Huesca

Arrancan las obras del Coso Bajo con la reubicación del mercadillo en el aire

La avenida Monreal, a propuesta de los propios vendedores, es una de las alternativas que se analizan para trasladar los puestos de los sábados sin salir del centro de Huesca.

/ / Foto: Rafa Gobantes
Puestos del mercadillo de los martes, junto al campin San Jorge de Huesca.
Rafael Gobantes

Las máquinas entran este miércoles 15 de enero en el Coso Bajo de Huesca para iniciar unas obras que se esperan desde hace cinco años: las de reurbanización del tramo entre la calle Sancho Ramírez y la plaza Santo Domingo. Los trabajos se inician con la nueva ubicación del mercadillo ambulante de los sábados todavía por decidir. Lo único que está claro es que este próximo sábado, día 18, los vendedores no podrán montar sus puestos en el paseo Ramón y Cajal, vía conectada a la calle principal de la ciudad y que en pocos meses también estará afectada por reformas urbanísticas.

Hace dos meses que los comerciantes del mercadillo mantienen reuniones con los responsables municipales para encontrar una localización donde plantar sus paradas los sábados. Los martes se instalan junto al campin de San Jorge, pero en este espacio no obtienen rendimiento. Fue por ello que en junio de 2016 se reubicaron en Ramón y Cajal, prácticamente en el centro.

Tras el éxito de la experiencia y el compromiso del alcalde, el socialista Luis Felipe, de que tras las obras volverán a este paseo, los vendedores quieren permanecer en un lugar céntrico y no salir a la periferia. Este martes por la mañana parecía decidido que el 25 de enero el mercadillo empezaría a funcionar en la avenida de Monreal, entre el colegio Salesianos y el inicio del Coso Alto.

Es una de las tres opciones que los comerciantes plantearon al Ayuntamiento. Las otras dos eran las calles Obispo Pintado (donde estuvieron en su día) o Ramón J. Sender, muy próxima a esta.

Durante la mañana, desde el Ayuntamiento se han puesto en contacto con los representantes del mercado para comunicarles que había surgido «un imprevisto» y que las zonas que debe ocupar cada puesto no podían marcarse para que este sábado las paradas funcionasen ya con normalidad. Aunque no de muy buen grado, los vendedores estaban dispuestos a no abrir en Huesca este 18 de enero (día que después deben recuperar) porque la calle tenía que prepararse bien para el 25.

«No hay sitio para todos»

Este martes por la tarde, Esther Jiménez, una de las integrantes de la Junta de Mercado, ha recibido una nueva llamada de la concejalía de Desarrollo y Comercio. «Nos han dicho que no hay sitio para todos en la avenida Monreal y que algunos tendrían que colocarse en la calle San Juan Bosco», ha explicado. Las razones municipales han sorprendido a los vendedores, ya que el tramo de calle donde ellos estarían tienen 402 metros «y nosotros ocupamos 360». A este respecto, recuerdan que para adaptarse a la calzada disponible en Ramón y Cajal durante la primera fase de reurbanización (el año pasado) ya renunciaron a dos metros por puesto.

Emilio Giménez, portavoz de los comerciantes del mercadillo, ha explicado que la avenida Monreal es un sitio muy próximo al centro, con suficiente anchura y con posibilidad de que la circulación se desvíe por la calle Joaquín Costa, casi en paralelo. «Hay dos entradas de garajes que se evitarán y algunos puestos estarán en la calle María Auxiliadora», dijo.

Ambos vendedores han indicado que hay «intención y voluntad» de llegar a un entendimiento con los responsables municipales pero lamentaron que las obras vaya a comenzar y que todavía no se haya encontrado una ubicación para el mercadillo. «Somos trabajadores autónomos y dependemos de nuestras ventas porque ese nutro medio de vida», ha apuntado Esther Jiménez. Según ha dicho, el sábado pasado, la Policía Local les informó de que ese era el último día en Ramón y Cajal. «Pensábamos que el próximo ya podríamos montar en la avenida Monreal, pero...», ha añadido.

Las obras de reurbanización del Coso Bajo se han adjudicado a la UTE Domec-Acyc Obras y Servicios S.L.U. Su presupuesto supera los 1,8 millones de euros y tienen un plazo de ejecución de nueve meses. Su desarrollo ha obligado al Ayuntamiento a trazar un plan de movilidad para la zona, cortada el tráfico. Se han establecido distintos desvíos y los espacios de carga y descarga estarán en la plaza del Justicia.

Los trabajos afectarán también al recorrido de las procesiones de Semana Santa, que irán por la calles Lanuza y Perena.

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