bajo cinca
Cifran en 200.000 euros el coste del albergue para temporeros sin techo de Fraga
Se espera que el espacio, que ha sido habilitado en el pabellón del Sotet, se abra en los próximos días con capacidad para 40 personas.
El albergue para temporeros sin techo de Fraga tendrá un coste de alrededor de 200.000 euros, según los cálculos realizados por los técnicos de la Comarca del Bajo Cinca, que han sido los encargados de redactar un protocolo de actuación, en el que establecen los recursos materiales y humanos necesarios para su apertura.
El albergue se ubicará en el pabellón del Sotet de la capital del Bajo Cinca, donde, gracias a la colaboración de Cruz Roja, ya han sido colocados algunos elementos básicos como camas y taquillas. El espacio dispondrá de unas 40 plazas y estará activo durante lo que resta de verano, es decir, hasta el 30 de agosto, coincidiendo con el periodo de más actividad en la campaña de fruta.
Aunque se prevé que se abra en los próximos días, todavía no ha sido anunciada una fecha concreta. El objetivo es acoger a personas que hayan llegado a la zona con un contrato de trabajo o en busca de un empleo y que carezcan de alojamiento. La infraestructura se activará de forma excepcional ante la actual emergencia sanitaria, dado que estas personas carecen de la posibilidad de cumplir con las medidas de distanciamiento e higiene recomendadas.
Los responsables de la Comarca del Bajo Cinca y del Ayuntamiento de Fraga tienen previsto mantener una reunión este mismo miércoles, con el ánimo de concretar algunos detalles sobre la gestión de este equipamiento.
De acuerdo al protocolo de actuación redactado, el consistorio asumiría gran parte de los gastos presupuestados (150.000). El resto correría a cargo de la Comarca del Bajo Cinca así como de las entidades sociales implicadas (Cruz Blanca, Cruz Roja y Cáritas).
Las partidas más importantes se destinarán a personal (90.000 euros), limpieza (27.000), vigilancia (40.000) y catering (30.000). A priori, se prevé crear la figura de un director técnico y además, contar con la participación de trabajadores sociales, un mediador o una integradora social. En total, se calcula que el espacio pueda ser utilizado por unas 290 personas.
El protocolo redactado también incluye los criterios de admisión así como las normas de funcionamiento, detallando los horarios de los diferentes servicios (zona de duchas, comedor o lavandería).
Los temporeros en situación regular podrán estar un máximo de siete días prorrogables a diez, y las personas sin papeles, tan solo tres. A su llegada, todos ellos recibirán un kit básico de productos de higiene y un lote de ropa y además, las entidades sociales así como los profesionales destinados al centro facilitarán su acceso a un empleo.
Medidas contra el coronavirus
El protocolo también establece una serie de medidas preventivas por el covid-19. De hecho, los espacios de cada temporero estarán delimitados, con el fin de mantener el distanciamiento social, y además, al ingresar en el albergue, los usuarios serán sometidos a un control de temperatura y confirmarán mediante declaración responsable el hecho de no haber padecido síntomas relacionados con el coronavirus en los últimos 14 días y no haber estado en el círculo de personas contagiadas o aisladas.
Dentro del propio pabellón, también está prevista la creación de una zona de confinamiento, por si alguno de los usuarios presentara síntomas compatibles con covid-19. Para su atención y control, la ciudad dispone de otro pabellón que ya fue activado el pasado 30 de mayo y que ha registrado 19 ingresos, de los que mantiene 10. El resto han sido ya dados de alta.
