Más de 300 consultorios locales siguen cerrados en Huesca y el Salud cree "prematuro" reabrirlos

Los alcaldes temen que se pueda prescindir de estos centros sanitarios del medio rural cuando pase la emergencia.

Imagen de archivo del consultorio médico de Tolva, en la comarca de la Ribagorza.
Imagen de archivo del consultorio médico de Tolva, en la comarca de la Ribagorza.
Javier Blasco

Los pacientes de las zonas rurales todavía tendrán que esperar para acudir a los consultorios locales, la mayoría de ellos cerrados desde que el 15 de marzo el Servicio Aragonés de Salud dio instrucciones a todos los centros de reorganizar la actividad asistencial por el coronavirus, disminuyendo la presencia por el riesgo de exposición para pacientes y profesionales. Esto se tradujo en el cierre de la mayor parte de los casi 350 ambulatorios de los pueblos de la provincia de Huesca para concentrar la atención en las localidades más grandes.

Algunos ayuntamientos, haciéndose eco de las protestas de los vecinos, han solicitado la reapertura a través de cartas remitidas a los coordinadores de los centros de salud. En el escrito enviado por varios alcaldes al de Binéfar se quejan de que se enteraron del cierre por los sanitarios y de que algunos siguen operativos, con horarios adaptados y la protección necesaria. Entienden que fue una decisión de contingencia por la expansión de la pandemia, pero, aseguran, desde entonces las quejas por la falta de atención han sido "constantes". 

"Entendemos la problemática, pero la gente nos lo reclama, viendo además que algunos sí están abiertos. Hay mucha gente mayor, con problemas para desplazarse al centro de salud y les cuesta contactar por teléfono", declara la alcaldesa de Esplús, Tania Solans. Comprende que el horario no podrá ser el mismo, "pero al menos que abra, con las medidas de seguridad que sean precisas".

Otra alcaldesa, la de Tardienta, también muestra su desacuerdo con el cierre prolongado. "Han concentrado a los médicos y enfermeras en el centro de salud de Almudévar. Lo justifican por la distribución del trabajo, pero ya le dije a la coordinadora que no me parecía bien", señala su alcaldesa, Miriam Ponsa. En esta localidad hay casi 1.000 habitantes y tiene una residencia con 88 internos. 

Los primeros días de la crisis sanitaria el médico de cabecera se desplazaba. "Atendía telefónicamente o daba las bajas por la ventana, pero estaba aquí. Había mañanas que recibía 40 llamadas. Ahora hay que llamar al centro de salud, con dos líneas, que también atiende a pueblos más grandes como Almudévar y Gurrea de Gállego, todos con residencias", comenta Ponsa, que asegura que las líneas se colapsan. "Los pueblos siempre salimos perdiendo", lamenta.   

Esta misma inquietud se comparte en otras zonas de la provincia, por lo que los presidentes comarcales acordaron trasladarla en la próxima reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) donde tomen parte. Y es que en el fondo subyace el temor de que se pueda prescindir de los consultorios.

También se cerraron los Puntos de Atención Continuada, entre ellos el de Canfranc, que atienden fuera de las horas de consulta. El alcalde, Fernando Sánchez, se muestra comprensivo con la situación actual, pero deja claro que "esto no puede servir para eliminar servicios del medio rural, nos han dicho que así será".

En el sector de Barbastro hay casi 150 consultorios y en el de Huesca, 196. El Salud considera que todavía es pronto porque, a pesar del aplanamiento de la curva de casos nuevos de Covid, la presencia del virus todavía es importante. "Es prematuro pensar en relajar estos criterios asistenciales, aunque es cierto que ya están empezando a planificar los cambios que sea necesario implementar para cuando esta situación mejore", indicaron desde el departamento de Sanidad.

Cada equipo de Atención Primaria se ha adaptado en función de sus circunstancias, lo que explicaría que unos estén abiertos y otros cerrados, pero como norma general solo se están utilizando para visitar a algún paciente cuando después de la consulta telefónica se cree oportuno. En todo caso su uso es "excepcional" y "programado", siempre a criterio de los profesionales. Las características de la enfermedad, justifican las mismas fuentes, exigen la realización de un triaje de los pacientes, distanciamiento de los mismos, equipos de protección y circuitos diferentes. "Todo ello es imposible de realizar en los consultorios", cuya asistencia está garantizada, aclaran, por la atención telefónica, presencial en el centro de salud y en el domicilio.

El de Monzón Rural representa la excepción. Aquí se ha mantenido la asistencia en los consultorios, adaptados a la actual situación, y solo ha cerrado alguno muy pequeño. Según explica su coordinadora, Raquel Cortina, la demanda ha disminuido y además en todo momento, a través de los alcaldes pedáneos y de los grupos de ‘whatsapp’ de los pueblos, se sabe dónde encontrar a los sanitarios cada día. Eso sí, se han reducido las frecuencias. "Si antes íbamos tres días, ahora uno, pero hacemos un seguimiento y a los pacientes crónicos los llamamos. Y si alguien se pone malo, vamos", explica.

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