Joaquín Guerrero: "Se ve el final del camino. Es un día para repicar gordo en las 43 parroquias"

Los abogados del Obispado y de la DGA consideran que la devolución de los bienes por sentencia provisional será más fácil que las pinturas murales de Sijena.

Joaquín Guerrero, en el juzgado de Lérida donde se celebró el fracasado acto de conciliación.
Joaquín Guerrero, en el juzgado de Lérida donde se celebró el fracasado acto de conciliación.
Javier Navarro

"Ya se ve el final del camino. Hoy es un día para repicar gordo en los campanarios de las 43 parroquias". Así de gráfico fue el abogado de la diócesis Barbastro–Monzón, Joaquín Guerrero, al valorar la sentencia emitida horas antes por el Juzgado número 1 de Barbastro en el que se fallaba que las 111 piezas en litigio desde hace casi tres décadas debían de regresar a su legítimo dueño, las parroquias del Aragón oriental.

Guerrero compareció junto con Alberto Gimeno, letrado del Gobierno de Aragón que ha ejercido como parte coadyuvante en este juicio que se celebró en mayo de presente año, junto con el abogado Jorge Español, a quien quiso recordar el letrado de la diócesis, así como a su antecesor Hipólito Gómez de las Roces, que ya defendió en una causa civil anterior a la diócesis en un juicio celebrado en Lérida y en el que la Justicia dio la razón a la causa aragonesa, frente a la reclamación de la asociación de amigos del Museo de Lérida.

El letrado aragonés lamentó la cantidad de “excusas” y trabas jurídicas que se pusieron en un juicio que aparentemente debería ser “tan sencillo como que un dueño reclama unos bienes a otro que se lo dejó en depósito y que no los devuelve”. “Esto no es una guerra entre obispados ni entre comunidades vecinas y queridas. Es un tema jurídico pero se han puesto muchas complicaciones de tipo procesal para retrasar esta sentencia tan importante como la que se ha dictado. Esta sentencia, aunque posiblemente se recurra, permite ver el final y su ejecución”, ha afirmado Guerrero.

Se pedirá la ejecución provisional

Su compañero Gimerno justificó la presencia del Gobierno de Aragón en este juicio “porque era una pretensión justa, igual que fue la de Sijena o como si la planteara la diócesis de Huesca. Normalmente cuando las demandas son justas y tienen fundamentación jurídica las sentencias son estimatorias, y esta es la tercera sentencia favorable que tiene Aragón. Hay razón jurídica y moral. Y el Gobierno de Aragón va a seguir apoyando a la Diócesis Barbastro–Monzón”. Gimeno ha animado al Obispado de Barbastro–Monzón a solicitar la ejecución de la sentencia provisional en caso de haber recurso de Lérida, como todo apunta que lo habrá, “porque los plazos de la justicia en Huesca son lentos y si podemos conseguir la sentencia provisional, sería una doble victoria hasta que hubiera sentencia firme”.

En ese sentido, Guerrero ha indicado que con la sentencia en la mano, el “paso lógico siguiente es pedir la ejecución provisional de la sentencia. Lo tiene que pedir el Obispado pero habrá que esperar a que recurran. Los dos abogados que hemos concurrido (Obispado y DGA) estamos convencidos en pedirla”.

Sobre la sentencia, el abogado del Obispado la ha calificado como “muy meditada” y “para colocar en un marco”. “Es una sentencia que se estudiará en las universidades porque todas las excepciones que se pueden poner en un proceso hasta llegar a una sentencia se han ido poniendo, pero se han ido superando todas”, ha señalado.

El juez ha sido categórico en su fallo descartando las pretensiones del Consorcio del Museo, como por ejemplo cuando se pidió que la Diócesis de Barbastro–Monzón tuviera que correr con los gastos de mantenimiento de estas obras. “Pero la gran mayoría de estos bienes, 13 de los 111, están expuestos en el Museo, los demás están en almacenes, como aseguró el director en el juicio. Y también aseguraron que las piezas generaban un coste de mantenimiento, pero que debería haber reclamado a quien decidió colocarlas allí, es decir el obispo de Lérida. Pero es que aparte de los gastos han generado ingresos, como dijeron los técnicos, así que igual que se reparten los gastos se deberían repartir los beneficios. Así que si eso fuera así, aún tendrían que pagarnos dinero”, explicaba Guerrero.

Otro de los argumentos de peso de la sentencia es que la parte demandada no acreditó la propiedad de las obras con pruebas.

Devolución fácil

La devolución de los 44 bienes de Sijena, de la que justo hoy se cumplen dos años, puede allanar el camino hacia una ejecución provisional, como se desea desde la Diócesis Barbastro–Monzón. Pero sobre todo la característica de estos bienes, ya que la mayoría son cuadros, tallas o piezas ornamentales utilizadas para el culto y cuyo traslado no debería haber grandes complicaciones técnicas. “Será más fácil que en el monasterio de Sijena. Allí se ejecutó provisionalmente salvo para las pinturas murales. Los bienes que nos ocupan no son de esa naturaleza mural, que puede dar problemas técnicos en cuanto al traslado. Los bienes que nos ocupan son similares a los bienes de compra venta de Sijena, fácilmente trasladables. Si desde Lérida alegan motivos técnicos, en un juzgado será un argumento difícilmente sostenible. Es un caso similar al de Sijena 1, el de la nulidad de la compra venta de las piezas”, matizó Gimeno.

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