El Pirineo cerró el primer semestre del año con unos datos de ocupación hotelera prácticamente idénticos a las del año pasado (335.468 viajeros entre enero y junio de 2019 por los 335.823 del año anterior), aunque las pernoctaciones sí que bajaron un 2,8% (de 809.618 a 786.972), lastradas sobre todo por la caída del turismo nacional (-1,6%) ya que el extranjero arrojó un saldo positivo en visitantes (+8,6%) y en noches de alojamiento (+12%).

Sin embargo, estas cifras globales encierran realidades muy distintas, primero por trimestres. Y es que el mal inicio de temporada de esquí sigue siendo un hándicap y la prueba es que mientras entre enero y marzo el número de viajeros bajó un 12%, entre abril y junio repuntó un 18%.

Además, hay notables diferencias por valles. En la cara de la moneda destacan los casos de Sobrarbe y Ribagorza, donde el número de visitantes durante el primer semestre se disparó un 21 y un 15%, respectivamente. Eso hizo que las pernoctaciones también crecieran un 21% en la primera y un 12% en la segunda. Y la cruz es para el Alto Gállego, que ha sufrido una caída del 13% de viajeros y del 21% de noches de alojamiento contratadas por la irregular campaña de esquí.

Estos números ponen negro sobre blanco la "satisfacción" de los empresarios del Sobrarbe, que están registrando un aumento sostenido de la ocupación en los últimos meses, "que se agradece más que los picos puntuales de afluencia ya que puedes dar mejor servicio y los trabajadores están menos estresados", valora la presidenta de la asociación turística, Paz Agraz. De cara a este agosto, las previsiones rozan el 100% de ocupación tanto de los establecimientos hoteleros como de las segundas residencias hasta mediados de mes y luego bajan ligeramente. Entre los principales polos turísticos destacan especialmente los valles de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, además de Aínsa.

Desde la Ribagorza valoran muy positivamente la temporada estival ya que las tasas de ocupación rondaron el 100% durante los fines de semana de junio, cifras "más altas" que las de 2018, según el presidente de la Asociación Turística Empresarial del Valle de Benasque, José María Ciria, quien se congratula además de que julio ha sido "muy similar" al año pasado "que ya fue muy bueno". Las actividades científicas, culturales y deportivas organizadas en las últimas semanas –entre otras el Torneo de Baloncesto, el Open Internacional de Ajedrez, los diferentes congresos científicos del Centro de Ciencias o el concurridísimo Gran Trail del Aneto Posets– han contribuido a potenciar la demanda turística en la zona.

El turismo abre la campaña de verano con una ocupación del 60%, en línea con 2018

"Un excelente verano"

José María Ciria apunta que "si el tiempo no lo malmete en las próximas semanas" va a ser un "excelente" verano turístico ya que agosto se prevé "muy bueno" y, además, ya hay bastantes reservas para septiembre. Unos datos que vienen a mantener la tendencia de una campaña de esquí que, en su caso, fue "óptima".

En términos absolutos, la comarca de la Jacetania es la que más turistas atrae a sus hoteles. Entre enero y junio sumó 115.925 visitantes y 258.172 pernoctaciones, lo que suponen aumentos del 2% en ambos casos. Por ello, el balance del primer semestre es bueno ya que se ha demostrado que "aunque la temporada de nieve no sea excelente, la oferta del valle en primavera sustenta los buenos números", valora Luis Terrén, presidente de la Asociación Turística Valle del Aragón.

En primavera recibieron muchos viajes organizados de grupos y escolares, lo que hizo que se mantuvieran las buenas cifras de ocupación. "También las pernoctaciones de gente de paso hacia otros destinos o personas que pasan 2 o 3 días por aquí", añade.

Julio ha sido algo irregular, con buena afluencia de visitantes sobre todo los fines de semana, rozando el 80% de ocupación, "pero no ha terminado de despuntar entre semana". Sin embargo, el final de mes "sí que se ha visto más movimiento", reconoce. Y para agosto las perspectivas no pueden ser mejores ya que esperan estar "a tope", superando el 80% de ocupación en el valle y llegando al 100% en Jaca.

Los alojamientos rurales aragoneses tuvieron en junio un 17,11 % de ocupación