Esto se aplicaba a trayectos en avión o en barco y ahora también se exige en los viajes por carretera. Solo quedan exentos los camioneros, los trabajadores transfronterizos y los residentes a menos de 30 km de la frontera.
Las restricciones, que pretenden evitar un tercer confinamiento, se notarán en los negocios de la frontera española. "El turismo francés es ahora escaso, pero es de lo poco que tenemos. Será un nuevo mazazo para bares, tiendas y gasolineras", lamentaba el alcalde de Bielsa, Miguel Noguero. Llegan además a las puertas de las vacaciones escolares del país vecino, a partir del 5 de febrero, "que se esperaban como un balón de oxígeno".
El tráfico por este paso fronterizo está por debajo de los 300 vehículos diarios, y caerá todavía más. También podría afectar a Astún, la única estación de esquí abierta en Aragón, teniendo en cuenta que las francesas están cerradas y en Cataluña rige un confinamiento municipal. La obligatoriedad de la PCR pretende precisamente evitar los movimientos turísticos y reducir las salidas a las meramente laborales.
