Se intercambia un perro con un amigo y acaba detenido por el cabezazo a un agente

Un joven de Binéfar se enfrenta a una acusación de atentado a la autoridad tras golpear y amenazar a los agentes que le pidieron la identificación cuando salió a comprar tabaco y pasear al perro con otra persona. 

Un control de la Guardia Civil este sábado en una de las salidas de Huesca.
Un control de la Guardia Civil durante el estado de alarma.
Pablo Segura

Un joven de 20 años vecino de Binéfar se enfrenta a una acusación de atentado a la autoridad por dar un cabezazo a un agente de la Guardia Civil, insultarlo y amenazarlo,  cuando este le recriminó que fuera paseando junto a otra persona por la vía pública para comprar un paquete de tabaco y además se intercambiara el perro con su acompañante. 

Los hechos ocurrieron a las 12.00 del 14 de abril. La patrulla de servicio observó a dos varones caminando por la calle Mariano de Pano, uno de ellos paseando un perro. Minutos después, en la puerta de un estanco estas dos personas se intercambiaron el perro. Por este motivo uno de los agentes procedió a identificar a estas dos personas y a preguntar por el motivo de su estancia en la vía pública. Justificaron que habían salido para comprar tabaco, e incluso uno de ellos lo enseñó. Los agentes les informaron que no podían ir juntos por la vía publica para comprar un único paquete de tabaco.

Entonces, uno de los caminantes, Raúl S. T., de 20 años, se dirigió a uno de los guardias, una mujer, y le dijo ‘Vete a mamarla’, por lo que esta le requirió la identificación. Siguió caminando para irse y cuando insistieron en que enseñara el carné, respondió con  exabruptos: ‘No me toquéis los huevos’, ‘Me piro pa’ mi casa’.

Los guardias, según el atestado, intentaron que no abandonara el lugar, pero el joven ofreció “una resistencia activa y grave”, llegando a agredir al agente con un cabezazo y agarrándole por el cuello mientras lo insultaba y le profería amenazas. Incluso sugirió a su acompañante que soltara al perro para que mordiera a los guardias.

El amigo intentó tranquilizarlo y le aconsejó enseñar su documentación, pero no consiguió convencerlo. Dada la resistenca, se optó por detenerlo por un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad. Durante el traslado nuevamente le propinó un cabezazo en la nariz a un agente, según consta en el atestado, mientras le recriminaba que anteriormente le había puesto una multa de 1.000 euros. “Sé qué coche tienes”, le llegó a decir.

El juzgado ha abierto diligencias contra Raúl S. T., que está en libertad. El abogado de la acusación particular, Jorge Piedrafita, en nombre del sindicato de la Guardia Civil AEGC, representante de los dos agentes, considera que son hecho graves, “al producirse atentado y lesiones a dos agentes mientras estaban velando por la salud de los ciudadanos y el cumplimiento de las previsiones del estado de alarma”. 

El letrado entiende que hay cuatro posibles delitos: atentado, desobediencia del estado de alarma, lesiones y amenazas de muerte. Además de los daños sufridos podrían haber resultado contagiados por Covid19. En el parte de lesiones se menciona que ha podido haber un contacto porque en el cabezazo pudo haber salpicaduras de la saliva. De momento, los agentes no han dado síntomas.

La acusación particular ha anunciado que trabajará para lograr las máximas penas, “en la línea que lleva la Asociación Española de Guardias Civiles en la defensa de los agentes, para que ninguna agresión quedé impune y salga gratuita para los infractores que ponen en riesgo la seguridad de todos”. El detenido se podría enfrentar a varios años de cárcel.

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