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Se reducen a 38 los positivos en la residencia de ancianos de Chimillas

El centro La Abubilla de Yéqueda cuenta con 14 ancianos ingresados procedentes de Zaragoza, todos ellos negativos.

Imagen de archivo de una ambulancia entrando a la residencia de Chimillas para trasladar a un usuario al hospital San Jorge.
Imagen de archivo de una ambulancia entrando a la residencia de Chimillas para trasladar a un usuario al hospital San Jorge.
Rafael Gobantes

La nueva tanda de test PCR hechos en la residencia de Chimillas, situada a pocos kilómetros de la ciudad de Huesca, ha rebajado ligeramente el número de contagios activos. De los 108 residentes, 43 dieron positivo, pero ahora la cifra se ha reducido a 38 después de que los cinco restantes hayan dado ya negativo. Otros diez residentes tuvieron que ser hospitalizados en el San Jorge. Además, 10 de los 45 trabajadores también resultaron contagiados y se vieron obligados a confinarse en sus domicilios.

En los últimos días, tres de los usuarios han fallecido, como reconocieron este martes desde el grupo Vitalia, que gestiona este centro de mayores, pero también recalcaron que la causa de estas muertes no fue la covid-19 sino que eran personas que sufrían ya "multipatologías previas".

Cabe recordar que los propios vecinos de Chimillas se movilizaron hace poco más de una semana para mostrar su apoyo a los residentes y los trabajadores del centro geriátrico.

La Abubilla, estable

En la localidad cercana de Yéqueda se encuentra también la residencia La Abubilla, donde este martes había 14 ancianos ingresados, todos ellos negativos.

Este centro covid volvió a abrir sus puertas con un total de 46 plazas la semana pasada, 50 días después de haber dado su última alta, aunque esta vez no fue para acoger a ancianos con coronavirus sino a usuarios de otras residencias de Zaragoza que requerían un lugar seguro para aislarse de los contagios que se estaban produciendo en sus propios centros.

Mateo Ferrer, director de La Abubilla, aseguró que disponen de 15 profesionales sanitarios, una cifra con la que pueden asumir de momento la carga de trabajo que implican estos 14 residentes. Y es que recordó que en esta segunda tanda se han reforzado todavía más las medidas de seguridad y de higiene para evitar contagios entre estos ancianos y ancianas negativos.

"Les damos un tratamiento como si fueran sospechosos al haber estado en contacto con personas contagiadas", subrayó. De hecho, los protocolos son incluso más estrictos: no comparten habitación, a diferencia de los positivos, por si están incubando el virus; se les somete a un aislamiento preventivo; y el personal debe extremar las precauciones con el uso de los trajes de protección, que no pueden volver a usar de un cuarto a otro.

El domingo fue el último día que recibieron ingresos, aunque Ferrer afirmó que están preparados para poder aumentar la ocupación de las plazas en cualquier momento si fuera preciso.

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