informe de sustancias peligrosas en el ebro

La CHE vuelve a detectar concentraciones "especialmente elevadas" de mercurio aguas abajo de Monzón

También se han apreciado incumplimientos puntuales por sobrepasar el límite de HCH en el río Gállego debido a los residuos de lindano. 

Un episodio de mortandad de peces en el Cinca en 2017.
Un episodio de mortandad de peces en el Cinca en 2017.
José Luis Pano

El río Cinca, aguas abajo de Monzón, registra "concentraciones especialmente elevadas" de mercurio, principalmente en barbos, pero también en otras especies piscícolas, como bagres y madrillas, según el informe anual de 2018 de la red de control de sustancias peligrosas de la cuenca del Ebro, que ha hecho público este jueves la Confederación Hidrográfica. 

El organismo de cuenca aclara que esta red incluye controles de sedimentos en el río, donde no hay establecidas Normas de Calidad Ambiental y por lo tanto no hay límites máximos de concentración y solo se destacan presencias de sustancias y de biota (peces).

Pese a ello, su objetivo es observar cual es la tendencia y por eso el informe destaca, "un año más", la presencia de mercurio, que en el caso de los peces se ha detectado en 23 de los 24 puntos de control.

También hay un seguimiento preciso de otras sustancias peligrosas. Según la CHE, de las consideradas prioritarias no se han detectado incumplimientos de medias anuales, pero sí tres incumplimientos puntuales por sobrepasar los límites de Hexaclorociclohexano, una en el País Vasco y dos en el Gállego, en el punto de Hostal de Ipiés, aguas abajo de los vertederos de Sabiñánigo donde se almacenan los residuos de lindano originados por la fábrica Inquinosa. 

Del resto de sustancias, en superación de medias anuales, destaca un solo incumplimiento, tanto en sustancias prioritarias (en este caso níquel) como en preferentes (selenio), ambos en el punto Huerva/Fuente de la Junquera, en Zaragoza, "y además repitiendo la situación del ejercicio 2017". 

La Confederación Hidrográfica del Ebro toma muestras y realiza análisis en agua, sedimento y biota (peces) en una red compuesta por 24 puntos seleccionados por sus especiales presiones industriales, en los ríos Ebro, Zadorra, Ega, Arga, Jalón, Huerva, Gállego, Martín, Vero, Cinca, Isuela y Segre.

En términos generales, señala, las conclusiones muestran una situación "estable" respecto a los últimos dos ejercicios. En el caso del agua se han incrementado las sustancias analizadas, con 63 frente a las 55 del año anterior. El documento, que se interpreta según los criterios de la Directiva 2013/39/UE por la que se establecen Normas de Calidad Ambiental, se remite a las Comunidades Autónomas de la cuenca del Ebro y se utiliza en el Área de Calidad de Aguas de la propia Confederación para el control y seguimiento del cumplimiento de las autorizaciones de vertido. Las normas de calidad ambiental establecen cuatro clases de sustancias: peligrosas prioritarias, prioritarias y otros contaminantes, preferentes y contaminantes específicos (que solo se controlan en puntos con determinadas actividades que los producen).

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