La Guardia Civil tuvo que atender ocho salvamentos en la montaña en 9 horas

Se produjeron varias caídas en neveros, lesiones de tobillo y un barranquista sufrió una fractura cuando se tiraba por un tobogán. 

Rescate de dos escaladores enriscados en la cresta de Cregüeña, en Benasque.

El fin de semana ha vuelto a disparar las estadísticas de accidentes de montaña, pese a la caída de visitantes en el Pirineo por la pandemia y a las recomendaciones de limitar la movilidad tanto en Cataluña como en la ciudad de Zaragoza. Solo en la jornada del sábado, las distintas unidades de la Guardia Civil de Montaña y las unidades aéreas con base en Huesca y Benasque tuvieron que acudir, en menos de nueve horas, a ocho salvamentos, con 10 personas evacuadas.

El primero se produjo a las 11.15 y fue uno de los más comprometidos. Dos montañeros barceloneses de 56 y 63 años que descendían del pico Perdiguero (Benasque) sufrieron diversas lesiones cuando uno de ellos provocó un desprendimiento de rocas, del que resultó afectado él, con lesiones en la rodilla y el tobillo, y una acompañante, en un hombro. La última llamada se registró a las 20.00, por un esguince de una mujer de Valencia de 25 años que sufrió una caída por un nevero en los Llanos de Millaris (Fanlo). Y es que todavía queda bastante nieve en altura en los Pirineos. 

Entre uno y otro salvamento, los socorristas atendieron a una senderista de 59 años por una caída en el ibón de los Asnos (Panticosa); una pareja de Guipúzcoa, de 24 y 31 años, en el cima del pico Tallion (Fanlo), al lesionarse un tobillo uno de ellos; una senderista zaragozana de 22 años con una torcedura en la bajada del ibón de Escarpinosa (Benasque); un barranquista francés de 30 años que se tiró por un tobogán en el barranco de Barrosa (Bielsa) y se fracturó también el tobillo; una caminante de 24 años, de Zaragoza, que se lastimó una rodilla por una sobrecarga en los ibones de Bachimaña (Panticosa); y un valenciano de 53 años con una lesión de tobillo cuando bajaba corriendo del refugio Ángel Orús (Sahún).

Este domingo no ha habido rescates, pero el viernes los guardias evacuaron a dos valencianos que resbalaron por un nevero en Panticosa y a dos escaladores barceloneses enriscados que eran incapaces de superar las dificultades de la cresta de Cregüeña (Benasque). 

Este último operativo fue uno de los más complicados. Se dio aviso sobre las 20.30, cuando apenas había ya luz solar, informando de que en esa cresta se encontraba dos montañeros que no eran capaces de superar las dificultades que presentaba la cima. Uno de ellos, una mujer de 37 años, estaba en una situación precaria, al encontrarse en una pared vertical en medio de un largo de escalada sin poder subir, y su compañero de cordada, un hombre de 36 años, no era capaz de ayudarle para poder continuar.

Acudieron al lugar especialistas del Greim de Benasque y la unidad aérea con base en la misma localidad. Una vez localizados se procedió a dejar a los socorristas en la cresta por debajo de los escaladores. La maniobra se tuvo que realizar estacionando el helicóptero lo más próximo posible a la pared, ya que por la orografía no podía apoyar el patín en la pared. 

Los especialistas tuvieron que escalar por la cresta hasta llegar a los accidentados. Una vez asegurado el escalador que se encontraba en la pared vertical, se le proporcionó ropa de abrigo, continuando uno de los guardias hasta alcanzar en un lugar más alto al otro. Cuando ya todos estaban asegurados se siguió la progresión hasta la parte superior donde fueron izados a la aeronave y evacuados a la helisuperficie de Benasque. Los dos montañeros estaban ilesos. 

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