Panticosa multiplica su parque de viviendas por siete desde que abrió la estación hace 50 años

La sociedad mercantil que puso en marcha las pistas de esquí se creó el 10 de febrero de 1970. En los primeros cinco años se construyeron 250 apartamentos y hoy existen 1.700.

Abelardo Belío (de azul) y Jesús María Uriz, con la estación de esquí de Panticosa al fondo.
Abelardo Belío (de azul) y Jesús María Uriz, con la estación de esquí de Panticosa al fondo.
Laura Zamboraín

La estación de esquí de Panticosa, un proyecto que nació del sueño de los propios vecinos de esta localidad del Alto Gállego, cumple 50 años. El centro invernal, que ahora pertenece a Aramón, supuso un verdadero motor para el desarrollo de este pueblo, que experimentó un gran crecimiento gracias a la puesta en marcha del complejo invernal.

Será una conmemoración sin celebraciones, ya que el programa, que iba a inaugurarse el próximo 20 de marzo, ha quedado suspendido por la emergencia sanitaria del coronavirus. El grupo Aramón organizaba un acto institucional y un concierto con varios grupos que pospone a la próxima temporada, mientras el Ayuntamiento y la Escuela de Esquí promovían un desfile, que aplazan, sin fecha concreta.

Panticosa arrancó con 18 kilómetros esquiables y ha llegado hasta los 39. No es la estación más grande del Pirineo, pero tiene una clientela fiel que cada año se va incrementando. En paralelo a este crecimiento, la localidad ha pasado de los 600 habitantes de 1970 a los 820 actuales, y en temporada invernal la población flotante ronda unas 250 personas, más la gente que acude a trabajar, cifra que sube los festivos.

Los apartamentos se han multiplicado por siete: los 250 que se construyeron en los cinco primeros años se han convertido en 1.700. "Y hay casas que se han rehabilitado que, de no ser por la estación, igual se habrían perdido", dice el alcalde, Jesús María Uriz, hijo de José Luis Uriz, uno de los impulsores, que también estuvo al frente del Ayuntamiento en los primeros años. "Habríamos tenido turismo, porque en verano siempre había gente, pero no tanto", añade.

El 10 de febrero de 1970, en una notaría de Jaca, se creó la mercantil Panticosa Turística S. A. Ya se había abierto Formigal, y vecinos de Panticosa y otros de Zaragoza vinculados a la localidad impulsaron la sociedad: Luis Guillén, por aquel entonces alcalde, José Luis Uriz, Juan Miguel de Lope, Dámaso Lapuente y Antonio Navarro (de Panticosa), junto a Mariano Bayarte, Mariano García y Vicente Montero (de Zaragoza). Cada uno aportó lo que pudo, sumando un capital de tres millones de pesetas. "Se movieron rápidamente, y contrataron a TEA, una empresa de Madrid, para la construcción de los primeros telesillas", recuerda José María Uriz.

Al finalizar 1970 estaba listo el primer telesilla y cimentado el segundo y el telearrastre, que empezarían a funcionar en febrero de 1971. "Al principio hubo muchos problemas porque el capital social era de tres millones y la inversión fue de siete, que ahora no parece nada, pero que entonces suponía mucho dinero", apunta Uriz. Por ello, fue necesario suscribir créditos.

Paralelamente al inicio de la estación de esquí comenzó el desarrollo y crecimiento de Panticosa. En 1972 se empezaron a construir los dos primeros bloques de apartamentos, Selva Verde I y Almonsa. Por aquel entonces estaban el hotel Escalar, el Hotel Vicente, la Fonda Sampietro y el Hostal Navarro, y abrieron los de Panticosa, Valle de Tena y Morlans, cuadruplicando las plazas. En el momento en el que se puso en marcha la estación, en Panticosa había unos 600 habitantes, que se dedicaban fundamentalmente a la agricultura y la ganadería.

A raíz de la apertura del centro invernal, se creó trabajo, sobre todo en la construcción, "porque los primeros operarios de la estación eran gente del pueblo, quitado algún técnico de fuera porque aquí no había personal especializado. El primer jefe de instalaciones nos lo cedió Navacerrada, ya que ahí tenían los mismos telesillas", recuerda Uriz. Después llegó gente para trabajar en restaurantes y hoteles.

La pista Estrimal

En el año 76 hubo una fusión con Formigal S. A. "y se hizo algún telearrastre más". Después se desligó de esta sociedad, se hizo la subida a Sabocos, en el año 90 aumentó el área esquiable y la estación mejoró mucho. En 1998 se construyó la telecabina y en 2001 se integró en el grupo aragonés de la nieve Aramón. Lo último fue la construcción de la pista Estrimal, impulsada por el Gobierno de Aragón tras el incidente de 2013, cuando debido al fuerte viento cerró la telecabina y un millar de esquiadores tuvieron que ser evacuados por diferentes medios al no haber una pista que llegara hasta la base.

La escuela de esquí

La Escuela de Esquí de Panticosa se creó en paralelo a la estación. Hubo 11 personas que comenzaron con el plan de enseñanza. "Al principio fue altruista, porque entonces los objetivos eran más deportivos, una pasión e ilusión que ha llegado hasta hoy", subraya Abelardo Belío, perteneciente al centro deportivo.

En el proyecto ha habido involucrados muchos agentes e instituciones, "todo el entorno, pues eran momentos económicamente complicados para que la gente pudiera aportar dinero o firmar un aval, pero todo el mundo se involucró para llegar hasta donde estamos", asegura Belío, quien destaca la ‘Operación Aguilucho’, una iniciativa que se puso en marcha entre 1973 y 1977 para el desarrollo del deporte del esquí entre los niños y niñas del valle de Tena.

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