Amplían la búsqueda de la montañera inglesa perdida a más valles cercanos a Benasque y la zona limítrofe con Cataluña

Los especialistas de la Guardia Civil han reanudado este jueves la búsqueda de Esther María Dingley, la montañera inglesa de 37 años residente en Francia que se encuentra desaparecida desde hace ya 11 días en el valle de Benasque, a donde viajó para realizar distintas travesías en solitario.

A primera hora, se ha retomado el rastreo con un operativo similar al de jornadas anteriores con la participación de especialistas del Greim de Benasque, el Greim de Boltaña, el Ereim de Huesca y el Sereim de Jaca, además de la Unidad Aérea de Huesca. Todos ellos se encuentran repartidos en distintas zonas: Cresta Salenques, refugio Coronas, Valle Literola, pico Perdiguero y Valle de Estós. Además, se ha ampliado la búsqueda a la zona catalana con efectivos del Greim de Vielha y bomberos del Valle de Arán.

El rastro de la montañera se perdió el día 22, cuando le mandó un wasap a su pareja, alrededor de las cuatro de la tarde, desde la cima del pico Salvaguardia. Su intención era bajar al refugio francés de Venasque (sin vigilancia en invierno), para hacer una circular y retornar a España el día 25 por el puerto de La Glera. En sus redes sociales iba colgando fotos de sus actividades y aprovechaba las zonas de cobertura para llamar a su familia. A veces permanecía en la montaña varios días.

Desde el día 25, cuando su pareja alertó a los servicios de emergencia al no tener noticias de ella, la Guardia Civil y la Gendarmería francesa han mantenido activo un intenso operativo de búsqueda trabajando contra reloj ante la llegada de un frente que dejará nieve, viento y mucho frío los próximos días en el Pirineo.

Los agentes investigaron si estaba alojada en refugios y hoteles de la zona y localizaron su autocaravana en un parquin público del casco urbano de Benasque. Además, han peinado palmo a palmo los alrededores del Salvaguardia a pie, desde el aire e incluso con perro. Varias personas vieron a la montañera en la subida a la Besurta y por el puerto de Benasque de camino al Salvaguardia.

Por si en el refugio francés de Venasque decidió cambiar de ruta o alargarla, se amplió el radio de búsqueda a los valles colindantes, como Literola o Remuñé, y a los ibones de Cregüeña o del Alba. La Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis. En un principio se pensó en un accidente de montaña, pero sigue desconcertando el paso del tiempo sin ninguna pista de su paradero.