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Los primeros militares del cuartel general Castillejos llegarán a Huesca a finales de abril

El 70% de las obras en las instalaciones del Sancho Ramírez están finalizadas o en proceso. El cuartel se ha adaptado en dos años a las nuevas necesidades de espacio y técnicas.

El cuartel Sancho Ramírez de Huesca esta casi a punto para recibir a los primeros militares del Cuartel General de la División Castillejos. A finales de abril llegará una avanzadilla y empezará el traslado de material desde el acuartelamiento de Madrid. A finales de junio ya estarán en su nueva sede el batallón del cuartel general y el propio cuartel general. En el segundo semestre de este año arribará el batallón de transmisiones. Empezará entonces una nueva era en el recinto, cerrado a finales de 2016 y reabierto a principios de 2018 para convertirse, por su "ubicación estratégica", en sede de una de las dos divisiones del Ejército de Tierra, con 700 militares.

El Sancho Ramírez mantiene su fisonomía, pero han cambiado muchas cosas desde la llegada, hace dos años, de los 30 primeros efectivos de la USAC (Unidad de Servicios del Acuartelamiento). Ya no se ven hojas secas alfombrando los patios ni ventanas cerradas a cal y canto. Alrededor de 70 militares así como operarios de distintos gremios se mueven por el recinto, que se transforma y amplía para su nueva función.

La apuesta del Ministerio de Defensa por esta plaza ya no tiene vuelta atrás. De los 10 millones de inversión que se anunciaron en diciembre de 2017, cuando se confirmó la reapertura, se ha pasado a los 15. Las licitaciones de las empresas a la baja han permitido ahorrar entre uno y dos millones, ya que prácticamente todas las obras se han sacado ya a concurso y están adjudicadas.

"Marzo es casi el único mes que tenemos antes de que empiecen a venir los de Madrid"

En la planificación del Ejército figuran 58 actuaciones en el cuartel Sancho Ramírez. De estas, 26 son imprescindibles, 17 necesarias y siete convenientes. Hay proyectos de diferente calado tanto económica como técnicamente y, de todos ellos, el 70% están terminados o en marcha. "Marzo es casi el único mes que tenemos antes de que empiecen a venir los de Madrid", comenta el teniente coronel Amancio Gómez, al frente de la USAC.

Este militar es, desde enero de 2018, el responsable del cuartel. Su destino en Huesca finalizará en diciembre de este año. "Vendrá otro teniente coronel de jefe de la USAC Sancho Ramírez, habrá un relevo y empezará otra etapa", dice satisfecho por el trabajo desarrollado en este tiempo.

Visita al Acuartelamiento Sancho Ramírez de Huesca.
Operarios trabajando en la construcción de una escuela infantil en el acuertalamiento de Sancho Ramírez de Huesca.
Rafael Gobantes

"Ilusión" en la ciudad

El teniente coronel explica que la unidad ha realizado "un trabajo muy grande" porque se han tenido que "programar muchas cosas, cuadrar fechas, apoyar y controlar a las empresas civiles, ver que se cumple a tiempo lo que nos piden...". "Lo mejor es que ves a la gente con ganas, gente que pensaba que ya no iba a poder venir a Huesca siendo de aquí", comenta. Gómez Gauchía comenta que ha notado esta ilusión incluso en los vecinos de la ciudad, "que han visto siempre que aquí había cuarteles y que vieron que se cerraba el último". "Cuando sales y hablas con la gente ves ese cariño hacia las fuerzas armadas", añade.

Como reconocimiento "por la inmejorable acogida que están prestando al plan de traslado del Cuartel General de la División Castillejos al acuartelamiento Sancho Ramírez" Defensa ha designado a Huesca sede de los actos del Día de las Fuerzas Armadas de 2020. El desfile se celebrará el 30 de mayo y contará con la presencia de los Reyes de España, Felipe VI y Letizia.

La parada militar tendrá 2.500 participantes. Gran parte de ellos se alojarán en Zaragoza pero otros tal vez puedan hacerlo en el cuartel de Huesca, donde los dormitorios ya están terminados, como los vestuarios y la cocina, en la cual que se puede preparar comida para 400 personas. También hay plazas en la residencia militar del paseo Ramón y Cajal, que se ha acondicionado.

Además, en el Sancho Ramírez se han cambiado las calderas, se ha adecuado el centro de comunicaciones y las instalaciones del batallón del cuartel general de División y el batallón de transmisiones. La parcela anexa, con la que se ha ampliado el cuartel y que incluye una gasolinera, ya está urbanizada. Quedan por terminar la escuela infantil (para hijos de trabajadores militares y civiles), la cantina y las estructuras para el resguardo y reparación de un parque móvil que tendrá entre 180 y 200 vehículos.

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