La pandemia acaba con el autobús que desde hace 12 años desplazaba a trabajadores oscenses a Zaragoza

Los usuarios aseguran que ningún transporte público garantiza poder llegar al puesto de trabajo antes de las 8.00. La compañía Alosa justifica la supresión del servicio por la baja demanda.

Marisa Yzuel, viaja a diario entre Huesca y Zaragoza en autobus/ Foto de Javier Blasco / 2-9-08 [[[HA ARCHIVO]]]
Marisa Yzuel viajaba a diario entre Huesca y Zaragoza en autobús, pero ahora vive de lunes a viernes en Zaragoza.
Heraldo

La compañía de transportes Alosa ha suprimido, después de 12 años, el autobús que de lunes a viernes trasladaba a trabajadores oscenses a Zaragoza, un servicio especial, a menor coste y con paradas próximas a sus puestos de trabajo o bien comunicadas con ellos. La decisión ha provocado las quejas de los usuarios, que en algún caso se tienen que quedar a vivir en la capital aragonesa, de lunes a viernes. La empresa lo justifica por la baja demanda, ya que el teletrabajo ha restado viajeros. 

Marisa Yzuel, portavoz de Huesca se Mueve, la coordinadora creada entonces y que anualmente firmaba un convenio con Alosa, lamenta la decisión. Justifica que los servicios regulares, tanto de tren como de autobús, que salen a primera hora de Huesca no permiten llegar a fichar a las 8.00, pues una vez llegan a la capital aragonesa deben emplear un tiempo en los desplazamientos al puesto de trabajo. El primero servicio regular de Alosa sale a las 6.45 y llega a la estación de Delicias a las 7.50, “pero luego hay que andar o coger un autobús o un tranvía para llegar a fichar”. 

El servicio conveniado, sin embargo, tenía dos autobuses, a las 6.15 y a las 6.45, con paradas en distintos puntos de la ciudad que facilitaban la movilidad al trabajo. El 14 de mayo les comunicaron la anulación del servicio porque no era viable económicamente. Se ha estado negociando, pero finalmente no ha habido acuerdo.

Yo me tengo que quedar a vivir en Zaragoza de lunes a viernes porque no hay ningún transporte público, ni tren ni autobús que me garantice que llego antes de las 8.00 a trabajar”, asegura Yzuel. Y añade que la deslocalización de varias empresas privadas, entre ellas entidades bancarias, que cerraron oficinas en Huesca y trasladaron a parte de su plantilla a la capital aragonesa, lo hizo más necesario. Según la portavoz de la coordinadora, había unas 25 personas interesadas. Lamenta que, por contra, el servicio que lleva a Huesca a trabajadores residentes en Zaragoza, sigue funcionando.

Alosa lo enmarca en la revisión de los servicios a causa de la pandemia, que ha llevado a mantener aquellos donde hay demanda. Pese a ello, estuvo operativo hasta mayo, “algún día con solo una persona”, aseguró José Ramón Lasierra, director de la empresa de transporte. 

El autobús empezó a funcionar en 2008 con 45 usuarios y a un precio más reducido, pero ahora, ya sea por el teletrabajo o por otras circunstancias, solo estaban interesados la mitad. Alosa asegura además que con la línea regular llega un bus a las 7.30 a la parada del Actur, donde el tranvía permite desplazarse por la ciudad. 

Por contra los transportes del colectivo de zaragozanos que acuden a trabajar a Huesca tienen una media de 50 usos diarios. “Estamos dispuestos a seguir hablando, pero en esas condiciones es insostenible económicamente”.

El servicio de Huesca a Zaragoza se puso en marcha en octubre de 2008, después de que la coordinadora ciudadana de viajeros entre ambas capitales se movilizara y alcanzara un acuerdo con la compañía. En la primera ciudad había tres puntos de recogida y en la segunda, distintas paradas, como El Pilar, la plaza de San Francisco, la plaza Aragón o la Ciudad de la Justicia. De esta forma se planteaba un modelo similar al que ya existía a la inversa, que daba servicio a los muchos funcionarios zaragozanos que a diario acuden a trabajar a Huesca. 

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