Las comarcas de la nieve se reúnen por segunda vez con Lambán en otra jornada de movilizaciones

Una caravana reivindicativa de vehículos ha partido a las 9.00 de Barbastro para dirigirse a Huesca y luego hasta el límite provincial en Gurrea, pidiendo el fin de los confinamientos provinciales y ayudas para el sector.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, acompañado del vicepresidente, Arturo Aliaga, se reúne desde las 17.00 este miércoles con las comarcas del Pirineo y de Teruel con estaciones de esquí (Alto Gállego, Jacetania, Sobrarbe, Ribagorza y Gúdar-Javalambre) para debatir las medidas a adoptar ante las graves pérdidas ocasionadas por los confinamientos provinciales y autonómico en el turismo de la nieve, mientras empresarios y trabajadores de los valles pirenaicos viven otra jornada de movilizaciones. 

Al encuentro asisten también representantes empresariales, a los que esta vez se unen los presidentes de las tres diputaciones provinciales: Juan Antonio Sánchez Quero (Zaragoza), Miguel Gracia (Huesca) y Manuel Rando (Teruel). El primero tuvo lugar el 28 de diciembre, días después de la manifestación celebrada en Huesca para pedir un plan de rescate de los valles del Pirineo. 

Este miércoles se ha vivido otra jornada de protestas de los afectados, en esta ocasión en las carreteras. Una caravana de vehículos ha partido a las 9.00 de Barbastro. En el aparcamiento del área 62, junto al monasterio del Pueyo, se ha concentrado una centenar de personas de distintos valles, que representan a los sectores agroalimentario, del comercio y la hostelería. Además de turismos había camiones de proveedores. Los vehículos portaban carteles con lemas como 'SOS, sin ingresos no hay impuestos', 'Los valles unidos no serán vencidos' y 'SOS, ayudas directas'.

La caravana ha partido a las 9.00 de Barbastro.
La caravana ha partido a las 9.00 de Barbastro.
José Luis Pano

De aquí han dirigido a Huesca (10.30 en el aparcamiento de Coso Real), para seguir hasta Gurrea de Gállego, en el límite provincial. La acción no está convocada por ninguna organización, es una iniciativa ciudadana difundida en las redes sociales, donde especifican que la intención es ralentizar el tráfico durante todo el recorrido, circulando a 65 km/h, la velocidad mínima permitida. 

Entre los concentrados en Barbastro, Benito, un hostelero del valle de Benasque, pedía que Lambán se siente en una mesa a negociar. "Están los proveedores, viajantes, trabajadores de la estación de esquí del entorno del valle...", ha dicho, y ha pedido a la gente "salir a la calle cuando se convoquen caceroladas porque estamos ahora mismo en un punto que Aragón esto no lo puede sujetar más". 

Desde finales de diciembre se han sucedido las movilizaciones. La primera se celebró el 12 de diciembre en las estaciones de esquí. Le siguió la manifestación del día 23 en Huesca y esta semana se han organizado caceroladas en distintas localidades del valle de Tena.  

División política

La reunión de las comarcas con Lambán se celebra en un clima de división política que ya se evidenció con la pancarta exhibida en la manifestación en la capital oscense ("Se vende Pirineo. Razón: Gobierno de Aragón"), cuando el PSOE mostró su apoyo a las reivindicaciones pero denunció el uso "partidista del PP y algunos representantes del sector empresarial por no aceptar el cambio planteado en el lema". 

Las discrepancias en cuanto a la estrategia a seguir se han repetido en los últimos días con acciones individuales de algunos alcaldes del PP, que acudieron a las puertas del Pignatelli para denunciar la ausencia de medidas concretas, y reproches de ediles socialistas sobre el aprovechamiento partidista de la crisis..

El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, hizo el martes un llamamiento a la unidad y advirtió de que "si el Gobierno de Aragón no mueve ficha en las próximas fechas, seremos nosotros mismos, los alcaldes del valle, los sindicatos y los empresarios los que os pediremos que hay que movilizarse, en las redes o en la calle, para conseguir que estas medidas palien la grave crisis económica y social que ahora mismo estamos sufriendo". Reconoció la existencia de una división también social "entre los que quieren que se abra y los que no", los que priman la economía, partidarios de relajar las limitaciones, y los que dan prioridad a la sanidad y se preguntan por qué no se limitaron más los movimientos en el puente del Pilar. Este trajo la tercera oleada a Aragón, "el momento más duro de mi mandato, porque perdimos en torno a 25 personas en pocos días". Pero, por otro lado, añadió, hay que proteger a los empresarios "para que no pierdan sus patrimonios y que sigan dando trabajo" y a los empleados.

Su llamamiento se produce después de que el de Sallent de Gállego, Jesús Gericó (PP), muy crítico con el Gobierno, le exigiera en una carta la apertura de la estación de Formigal. El de Canfranc, Fernando Sánchez (PSOE), le contestó reprochándole su "afán de protagonismo político" y "hacer la guerra por su cuenta".

El enfrentamiento se trasladó a las cúpulas autonómicas de los partidos. El portavoz socialista en las Cortes, Vicente Guillén, recalcó que el Gobierno y el PSOE están "firmemente comprometidos" con los valles pirenaicos y el entorno de las estaciones turolenses. Por eso, consideró que actitudes como las de los alcaldes de Sallent y de Panticosa "no nos parecen oportunas", puesto que los ediles del PP "no se pueden arrogar el derecho y la voz de todos los valles", en referencia a su presencia en la puerta del Pignatelli el viernes para ser recibidos.

Guillén recordó que el Gobierno mantiene una comunicación permanente con los presidentes de las comarcas y los empresarios afectados. "Se está trabajando para poner en marcha las medidas pactadas, pero lo que no es lícito es que solo se busquen soluciones individuales y partidistas. No se puede ir a la puerta del Pignatelli a hacerse una foto".

Por su parte, la portavoz adjunta del PP en las Cortes, Mar Vaquero, pidió al Ejecutivo "no tratar de ocultar su fracaso callando a la sociedad civil aragonesa y atacando, además, a los alcaldes con un sectarismo sin precedentes, como el que hemos visto en Guillén", cuando se refirió al hecho de que alcaldes del Pirineo "hayan bajado al Gobierno de Aragón y hayan llamado a la puerta del presidente autonómico para defender a sus vecinos", pero «hayan sido despachados».

En medio del ruido político, los empresarios reclaman unidad, "porque nos jugamos el presente y el futuro de los valles", y ponen en valor el documento firmado el 5 de enero con las medidas solicitadas al Gobierno, entre otras la flexibilización de los confinamientos provinciales y un plan de rescate para la nieve, con un consenso total de comarcas, ayuntamientos y organizaciones empresariales. "Si hicimos esa carta, no me parece bien que haya gente que se desmarque. Hay que esperar la respuesta, si no la tenemos, ya actuaremos", señaló José María Ciria, de la asociación turística del valle de Benasque. El sector quiere que al menos se permita la movilidad en Aragón. Aunque ayer el vicepresidente Aliaga se mostró esperanzado al respecto, la consejera Mayte Pérez lo ve "inviable". El citado documento se debatirá este miércoles con el Gobierno.

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