El turismo rural de Aragón sufre un aluvión de cancelaciones para Nochevieja y se queda al 20% de ocupación

Las asociaciones del sector hablan de una cascada de anulaciones en una de las épocas del año con más clientes. 

Jorge Rabal, en su restaurante El Balcón del Pirineo vacío.
Jorge Rabal, en su restaurante El Balcón del Pirineo.
Camino Ivars

Los alojamientos de turismo rural de Aragón vivirán una Nochevieja atípica, como no recuerdan en toda su historia, desde que hace más de tres décadas empezaran a florecer este tipo de establecimientos en los pueblos. El 31 de diciembre era una fecha caracterizada por el cien por cien de ocupación, pero este año, debido a las restricciones de movilidad, está por debajo del 20%, según los datos de la Federación Aragonesa de Alojamientos Rurales, con casi 800 negocios asociados. 

La cifra contrasta con la previsión realizada hace dos semanas, cuando se esperaba que a partir del 21 de diciembre hubiera movilidad entre las tres provincias, antes de que el Gobierno de Aragón anunciara la prórroga de los confinamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel. Entonces, Aragón era una de las comunidades autónomas donde más alta iba a ser la ocupación de casas rurales en Nochevieja, un 88,60%, según datos del portal especializado casasrurales.net.  

En pocos días la situación cambió de forma radical y actualmente los datos de ocupación han caído hasta mínimos históricos. "En Zaragoza el porcentaje es un poco más alto", afirma su presidente, Jesús Marco, ya que la gente no puede salir de la provincia y el número potencial de clientes es mayor, pero en Huesca y Teruel ha supuesto un fracaso, con "un montón de anulaciones"  por parte de los visitantes de fuera de estas provincias.

"Serán los peores datos desde que existe la Asociación de Turismo Verde", señala por su parte Francisco Parra, presidente de esta entidad con 200 establecimientos asociados, asegurando que en los últimos días ha habido "más cancelaciones que reservas" y las pocas contratadas son solo para dos días. "Sobre todo venían grupos de amigos", dice, pero en las actuales circunstancias, con los cierres provinciales y la limitación incluso del número de personas por grupo, se restringe mucho el público potencial. 

La asociación ha recomendado a los propietarios de casas y apartamentos cumplir "a rajatabla" la normativa y alquilar sus casas "a viajeros solo de la provincia". Parra reconoce que "muchos negocios son de gestión familiar y ni siquiera han abierto". 

"No queda otra que ser pacientes"

"No queda otra que ser pacientes", dice resignado Jorge Rabal, empresario del sector y dueño del Balcón del Pirineo, en Buesa (valle de Broto). Él tiene un restaurante, apartamentos y una casa rural. Hasta no hace mucho tenía más del 80% de sus alojamientos reservados entre el 26 de diciembre y el 10 de enero, pero las restricciones de movilidad han provocado una caída de las reservas. En Nochevieja llenará pero el resto de las fechas no llegará al 30%. 

Nochevieja y Semana Santa eran los días álgidos para los alojamientos rurales. "Las reservas han caído un 90%", asegura. "Esperemos que en Semana Santa esto esté encaminado". El restaurante lo abre solo para comidas y tanto las cenas diarias como la de Nochevieja la sirve en los apartamentos, por la limitación horaria del restaurante.   

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