Las cuentas pendientes con las autovías del Pirineo: 380 millones

Según el nuevo proyecto de PGE, la finalización de la A-21 y la A-23 (Huesca-Jaca-Pamplona), cuya primera piedra se puso hace dos décadas, se retrasará al menos hasta 2025.

Las obras de la variante de Sabiñánigo arrancaron este año. En esta imagen, la construcción del viaducto sobre los ríos Gállego y Aurín, de 936 metros de longitud.
Las obras de la variante de Sabiñánigo arrancaron este año. En esta imagen, la construcción del viaducto sobre los ríos Gállego y Aurín, de 936 metros de longitud.
Rafael Gobantes

El ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana –antes de Fomento– ha dado en los últimos años un importante empujón a las obras de las autovías del Pirineo (A-23 y A-21) con el final del desdoblamiento del puerto de Monrepós y la apertura de dos tramos entre Jaca y Puente La Reina. Sin embargo, el proyecto de los nuevos Presupuestos Generales del Estado presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez ralentiza la ejecución de los 40 kilómetros pendientes, casi un tercio de todo el eje Huesca-Jaca-Pamplona (130 km).

Estos PGE contemplan para el próximo año una inversión global de casi 32 millones de euros en los cinco tramos que faltan, aunque en tres de ellos las partidas reservadas son de 100.000 euros por lo que, como mucho, en 2021 solo se podrán adjudicar las obras pero no iniciarlas. Para la variante de Jaca (8 km) se incluyen partidas por valor de 35 millones para los años 2022, 2023 y 2024, un tercio del coste total de la obra (115 millones); en el caso del tramo Puente La Reina-Fago (11,6 km), también se reservan en estos tres mismos años 57,5 millones para una obra con un presupuesto de 85 millones; y para Lanave-embalse de Jabarrella-Sabiñánigo Sur (7 km), sin embargo, no hay ninguna partida más, lo que demorará todavía muchos años el cuello de botella que se forma ahora al pie de Monrepós.

Los otros 31,5 millones presupuestados para 2021 van casi a partes iguales al tramo Sigüés-Tiermas (6,6 km) y a la variante de Sabiñánigo (6,9 km), cuya apertura se ha retrasado ahora a 2022 y 2023, respectivamente.

Sin embargo, teniendo en cuenta las previsiones de costes del Ministerio, aún quedan por invertir unos 380 millones de euros para acabar las dos obras que están en marcha y los tres tramos que ni siquiera están licitados.

Con la nueva programación prevista, la finalización de las dos autovías, cuyos trabajos arrancaron hace ya más de 20 años (la primera piedra se puso a principios de 1999 con el tramo Huesca-Nueno), no llegará como mínimo hasta 2025, siempre y cuando en próximos PGE se doten mayores partidas que en la última propuesta. Para entonces se habrán invertido unos 1.150 millones de euros entre la A-21 y la A-23 (de momento la suma ronda los 750 millones, dos tercios del total).

Desde el PP, el diputado Mario Garcés denuncia las "pírricas" anualidades que recogen los presupuestos de 2021 para las autovías, "que además se dilatan", añade. Sin embargo, Begoña Nasarre, diputada del PSOE en el Congreso, valora el "impulso definitivo" que se da a los tramos de autovía en ejecución "porque tenemos que finalizar lo que está en marcha", resalta.

Alcalde de Jaca: "Es la partida necesaria"

Para el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, que los PGE recojan solo 100.000 euros para la variante que enlazará las dos autovías no implica un retraso de este proyecto que eliminará el tráfico innecesario por el centro de la ciudad incrementando la seguridad y rebajando la contaminación. "Es la partida necesaria para poder realizar el procedimiento de licitación y adjudicación por lo que estamos contentos", valora. En su caso, se daría por satisfecho si en 2021 se cierra el "complejo" procedimiento administrativo y las obras arrancan en 2022. Además, confía en que conforme avancen se vayan ampliando esos 35 millones que hay de momento consignados hasta 2024 "porque es una obra que no puede durar tantos años".

Mientras, la alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández, valora que las obras de la variante "están cumpliendo plazos hasta el momento" con dos rotondas que ya están en servicio. Pero también admite su "inquietud" por el retraso que acumula el tramo hasta Lanave ya que cree que los 100.000 euros que se han consignado no van a dar para muchos avances, "aunque todas las previsiones que podíamos tener hasta el momento se van a tener que reajustar en esta situación".

El final de las obras en la A-22 se retrasa más de un año

Respecto a otras obras importantes de comunicación, los Presupuestos apuntan a que la finalización de las obras de los últimos 13 kilómetros de la autovía A-22 (Huesca-Lérida) se retrasará más de un año respecto a la fecha anunciada inicialmente, septiembre del 2021. Después de que el proyecto estuviera bloqueado durante un lustro por problemas ambientales, la primera piedra se puso por fin en agosto del 2018, contando con un plazo de ejecución de tres años y un presupuesto de 53 millones. 

Las previsiones del Ministerio de Transportes para 2021 los distribuyen ahora hasta el 2023: 7,3 millones ejecutados en 2020; 13,3 en 2021; y después de la fecha teórica de inauguración aún quedaría por gastar más de la mitad del montante, 23,4 en 2022 y 4, 6 en 2023. Hasta entonces, los conductores seguirán sufriendo el cuello de botella que atraviesa el peligroso tramo de Estrecho Quinto, por donde pasan unos 12.000 vehículos diarios.

Solo 300.000 euros para 70 km de la A-14

La autovía A-14 o de la Ribagorza, que atravesará 70 kilómetros de la provincia, vuelve a quedar relegada en los PGE. En el último proyecto solo se incluyen tres partidas testimoniales de 100.000 euros cada una para tres de los seis tramos altoaragoneses, lo que impedirá iniciar las obras de unos proyectos que se encargaron en 2009: Alfarrás-Tamarite (11,8 km), Tamarite-Purroy de la Solana (13 km) y Purroy de la Solana-Benabarre (11,4 km). 

Además, no hay ni un euro reservado para avanzar en los otros tres proyectos que suman 36 kilómetros desde Benabarre hasta Sopeira (de allí hasta el túnel de Viella no se contempla la conversión en autovía, solo la mejora de la peligrosa N-230). Hasta ahora únicamente hay desdoblados 16 de los 95 km de la A-14, todos en Lérida, pese a las reiteradas demandas de los alcaldes ribagorzanos.

El cierre definitivo de la circunvalación de Huesca, bloqueado

El cierre definitivo del anillo de circunvalación de la ciudad de Huesca a través de la variante sur, que conectará la A-22 (a la altura de la plataforma logística Plhus) y la A-23 (en Siétamo, enlazando con el aeropuerto) continúa bloqueado. El proyecto de PGE tan solo incluye una partida simbólica de 100.000 euros, sin ninguna consignación más para los siguientes años. 

Después de una década de paralización administrativa, el Ministerio aprobó provisionalmente en septiembre de 2018 la actualización del procedimiento de evaluación ambiental ya que la anterior caducó en 2013. De entre las nueve alternativas planteadas en principio, se decantó por la más al sur de 18,5 km con un presupuesto de 93 millones de euros. Es una de las reivindicaciones que llevan planteando desde hace años los sucesivos gobiernos municipales sin ningún éxito.

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