Huesca

El Ayuntamiento de Huesca pide colaboración vecinal para detectar bolsones de procesionaria

El área de Medio Ambiente ha comenzado ya la campaña para eliminar estos nidos de los pinos de la ciudad y evitar que las orugas lleguen al suelo. 

Ramas de pino con bolsones de procesionaria.
Ramas de pino con bolsones de procesionaria.
Ayto. Huesca

El Ayuntamiento de Huesca ha solicitado la colaboración ciudadana para detectar la existencia de nidos de procesionaria en los pinos de la localidad. El área de Medio Ambiente ha comenzado ya la campaña de eliminación de estos bolsones y, por ello, pide a los vecinos que en el caso de localizar ponederos de procesionaria en algún pino avisen a la unidad municipal de Infraestructura Verde a través del teléfono 974 292 100 o del correo electrónico medioambiente@huesca.es.

El objetivo de este llamamiento es la detección temprana de estos nidos y su posterior eliminación para prevenir, en la medida de lo posible, que las orugas lleguen al suelo. Las orugas de esta plaga poseen pelos urticantes que pueden ocasionar molestias a personas y mascotas.

En octubre de 2019 ya se empezó a trabajar en los árboles para prevenir la procesionaria mediante la técnica de la endoterapia vegetal, que consiste en la aplicación de los productos para el control de las plagas con inyecciones en la base de los troncos de los pinos. De esta manera, el producto llega directamente al sistema vascular de la planta y se evita su pulverización, que podría contaminar el medio ambiente y afectar a la salud de las personas.

Este jueves, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha alertado de que la aparición de la procesionaria en muchas partes de España se ha producido casi un mes antes de lo que venía siendo habitual debido al incremento de las temperaturas y la escasez de lluvias, consecuencias directas del cambio climático. Esta organización recuerda que un mínimo contacto con esta especie "puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas". Ni tan siquiera es preciso el contacto directo con las orugas, ya que cuando éstas se sienten amenazadas lanzan sus pelos al aire generando irritaciones y alergias", añade.

Según Anecpla, estos pelos, también denominados tricomas "son pequeños dardos envenenados". Cada oruga dispone de unos 500.000 tricomas a lo largo de su cuerpo que, al contacto con la piel de la persona afectada, puede llegar a generar diversas reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina.

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