Detenidos los atracadores de un banco en Almudévar tras repartirse el botín de 92.000 euros

Los arrestados, de 53 y 53 años, vecinos de Casetas y Sabiñánigo, habían dejado a los empleados maniatados con bridas y encerrados en el cuarto de la caja fuerte. 

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La Guardia Civil ha detenido a dos hombres como supuestos autores del atraco cometido hace dos semanas en una sucursal de la Caja Rural en Almudévar, donde tras amenazar a los empleados con armas de fuego los dejaron maniatados con bridas en una habitación. A las pocas horas, los delincuentes ya estaban identificados y desde entonces los agentes vigilaban de cerca sus movimientos. El 21 de julio se encontraron en una gasolinera para repartirse el botín, lo que precipitó su arresto.

Los detenidos, de 53 y 54 años, son vecinos de Casetas y Sabiñánigo y están acusados de un delito de robo con violencia o intimidación y otro de detención ilegal. Tienen antecedentes por hechos similares y el juez los ha enviado a prisión. 

El arresto ha permitido recuperar, de momento, solo una parte del botín, 43.000 euros de los 92.000 que se llevaron, así como armas y la vestimenta utilizada, en la denominada Operación Agarraderas. Según ha explicado la Guardia Civil, el robo tuvo lugar en torno a las dos de la tarde. Los atracadores habían entrado por separado a la sucursal bancaria, cubriendo su rostro con gafas de sol, gorras y las mascarillas. Una vez accedió el segundo a la oficina, ambos sacaron una pistola y amenazaron a los empleados y los maniataron con bridas. 

Tras conseguir abrir la caja sustrajeron del interior 92.000 euros, amenazaron a los empleados con ejercer represalias hacía ellos si daban aviso a la Guardia Civil y les dejaron encerrados en el cuarto de la caja fuerte, dándose a la fuga con el botín. Cuando los trabajadores pudieron dar la voz de alarma los atracadores ya habían abandonado la localidad.

El Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Operativo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca hizo una reconstrucción de los hechos y un estudio pormenorizado de los posibles movimientos realizados antes por los atracadores. A las pocas horas, ya se pudo identificar a dos sospechosos y se inició un dispositivo de control continuo sobre los mismos. 

Los delincuentes adoptaban importantes medidas de seguridad para evitar ser detectados, hasta que una semana después, el día 21 de julio, se encontraron en el aparcamiento de un supermercado y de allí se trasladaron a una gasolinera con poco tránsito, donde uno le entregó un paquete al otro. Luego se separaron y regresaron cada uno a sus respectivos domicilios.

Ante las sospechas de los agentes de que se citaron para el reparto del botín, esa misma tarde interceptaron a uno de los sospechosos en Casetas y se le intervino un paquete que el había entregado el otro sospechoso con 41.200 euros en billetes de 5, 10, 20 y 50 euros, procediendo a su detención. Poco después se arrestó al otro en Sabiñánigo.

En los registros domiciliarios realizados en la vivienda de los detenidos se localizaron 2.410 euros más en paquetes de 10 y 20 euros, escondidos en sitios recónditos de la vivienda, como un altavoz, interviniéndose también prendas de vestir y accesorios que habrían sido usados supuestamente para cometer el robo.

Además del dinero en metálico (43.780 euros) en billetes fraccionados, ropa, calzado y accesorios, la Guardia Civil incautó 3 pistolas simuladas, una de ellas de aire comprimido de calibre 4,5 mm, una caja de munición real de calibre 9mm Parabellum, bridas y documentación.

En la operación han participado la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Huesca, apoyada en los registros por los puestos de la Guardia Civil de Utebo y Sabiñánigo. La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca.

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