accidentes de montaña

El glaciar del Aneto se convierte en un punto negro con 32 rescatados desde agosto

La Guardia Civil ha realizado 17 auxilios, con 10 heridos y 22 ilesos en menos de dos meses. El jefe de los Greim de Aragón afirma que muchos no iban equipados para progresar por el hielo.

La fuerte pendiente del glaciar, que en esta época es puro hielo, lo hace muy peligroso.
La fuerte pendiente del glaciar, que en esta época es puro hielo, lo hace muy peligroso.
Jaime de Val

"Esta es la época menos recomendable del año para subir al Aneto. Incluso en invierno, con esquís, está mejor que ahora. Y mientras no nieve la situación irá a peor". El jefe de los Greim en Aragón, el teniente Santiago Gómez, advierte de que ahora mismo el glaciar del Aneto, paso obligado en las rutas más frecuentada hacia el techo de los Pirineos, es "una pista de patinaje" que hace muy peligrosa la ascensión, sobre todo para quienes van sin el material o la preparación adecuados. Prueba de ello es la cifra de intervenciones, que se ha disparado desde mediados de agosto, cuando desapareció la nieve y emergió el hielo. Entre el 18 de ese mes y el 8 de octubre la Guardia Civil de Montaña ha realizado 17 rescates en el glaciar, con un saldo de 10 personas heridas y 22 ilesas. 

Llama la atención el elevado número de ilesos, un 68%, personas que no han sufrido un accidente pero que piden ayuda porque no pueden seguir avanzando y se quedan enriscadas. No ha habido ningún fallecido, pero sí incidentes que han podido tener consecuencias fatales, como el del pasado sábado, cuando dos franceses sufrieron una caída y uno de ellos acabó con las dos piernas rotas. El martes se rescató a otros dos montañeros ilesos, y la semana pasada a dos grupos en la misma operación, haciendo ver a un tercero que debía darse la vuelta porque iba sin equipación. "Una mala caída o un golpe en la cabeza con una piedra puede provocar la muerte. Hablamos de una gran pendiente que acaba en una zona de rocas bastante grandes", aclara Gómez.  

El responsable de los grupos de salvamento de la Guardia Civil afirma que estos días está incluso peor que hace un mes, porque el hielo que queda ya no es ni el que se formó el pasado invierno, "es hielo negro, muy, muy duro", donde cualquier resbalón que no vaya seguido de una autodetención puede dar lugar a un accidente muy grave. 

La Guardia Civil asegura, además, que "bastantes" de los rescatados no llevaban una equipación adecuada. No es excepcional el caso de un joven francés que se accidentó este verano cuando cruzaba el glaciar en zapatillas. "Hemos rescatado a gente que resbala y se intenta parar con lo que puede porque no lleva piolet", describe el teniente. Detrás de casi todos los rescates hay una deficiencia a la hora de planificar la actividad. "O no llevan el material adecuado, o no saben utilizarlo o no saben renunciar cuando llegan al glaciar. Lo que tendrían que hacer es darse la vuelta, pero avanzan, avanzan y llega un momento en que no se ven seguros ni para continuar ni para darse la vuelta", añade.

El teniente Gómez se muestra sorprendido por las imágenes publicadas por HERALDO de un grupo de cinco montañeros franceses que se ayudaban de piedras para progresar al no llevar crampones, intentando hacer agujeros en el hielo donde anclar los pies. "Esto es una barbaridad", señala.

También le ha llamado la atención que "casi nadie" lleva casco, un elemento que puede salvar la vida. Hay bastantes con zapatillas y crampones de corredor de trail, que sirven para cruzar un nevero, pero inútiles para agarrarse al hielo del glaciar en las actuales condiciones, que ya de por sí plantean una dificultad técnica con unos clavos convencionales. Y de todos los grupos rescatados, solo uno llevaba guía.

En dos o tres ocasiones el Greim de Benasque ha sacado a varios grupos del glaciar en un mismo rescate. "Hemos ido a socorrer a unas personas heridas o ilesas y hemos visto que otro grupo de gente solicitaba ser evacuada, porque se han quedado enriscado pero no se atrevían a llamar, y al observar el helicóptero nos hacían señales. Si no se ven seguros, deben llamarnos, pero la cuestión es que no habría que llegar a esta situación. No te puedes meter a un glaciar sin el material o sin la confianza y la experiencia adecuadas", explica Gómez.  

La actual situación se puede prolongar todavía varias semanas, hasta la caída de una buena nevada, ya que una capa débil, que solo cubra un poco el hielo, puede resultar incluso peor, "porque la gente se confiará sin contar con una base suficiente".   

El refugio de la Renclusa informó el martes de la recomendación de la Guardia Civil de Montaña sobre las rutas más seguras para ascender al Aneto. Una de ellas es la del ibón del Salterillo, teniendo en cuenta que salva prácticamente todo el glaciar y la parte de hielo que se cruza se encara de frente y facilita la progresión con los crampones. La ruta por los Portillones es la más habitual pero también la más peligrosa en este momento porque lo atraviesa al completo. "Lo mejor es esperar a que haya mejores condiciones, y además ahora hay menos horas de luz y temperaturas más bajas por la noche. El Aneto está allí todo el año", concluye Santiago Gómez, que aconseja que para subir andando los mejores meses son junio y julio. 

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