El escultor Pedro Anía triunfa con su 'Abanico' en Sevilla

Ha obtenido el premio más importante de la Exposición Internacional de Otoño que organiza la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

Pedro Anía, junto a su escultura durante la entrega de premios
Pedro Anía, junto a su escultura durante la entrega de premios
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El escultor Pedro Anía, vecino de San Lorenzo del Flumen (Los Monegros), ha conseguido el premio más importante de los cuatro que otorga la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, que, un año más, y ya van 69, a pesar de las limitaciones derivadas de la pandemia de coronavirus, ha organizado su Exposición Internacional de Otoño en Sevilla. El certamen ha sido uno de los pocos que ha sobrevivido a la cascada de cancelaciones que deja la actual crisis sanitaria.

El artista ha conquistado al jurado con la obra 'Abanico', que sigue su estética más personal, al apostar por el movimiento y el uso del material más característico de su localidad natal: el mármol negro de Calatorao. La entrega de premios tuvo lugar este pasado martes en la Casa de los Pinelo en Sevilla.

Pedro Anía reconoce que este galardón es uno de los más importantes de su trayectoria profesional, por su carácter internacional, veteranía y reconocimiento. El Premio Real Maestranza de Caballería de Sevilla está dotado con 6.000 euros.

"Ha sido una gran alegría. Hasta me puse nervioso cuando me llamaron. Me ha hecho mucha ilusión y además, es un importante estímulo en estos momentos tan complicados para la cultura y el arte", señala el artista, que este año ha compaginado su faceta más creativa con su contratación en un taller de empleo organizado en la localidad de Almudévar y dirigido a la restauración de una portada del maestro de Agüero.

La obra vuelve a ser una cinta de Moebius, que se abre en forma de abanico y que busca un gran equilibrio en sus formas y proporciones, según describe Anía. Para el escultor, el abanico está lleno de significado, ya que se trata de un elemento recurrente en su infancia y que asocia a algunas de las mujeres más importantes de su vida. "Desde niño, ya me llamaba mucho la atención, por su movimiento y ligereza, y forma parte de muchos de mis recuerdos, entre ellos, lo asociado a las vaquillas, donde era utilizado por las mujeres para sofocar el calor durante las fiestas", explica.

El escultor, que ha invertido un gran número de horas en su desarrollo, desde la concepción de la idea hasta su materialización, realizó esta obra ex profeso para el certamen, con el ánimo de presentar "una pieza evocadora y, al mismo tiempo, clara y sencilla", señala. La escultura se quedará en posesión de la entidad patrocinadora.

Hace dos años, dentro de este mismo certamen, Pedro Anía ya obtuvo un cuarto premio, con la obra 'Reflexión', una pieza también llena de movimiento y realizada en mármol negro de Calatorao.

La Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría está presidida por la marquesa de Méritos, Isabel de León, y en su exposición, cuenta con el mecenazgo de la

Fundación Cajasol. En total, se otorgan cuatro premios: el Premio Real Maestranza de Caballería (6.000 euros), el Premio Duque de Alba (3.800), el Premio Alfonso y Alejandra de León (3.000) y el Premio El Corte Inglés (2.400). Además del escultor monegrino, siguiendo este mismo orden, fueron galardonados Alejandro Predajas, Augusto Arana y Antonio Jurado. En esta edición, fueron 15 los seleccionados.

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