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Pueblos de Huesca y Teruel despliegan la banda ancha y el alquiler para atraer a nuevos vecinos

Los ayuntamientos quieren dar respuesta al incremento de las peticiones de residencia que se están recibiendo para instalarse en el medio rural, especialmente después del estado de alarma. 

Un operario instala los cables de la banda ancha en la localidad de Bernués.
Un operario instala los cables de la banda ancha en la localidad de Bernués.
Sergio Padura

La distancia se puede medir en kilómetros, en tiempo y, sobre todo, en megas. Esta última magnitud es ahora determinante a la hora de elegir un lugar para instalarse. La velocidad en la transmisión de datos es, sino el más importante, sí uno de los que ayudan a decidir un proyecto vital, especialmente tras el confinamiento al que obligó y obliga la pandemia y que en los pueblos se soporta de otra manera. El tipo de conexión a internet y la disponibilidad de vivienda de alquiler son dos de las cuestiones que ahora ocupan a los alcaldes de las provincias de Huesca y Teruel

En el Ayuntamiento de La Sotonera, en el Alto Aragón, "raro es el día que no llama alguien para decir que se quiere venir a vivir",  comenta la alcaldesa, Isabel Bailo. Una de las últimas llamadas ha sido la de un militar que está en Almería. "Quiere pedir traslado a Huesca  y está interesado en vivir en Bolea (uno de los núcleos del municipio con más de 400 habitante) porque lo ha visto por internet y le gusta el pueblo", indica la primera edil. "También han  llamado desde Valencia y una pareja de Granada, que incluso vino para ver si había casas en alquiler", añade.  

Según dice Bailo es "un poco frustrante" tener que dejar pasar estas oportunidades por falta de viviendas. Es por ello que desde el Ayuntamiento se ha emprendido la labor de mentalizar a los vecinos para que que saquen sus viviendas al mercado del alquiler porque "muchos tienen aquí casas que apenas frecuentan".

Conectados con el mundo desde Bolea

La alcaldesa afirma que Bolea tiene "un paisaje precioso y una situación privilegiada porque contamos con servicios y estamos a un paso de la capital oscense". "La gente quiere venir a vivir a un pueblo, pero no para estar como un eremita", apostilla Isabel Bailo. A quien le pregunta, le pone siempre el mismo ejemplo: "Estamos a 15 minutos de Huesca, con un tren AVE que nos deja en Madrid en dos horas, y a 50 minutos de Zaragoza por carretera. "Estamos conectados con el mundo y eso la gente también lo valora mucho", dice con total seguridad. "Y no solo por tren o carretera, ya que tenemos banda ancha y no hay ningún problema de conectividad", añade.  

En Esplús, en la comarca de La Litera y a 5 km de Binéfarlas casas para vacaciones se han transformado en residencia habitual. Hace tres años que el Ayuntamiento puso en en marcha una bolsa de vivienda porque "veíamos que había mucha demanda y poco movimiento", apunta la alcaldesa, Tania Solans. Ahora, con el Plan de Vivienda de la Diputación Provincial de Huesca, se está tramitando la construcción de dos nuevos pisos en la propia casa consistorial, donde ya hay dos viviendas alquiladas que en su día fueron para el médico y el secretario municipal.  

En las calles de Esplús se ven estos días tubos, cables y vehículos de la empresa Embou. Están instalando la fibra óptica con la ayuda de un programa impulsado por el Ministerio de Energía Turismo y Agenda Digital, que ahora ha dejado fuera del nuevo plan de extensión de banda ancha a todo Aragón. "Esperamos que en breve entre en funcionamiento porque hoy en día es necesario ,para el teletrabajo y para todo porque ya hasta la educación es 'on line'.", apunta Solans.  

Los vecinos más pequeños de Esplús en la escuela infantil este curso.
Los vecinos más pequeños de Esplús en la escuela infantil este curso.
Ayto. Esplús

Además de vivienda y conectividad, Esplús ofrece a sus vecinos facilidades para conciliar la vida familiar con la laboral. En la planta baja de edificio donde está el colegio se halla la escuela infantil, que este curso ha sido necesario ampliar para dar cabida a 13 niños y niñas. Hay comedor escolar, ludoteca y múltiples actividades para después de las clases. La localidad cuenta con un servicio de taxi gratuito durante cuatro días a la semana para llevar a quien lo precisa a Binéfar, ya sea para hacerse un análisis o comprar algún producto que no se encuentre en la población. Esta lanzadera está ahora suspendida por la pandemia, pero cuando hay normalidad incluso conecta con el autobús que lleva hasta el hospital de Barbastro

Ventajas para los empadronados en Esplús

Ser vecino de Esplús tiene además un plus. Quienes están empadronados aquí, tiene gratis el primer año de escuela infantil y bonos con descuento para el servicio de fisioterapia que se presta en el consultorio. Asimismo, el año pasado se puso en marcha un plan de atención a los mayores. "Vimos que en el invierno había personas que se encontraban un poco solas o aburridas y ahora todas las mañana hay actividades como talleres para la estimulación de la memoria, gimnasia de mantenimiento...", indica la alcaldesa. 

