Huesca blindará también la plaza de San Lorenzo y solo dejará un pasillo para ir a misa

La medida se ha adoptado para evitar concentraciones frente a la basílica del patrón.

El vallado se instaló el viernes y se ampliará para los actos religiosos más populares del 9 y el 10.
El vallado se instaló el viernes y se ampliará para los actos religiosos más populares del 9 y el 10.
Pablo Segura

El Ayuntamiento de Huesca ha decidido restringir los accesos a la basílica de San Lorenzo exclusivamente a quienes vayan a asistir a la celebración de los actos religiosos el 10 de agosto, día del patrón. La medida se ha adoptado este viernes, en coordinación con las autoridades sanitarias competentes y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, "para evitar concentraciones de personas que pudieran suponer un riesgo para la salud y la seguridad", ha justificado en un comunicado, recordando que la ciudad de Huesca se encuentra en la fase 2 de la desescalada. También está previsto cerrar la plaza de la Catedral el día 9, a la hora en que se debería lanzar el chupinazo.

La plaza de San Lorenzo quedará vallada y solo se habilitará un pasillo para entrar a la iglesia. En el interior de la misma el aforo permitido en fase 2 es del 50%, siempre que este permita cumplir las distancias mínimas, con obligación además de usar mascarillas. "No se permitirá, en ningún momento, ni el tránsito por la plaza ni la permanencia de personas en los aledaños de la misma", ha anunciado el Ayuntamiento, informando que la Policía invitará, en su caso, a que las personas circulen sin que puedan formarse grupos estáticos que contravengan la normativa sanitaria. Solo se autoriza el tránsito rodado así como la entrada a los vehículos que tienen autorización.

Estas medidas entrarán en vigor la misma tarde del viernes, ya que a las 19.30 se inicia la celebración del tridúo. El alcalde mantuvo el jueves por la tarde una reunión con las autoridades eclesiásticas, horas después de manifestar públicamente su preocupación por el tránsito en el exterior de la basílica de San Lorenzo, sobre todo los días 9 y 10, ya que habrá actos religiosos, aunque con limitación de aforo. "El Obispado tiene derecho a celebrar las misas, pero nos preocupa el flujo de personas porque San Lorenzo es San Lorenzo", dijo Luis Felipe.

Los actos religiosos, con un aforo del 75%, incluyen el triduo del 7, 8 y 9 de agosto y la misa pontifical del día patrón, el 10 de agosto, presidida por el obispo de Huesca. También habrá una misa del cofrade el 11 y eucaristías el 15. El vallado se instaló este viernes y se ampliará para los actos religiosos más populares del domingo y el lunes. 

La diócesis ve con buenos ojos la medida de restringir el acceso exclusivamente a quienes asistan al culto, manifestó el vicario, Nicolás López. Lo mismo el párroco de San Lorenzo, Manuel Malo, quien explicó que los días de mayor afluencia dos personas se situarán en la puerta para ir contando a quienes entran hasta completar el aforo de 194 personas, sentadas 3 en un banco, 2 en el siguiente y así sucesivamente.

El acceso será escalonado y a la salida se abrirán tres puertas. "Nosotros controlamos de puertas adentro, pero no podemos controlar la calle", declaró el párroco, satisfecho con la medida adoptada por el Ayuntamiento. Además, comentó "Sanidad se ha puesto en contacto con la parroquia para que desde el púlpito se indique a los fieles la prohibición de hacer corros a la salida".

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