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Las enfermeras de la residencia Sagrada Familia de Huesca denuncian la falta de refuerzos para contener un brote

El colectivo dice sentirse "abandonado" por la Administración y critica la tardanza en realizar pruebas a todos los residentes y trabajadores del centro tras conocerse el primer positivo, que luego sumó una veintena más.

Efectivos de la UME realizaron el martes la desinfección de la residencia Sagrada Familia de Huesca
Efectivos de la UME desinfectaron la residencia Sagrada Familia de Huesca tras detectarse el brote.
UME

El colectivo de enfermeras de la residencia pública Sagrada Familia de Huesca ha denunciado la "gravísima situación" que viven desde que apareció el primer positivo por coronavirus en el centro el pasado 27 de noviembre y que se extendió a una veintena de internos. Aseguran estar "agotadas" y sentirse "abandonadas" por la Administración ante la falta de refuerzos. "Estos no son los cuidados que se merecen nuestros residentes", critican.

Las enfermeras aseguran que antes de detectarse ese primer caso ya habían solicitado varias veces a Salud Pública que hicieran pruebas a los residentes ya que había algunos trabajadores infectados por covid-19 "pero no fue considerada nuestra petición", manifiestan en un comunicado. Un temor que confirmaron el día 27 y ante el que no se actuó con la rapidez debida, aseguran, ya que hasta tres días después no se realizaron las PCR a todos los residentes para determinar los positivos.

Explican que el día 1 de diciembre fue "caótico" ya que empezaron a recibir los resultados, que revelaron que un tercio de los residentes habían sido infectados. Tras ello, dividieron la residencia entre positivos, sospechosos y negativos. Entonces, creyeron que, tal y como ocurrió con un primer brote, iban a recibir el apoyo de compañeras del mismo departamento, ya que la bolsa estaba vacía, "pero hasta 18 días después no llegó ese primer refuerzo de enfermería", denuncian. 

El colectivo asegura que llevan trabajando "muchos días seguidos", en un principio en turnos de 12 horas para intentar dividirse la asistencia de positivos y negativos "pero fue imposible sobrellevarlo con solo ocho enfermeras", señalan. 

Hacen hincapié en que ya avisaron desde que conocieron el primer positivo "de que la situación iba a ser muy desbordante, que no se puede trabajar seis días seguidos con este estrés y hemos intentado dar soluciones no escuchadas". En estos momentos, están solo seis enfermeras en plantilla y desde el 15 de diciembre solo han recibido el refuerzo de dos compañeras a las que se lo agradecen "pero con ello no se cubre el hueco de las dos compañeras que faltan", añaden.

Ante esta escasez de plantilla, lamentan que no han tenido más remedio que estar solo una enfermera en turno de noche para atender tanto a pacientes infectados como sanos, "situación inaceptable para contener el virus". Y creen que si no cambia la situación, también se van a ver obligadas a atender el turno de tarde con una única enfermera. 

"Además, por si la sobrecarga de trabajo no fuera suficiente, debemos añadir la vacunación que próximamente se llevará a cabo tanto a los residentes como a los trabajadores de nuestro centro, que de nuevo, recaerá sobre el equipo de enfermeras", subrayan.

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