Vecinos de Castejón de Sos se ofrecen a echar una mano en la residencia tras el contagio de seis trabajadores

Los trabajadores de la residencia de Castejón de Sos que este miércoles acudían a su puesto se encontraban con un mensaje de ánimo en forma de pancarta: 'Muchas gracias por cuidar de nuestros mayores'. Y es que tras la confirmación final de que son seis las empleadas infectadas por coronavirus y su consiguiente baja laboral y confinamiento domiciliario, el centro se está viendo obligado a reestructurar sus servicios e instalaciones. Una tarea que se está viendo favorecida por la excelente disposición del resto del personal profesional que se ha puesto a completa disposición de la dirección en cuanto al incremento de horarios de trabajo o a la supresión o reducción de días festivos.

"Ello nos obliga a estar en la residencia más horas de las que deberíamos, pero también es cierto que los que estamos aquí desde hace tiempo sabemos cómo movernos y cómo actuar ante el día a día del centro", comenta Isabel Sarasa, una de sus trabajadoras, confirmando que las otras 16 personas de la plantilla habitual han dado negativo en los test de coronavirus que se les ha realizado "y están plenamente operativas y totalmente implicadas con la marcha del centro".

Además, la residencia castejonense se ha visto reforzada en las últimas horas con otros tres trabajadores para atender a los22 residentes que se encuentran aquí en la actualidad –otros tres han sido evacuados a Yéqueda y uno más se encuentra hospitalizado en Barbastro- y varios vecinos del pueblo han mostrado su disposición a trabajar voluntariamente en el centro en estos momentos de crisis sanitaria.

Tras conocerse los resultados de los test y el alcance de la infección, el Ejército de Tierra realizaba este lunes una completa desinfección del edificio y del vecino centro de salud y en las últimas horas el personal de esta residencia está reubicando a los residentes uniéndolos en sus habitaciones por el grado que presentan de riesgo de infección para intentar crear lo que han denominado una 'zona caliente' y otra 'zona templada' en las dependencias de este centro asistencial.