Hostelero de Jaca: "Estamos trabajando una sexta parte de lo normal"

Solo media docena de hoteles de Jaca han abierto este puente y los que lo han hecho están al 10% de ocupación.

Jaca inicia el puente de diciembre cubierta por un manto blanco.
Jaca inicia el puente de diciembre cubierta por un manto blanco.
Laura Zamboraín

Apenas media docena de hoteles de Jaca han abierto este puente de la Constitución y los que lo han hecho ni siquiera superan el 10% de ocupación, lo que se traduce, en algunos casos, en solo cuatro habitaciones, todas de clientes oscenses. "Tenemos muy poca ocupación este puente", admitieron desde el hotel Mur, en pleno centro de la ciudad. Y esta respuesta se repitió en el resto del valle. Tampoco es significativa en la segunda residencia, con 16.000 viviendas en la comarca, ya que la mayoría de los propietarios provienen de Zaragoza, Navarra y el País Vasco. Únicamente se ha salvado el turismo de autocaravanas, aunque sin llegar a llenar el parquin habilitado.

Estas circunstancias se están reflejando en el ambiente en las calles de Jaca, prácticamente desiertas, y en la actividad en bares, restaurantes y comercios. Además, el mal tiempo del puente, con frío y bastante nieve, no está permitiendo hacer uso de veladores. Solo tres o cuatro establecimientos con terraza cubierta están pudiendo trabajar mínimamente, pero ni mucho menos con la afluencia que deberían tener en estas fechas.

Josan Piedrafita, del restaurante Lilium, afirmó que hay "muy poca gente" y que están trabajando "una quinta o sexta parte" de lo normal. Al no poder abrir el interior de local, únicamente dispone de la terraza con ocho mesas, que sí se llenan, y siete estufas. Además, solo abren para las comidas, ya que por la tarde "no merece la pena". Tanto él como sus camareros están trabajando con ropa térmica, como si fuesen a esquiar. Para paliar la caída de ventas, ha decidido preparar también comida para llevar, "y la gente de Jaca está respondiendo bien", reservando primeros, segundos o menús enteros. Este domingo, por ejemplo, sirvieron una veintena de pedidos.

Varios establecimientos del Pirineo, como La Tendeñera en Biescas, se quejan de no poder continuar con sus negocios en invierno

Para la hostelería de Zaragoza, el puente está siendo "una ruina". Pese a que las terrazas han estado llenas tanto ayer como el sábado, las cuentas siguen sin salir. Sobre todo teniendo en cuenta que cafés, bares y restaurantes tienen que cerrar a las 20.00. "Que unos pocos abran para trabajar a pérdidas y dando gracias a los heroicos clientes no debe confundirnos:la mayoría de los establecimientos siguen cerrados", subrayó Luis Vaquer, presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón.

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