patrimonio de la iglesia

El obispo de Huesca da pautas a los párrocos para evitar casos como el Ecce Homo de Borja

La diócesis ha publicado un boletín monográfico con un protocolo de actuación para conservar adecuadamente el patrimonio y el directorio de bienes, que incluye 34 iglesias con la catalogación de BIC. 

Acto de Homenaje en memoria de los Reyes de Aragón en San Pedro el Viejo.
La iglesia de San Pedro el Viejo (en la foto un acto de homenaje en memoria de los Reyes de Aragón) es el BIC que se protegió primero de los 34 inmuebles que cuentan con esta catalogación. 
Verónica Lacasa

La diócesis de Huesca quiere evitar daños a su patrimonio como la fallida restauración del Ecce Homo de Borja. Para ello ha publicado un protocolo con pautas dirigidas a los párrocos sobre la conservación de las iglesias y la gestión de los bienes muebles e inmuebles, donde se explica cómo realizar el préstamo temporal de obras de arte para exposiciones, qué conciertos musicales deben autorizarse en los templos o cuál es el protocolo a seguir cuando se quiere restaurar una obra de arte. Las instrucciones figuran en un boletín monográfico que se dio a conocer el viernes, con un directorio actualizado del extenso patrimonio cultural.

El mismo incluye el listado de las iglesias protegidas por las Leyes de Patrimonio Artístico desde 1885 hasta 2017 y el inventario de bienes muebles. El primero lo conforman 34 monumentos declarados Bien de interés Cultural, 17 con el título de Bien Catalogado y cinco con el de Bien Inventariado, o lo que es lo mismo, "la primera, segunda y tercera división" de los edificios en cuando a su grado de protección, en palabras del delegado de Patrimonio, José María Nasarre. 

La primera iglesia que consiguió el mayor rango fue la iglesia de San Pedro el Viejo, en 1885. Le siguen la de San Miguel de Foces, en 1916, o la catedral de Huesca, la ermita de Liesa y la colegiata de Alquézar, en 1931. La más reciente sería el santuario de Nuestra Señora de Casbas de Ayerbe, en 2014. Además hay un Bien Inmaterial, del 2014, la ceremonia del Tota Pulchra.

En cuanto al inventario general de bienes, con o sin protección, solo en la ciudad de Huesca se relacionan 19 ermitas, iglesias o conventos.

Junto a esa lista, el obispado ha difundido el protocolo de actuación a seguir en el patrimonio cultural diocesano, que incluye instrucciones sobre su mantenimiento ordinario, con recomendaciones como "evitar dorar cálices, copones, custodias o candelabros u otros elementos de orfebrería antiguos; modificar ornamentos litúrgicos antiguos: ternos, capas, casullas, palios, paños de hombros; o intervenir en retablos, imágenes, etc.". 

En cuanto a los retablos e imágenes de madera, aconseja controlar que no haya carcoma o insectos xilófagos. Y siempre, dice, hay que prohibir que personal no cualificado haga reparaciones en lienzos, tablas, retablos, imágenes u ornamentos. Una mención que parece pensada para fallidas restauraciones.

Al museo, sí, a las casas, no

Si en la iglesia o ermita no existe la seguridad adecuada, "y ante la creciente despoblación de algunas parroquias", el obispado pide redactar un documento de depósito y trasladar la imagen u obra de orfebrería al Museo Diocesano para su custodia. "En modo alguno se ubicarán, ni siquiera con documentación, en ayuntamientos, familias de la población o cuarteles". Y deja claro que no se pueden vender, ni enajenar ni donar. Al respecto, cabe recordar que la talla de una virgen recuperada recientemente por la Guardia Civil de una iglesia ribagorzana había sido encomendada a un vecino que acabó vendiéndola a un anticuario. Su valor superaba los 25.000 euros.

Por último, da instrucciones para la realización de conciertos musicales en los templos y detalla cómo atender las solicitudes de toma de imágenes, fotografía y filmaciones.

"Es un vademécum de actuación" para los sacerdotes diocesanos y los responsables de los conventos sobre la conservación de los bienes muebles e inmuebles, resume el delegado de Patrimonio del Obispado, quien recuerda el caso "de la desdichada restauración de Borja". "Para cualquier restauración de una talla o un retablo, si está en el inventario de la Iglesia Católica de Aragón que hicieron el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Aragón y las diócesis, hay que presentar una solicitud a la DGA junto con un proyecto firmado por un técnico de restauración", explica Nasarre. En su opinión, la iniciativa del obispado de Huesca demuestra que cada vez hay más conciencia sobre la conservación del patrimonio.

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