Parece que todo este esfuerzo funciona porque en dos años, Esplús ha pasado de tener 580 vecinos a contar con 657 empadronados. "Hay mucha gente joven y muchos niños, que es lo que interesa", señala Tania Solans. 

Las dificultades de acceso a internet en buena parte del medio rural turolense han empujado a muchos alcaldes a intentar por sus propios medios mejorar la conectividad en sus pueblos. Lo hacen, en gran medida, espoleados por la pandemia de covid, que ha convertido a los pequeños municipios en oasis para la crisis sanitaria. Algunos veraneantes han decidido instalarse en su casa natal y disfrutar de los espacios abiertos que brinda el pueblo para esquivar el riesgo de contagio que acecha a las muchedumbres, pero siempre que puedan teletrabajar. Esta es una buena oportunidad para que los ayuntamientos ganen vecinos y sus responsables no quieren dejarla escapar.

El alcalde de Mezquita de Jarque y diputado nacional por el PSOE Herminio Sancho ha solicitado a Telefónica que calcule cuánto dinero le costaría al Ayuntamiento extender la banda ancha a todas las casas de la localidad, por cuyo término municipal ya discurre la fibra óptica dando servicio al Consistorio y a la escuela, aunque no con la rapidez deseada. El objetivo es lograr la financiación necesaria para que todo el pueblo tenga buena conexión a internet, “algo tan preciso en las casas del siglo XXI como lo fueron en el siglo XX el agua y la luz eléctrica”, dice Sancho. “Si antes de la crisis covid la banda ancha era imprescindible, ahora es superimprescindible; es un asunto de urgencia”, destaca.

Mezquita de Jarque

Mezquita de Jarque, con 131 habitantes, se ha propuesto construir y rehabilitar casas, hasta un total de seis, para los nuevos pobladores. Además, su Ayuntamiento venderá terrenos al menor precio posible para aquellos que decidan levantar una vivienda en este municipio de las Cuencas Mineras. “La pandemia va para largo y no es lo mismo tener que coger todos los días el Metro que educar a tus hijos en la escuela rural”, afirma Sancho.

Carlos, nombre ficticio de uno de los veraneantes que ha decidido quedarse en Mezquita de Jarque y teletrabajar desde allí, ve múltiples ventajas a la vida en el pueblo en tiempos de pandemia. “El riesgo de contagio es menor aquí, donde viven no más de 80 vecinos en 30 kilómetros cuadrados frente a las 10.000 personas que se reparten un kilómetro cuadrado en una gran ciudad”. A su juicio, la covid ha puesto de relieve la necesidad de equilibrar la población del país, “y que la España vaciada deje de serlo”.

La alcaldesa de Valjunquera, Susana Traver, ha llegado a un acuerdo con la operadora que instaló en la localidad 11 puntos de wifi gratis para los vecinos a cuenta de una subvención europea de 15.000 euros. La empresa se ha comprometido a desplegar la red por todo el pueblo a cambio de haber sido elegida para realizar el trabajo financiado por la UE.

Valjunquera: El atípico caso de una utopía política hecha realidad
Vista de Valjunquera, localidad turolense en la comarca del Matarraña
Laura Uranga

Como explica Traver, una familia que veraneaba en esta localidad del Matarraña con 330 habitantes ya se ha quedado a vivir y teletrabajar y hay varias parejas jóvenes “que se lo están planteando". La alcaldesa de Valjunquera destaca que en el medio rural “las viviendas son más espaciosas, hay naturaleza por todas partes para pasear y todos los vecinos formamos un grupo burbuja en el que los contagios son más difíciles”. Otra de las ventajas de Valjunquera es la cercanía a los recursos sanitarios, pues el hospital comarcal de Alcañiz se encuentra solo a 10 minutos en coche.

En la antigua casa del cura de Bañón

En Bañón, el Ayuntamiento ofrecerá viviendas de alquiler en la antigua casa del cura para dar respuesta a la demanda de nuevos pobladores que existe en este muncipio de la comarcal del Jiloca con 153 vecinos. El Obispado de Teruel ha donado el edificio con este fin y el Consistorio se ha puesto manos a la obra para conseguir la financiación que le permita habilitar apartamentos, siempre respetando los elementos arquitectónicos destacados que posee el edificio.

El alcalde de Bañón, José Sancho, explica que en el pueblo hay viviendas vacías, pero muy pocas se alquilan. El regidor relata el caso de personas “que han vivido de alquiler en el pueblo y, al acabar el contrato y no encontrar otra casa, acabarán yéndose”. Sancho confía en que para la próxima primavera puedan comenzar las obras en la antigua casa del cura.

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