La familia de Jesús Ríos, el senderista de 71 años desparecido en Vió desde el 3 de agosto y hallado muerto este martes, ha hecho público un comunicado para avisar de que "hemos encontrado a nuestro padre fallecido a las tres de la tarde en la zona de Navaín, cerca de Morillo de Sampietro, donde se le vio por última vez. 

"Queremos agradecer a todos el esfuerzo realizado, a los que habéis apoyado de cualquier modo, con ayuda directa, meditando, orando… Especialmente a los familiares, amigos, a los voluntarios que han venido cada día a recorrer las montañas, con drones y desde México. También a los bomberos, agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón, a la Guardia Civil, a los Ayuntamientos de Fanlo y Boltaña y al Consulado de México", destacan.

La nota está firmada por Katya, Cristhian, Daniel, Araceli, Jaime y Betti, quienes apuntan que han sido "días muy duros, de mucha incertidumbre y querríamos mantener ahora la tranquilidad que necesitamos". Fuentes cercanas a la familia solicitan comprensión ante la presentes circunstancias.

Jesús Ríos estaba pasando las vacaciones junto a su mujer en casa de su hija Katya, que reside desde hace siete años en Vió. Desde el primer momento fue ella la que se puso al frente de la situación. Apoyada por su marido, Daniel, que es guía de montaña, difundió la fotografía de su padre a través de los medios de comunicación y las redes sociales, por si algún excursionista o vecino de la zona de Sobarbre lo hubiera visto. 

Asimismo, solicitó la colaboración de personas conocedoras de la montaña en general y de este entorno en particular para dar relevo a los voluntarios que se habían sumado ya a la búsqueda. Katya escribió una carta explicando la situación desesperada que estaban viviendo y pidió que se aportaron drones con cámara, con una autonomía de vuelo de larga distancia y pantalla a tiempo real.

En los últimos días se han desplazado hasta Vió el hijo de Jesús Ríos y un hermano, así como seis rescatistas mexicanos. La familia sabía que el tiempo jugaba en contra , pero mantenían la esperanza de hallarle con vida, confiando en su resistencia y fortaleza física. Finalmente, el hombre ha sido localizado sin vida, a unos 3,5 kilómetros en línea recta del lugar donde se le vio por última vez el mismo día de su desaparición. Por el momento, se desconocen las circunstancias y el momento en que se produjo su muerte, que determinará la autopsia.