Las iglesias de Huesca tendrán un 'servicio de orden' para velar por la seguridad

La Diócesis de Huesca reabrirá sus templos este lunes 11 de mayo aplicando las medidas de prevención estipuladas para garantizar la seguridad de los fieles, como la reducción del aforo a un tercio, la instalación de equipos de desinfección y la distancia social. No obstante, se hará una evaluación continuada de estas disposiciones para valorar su puesta en práctica y modificarlas cuando sea necesario.

De momento, las iglesias estarán abiertas para las celebraciones litúrgicas y sacramentales, especialmente la eucaristía del domingo. Las misas diarias y dominicales mantendrán sus horarios habituales. Según informan desde la diócesis, es recomendable que, junto al párroco o al sacerdote encargado, exista un equipo (o servicio de orden) para distribuir las diferentes tareas.

El aforo máximo de los templos será de un tercio en la primera fase de desescalada y del 50% en la segunda para respetar la distancia de seguridad. Los asistentes ocuparán los bancos salvando entre ellos la distancia de 1,5 metros (a derecha e izquierda, por detrás y por delante).

La Iglesia prorroga la dispensa del precepto dominical y quien no pueda acudir al templo puede orar en su casa o seguir la retransmisión de la misa a través de los medios de comunicación. La diócesis invita a las personas mayores o enfermas o en situación de riesgo, a que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios.

Con carácter general, se recomienda a quienes piensen ir a la iglesia a que hagan uso de la mascarilla. Las pilas de agua bendita continuarán vacías. Al llegar al templo, los fieles encontrarán información del número de personas que, según el aforo permitido en cada fase, pueden coincidir en él. Además, las puertas de acceso estarán abiertas para la entrada a las celebraciones, evitando así que se toquen manillas o pomos.

Siguiendo las indicaciones del servicio de orden, los asistentes encontrarán señalados, con pegatinas u otra señales, los lugares exactos en los que pueden colocarse. Asimimo, las muestras de devoción y veneración de las imágenes, reliquias, etcétera... deben sustituirse por otras como la inclinación o la reverencia evitando el contacto físico con ellas.

Durante la celebración de la misa se evitarán los coros, manteniendo un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. No habrá hoja de cantos ni se distribuirán pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel. Además, el cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad. El cáliz, la patena y los copones estarán cubiertos con la palia (lienzo).

La Diócesis de Huesca señala que el gesto de la paz puede suprimirse y que el sacerdote celebrante desinfectará sus manos antes de repartir la comunión y al terminar.

El servicio de orden estará vigilante para advertir a quienes se acerquen a comulgar que guarden la distancia interpersonal de 1,5 metros. Aún respetando siempre la libertad de cada fiel de recibir la comunión en la boca o en la mano, se aconseja, dada la excepcionalidad de la situación, que sea en la mano y sin guantes. Entre el sacerdote y los fieles que acuden a comulgar puede colocarse algún tipo de reclinatorio para asegurar una distancia suficiente.

El servicio de orden cuidará que la salida se haga de forma ordenada, evitando agrupaciones en la puerta y manipular manillas o pomos. Al final de las celebraciones se procederá a desinfectar los bancos y objetos litúrgicos así como el conjunto del templo.