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Quejas por temperaturas de hasta 38 grados en las residencias de Huesca
Los trabajadores denuncian el calor que sufren los internos y la plantilla por la falta de aire acondicionado.
Si hay dos colectivos especialmente vulnerables al calor son los niños y los ancianos. Los internos de las residencias de mayores Ciudad de Huesca y Sagrada Familia, los dos centros públicos de la capital oscense, llegaron a soportar temperaturas de hasta 38 grados, según han denunciado los trabajadores, durante la pasada ola de calor. El fin de semana, los termómetros alcanzaron máximas en Huesca de más de 40.
En el caso de la primera, el problema se arrastra desde hace años porque la arquitectura del edificio acristalado no ayuda a combatir las altas temperaturas, mientras la instalación de un sistema de climatización está paralizada por falta de presupuesto.
"Hay un efecto invernadero", afirma Clara Beltrán, representante del sindicato Satse, que trabaja como enfermera en la residencia Ciudad de Huesca. Todos los años se da cuenta a los técnicos de prevención de riesgos laborales, pero la última medición se realizó antes de la ola de calor y no llegaba a 30 grados. "Los trabajadores también lo sufrimos, pero sobre todo lo pasan mal los ancianos. Esta vez parece que nos hemos quedado en 35 grados, pero hemos llegado a medir 38", señala. Esta es la temperatura que se ha alcanzado estos días en la otra residencia dependiente del Gobierno de Aragón, la Sagrada Familia.
En uno y otro caso, según los representantes sindicales, ha sido necesario administrar suero a algunos residentes para combatir la deshidratación. Existe un protocolo específico con medidas como el aumento de la ingesta de líquidos, pero no siempre es suficiente.
La delegada del Satse en la residencia Ciudad de Huesca asegura que la dirección está invirtiendo en aparatos de aire acondicionado. Primero se instalaron en los comedores de las plantas de asistidos y luego en una zona con dormitorios, "pero quedan muchas sin aire y hay ancianos que pasan mucho tiempo en las habitaciones y son muy sensibles al calor". La colocación de ventiladores poco ayuda.
Despachos, sí, habitaciones, no
En el centro Ciudad de Huesca hay 110 internos con una medida de 86 años. La inmensa mayoría, en torno a un 80%, necesitan ayuda para las actividades de la vida diaria, y un 75% padecen deterioro cognitivo en mayor o menor grado.
En la residencia Sagrada Familia viven 103. Aquí solo existe aire acondicionado en el comedor de la primera y la segunda plantas (no en el de planta baja), despachos, consultas de médico y enfermería y el vestíbulo, pero ni en pasillos ni en habitaciones de residentes, afirman los sindicatos. "Solo hay aire en zonas comunes. Cuando un residente por deshidratación tiene fiebre, hay que llevarlo a la habitación para acostarlo, agravando el problema", asegura otra representante del Satse, Vanessa Serrano. Esta delegada afirma que se han producido quejas de los familiares. Según dice, se ha hablado con la dirección del centro, que ha indicado que para el año que viene quieren instalar aire en los pasillos.
La consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales, de la que dependen, es consciente de la situación y admite que existe un problema. Fuentes del departamento explicaron que en la residencia Ciudad de Huesca está pendiente acometer un proyecto para mejorar la climatización, pero con la prórroga de los presupuestos de la Comunidad Autónoma no ha sido posible. No obstante, matizaron, "el centro toma las medidas que están en su mano para paliar el problema".
