huesca

La Expoferia de Aínsa celebra su 35 edición entre estrictas medidas de seguridad

Una veintena de productores locales se han ubicado este sábado en la explanada del Castillo recibiendo un continuo goteo de público.

La Expoferia Castillo de Aínsa cumple 35 años y, fiel a sus costumbres, vuelve a ser el reclamo del primer fin de semana del mes de septiembre en la localidad sobrarbense. En esta ocasión y debido a la pandemia el acontecimiento ha sufrido cambios notables de organización, lo que no ha impedido que los visitantes hayan comenzado a acercarse desde media mañana hasta la explanada que da acceso a la Villa Medieval.

Cumplir con las medidas de seguridad para garantizar el disfrute del público ha sido la principal de las preocupaciones del consistorio ainsetano, de modo que, para evitar aglomeraciones, en esta edición no hay exposición de maquinaria agrícola, subastas o la tradicional comida popular. Lo que sí hay es casi una veintena de productores locales vendiendo pan, queso, hortalizas, manzanas, zumo, vino o cerveza

El recinto está cerrado para controlar el aforo y tiene un recorrido de sentido único, así como gel hidroalcohólico a la entrada del mismo y también en cada uno de los puestos, distanciados unos de otros más de dos metros. La afluencia y las sensaciones están siendo muy positivas por parte de la organización.

Otra de las modificaciones significativas ha sido la duración, pues en años anteriores el acontecimiento se prolongaba todo el fin de semana y en esta ocasión se clausurará este mismo sábado. No obstante, la programación de este fin de semana se complementa con la Jornada de Puertas Abiertas al Eco Museo de la Fauna Pirenaica del próximo 14 de septiembre, mientras que el lunes 28 se celebrará una webinar sobre la nueva Política Comunitaria Agraria (PAC) a cargo de José Luis Chapulle.

A pesar de las dificultades, el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe está convencido de que este tipo de actividades deben seguir realizándose. La Expoferia o el Festival del Castillo son señas de identidad de la localidad y este año debían mantenerse para seguir apoyando el tejido empresarial, cultural y turístico de la zona. Así, el público que este sábado se dé una vuelta por la explanada de la Villa Medieval podrá degustar zumo de manzana del Sobrarbe recién exprimido. Por cada 60 kilos de manzana se obtienen, aproximadamente, 30 litros de zumo gracias a la maquinaria de la que dispone la Asociación Un Paso Atrás. El producto final se adquiere por venta directa, y actualmente está pendiente del Registro Sanitario para venderse en las tiendas de la Comarca.

Rondadora, el Paté de L'Aínsa o los Quesos de Guara, por citar algunos ejemplos, son los fieles de la Expoferia. No obstante, y a pesar del recorte en cuanto a número de expositores, se ven en esta edición caras nuevas, como por ejemplo la de Javier Buil, impulsor del Proyecto Vignerons de Huesca. La idea nació en 2018 y consiste en llevar a hosteleros de la zona vino artesano oscense procedente de bodegas pequeñas, que cuentan con producciones limitadas de entre 3.000 y 4.000 botellas. Para el restaurador es algo novedoso y exclusivo, pues este vino solo se ofrece en los 48 establecimientos adheridos a la iniciativa.

La miel es otro producto estrella de las ferias y en esta no podía faltar. En esta ocasión se estrenaba Ibón Parra, aunque lleva 10 años embarcado en su proyecto empresarial denominado Mis amigas las abejas. Siempre habían tenido colmenas en casa, de modo que al acabar la carrera decidió redimensionar la explotación familiar de Latorrecilla para producir reinas fecundadas y vírgenes destinadas al mercado nacional, así como enjambres y miel, ésta última alcanzando las 3 toneladas anuales. Venden en su domicilio y por internet, aunque aseguran que se les podrá ver en el mercadillo de Aínsa próximamente y en las ferias que vayan convocándose.

Otro nuevo fichaje para la Expoferia 2020 es David Mur y el azafrán premium de Sobrarbe. En el hogar familiar siempre habían producido azafrán para consumo propio, pero en 2015 decidieron profesionalizarlo como un producto de alta calidad. Tras investigar, hacer ensayos y conseguir una ayuda de innovación europea en 2017 el proyecto cogió impulso, aunque no fue hasta 2019 cuando alcanzaron la calidad a la que aspiraban. Ese año registraron la marca de Azafrán de Sobrarbe y comenzaron a comercializarlo a través de la venta directa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión