Una barranquista sufrió el domingo una posible fractura de una vértebra al saltar a una poza mientras descendía el barranco Sorrosal, en el término municipal de Broto, en el Pirineo oscense. Esta fue la última de las diez intervenciones que tuvieron que afrontar los grupos de rescate de la Guardia Civil a lo largo del fin de semana, y una de las más graves. La accidentada es una mujer de 33 años vecina de Huesca.

Según ha informado la Guardia Civil, el accidente se comunicó a las 1.35 a través de una llamada al 112 en la que se relataba que una barranquista podía haberse fracturado una vértebra al saltar a una poza. Desde la Comandancia se activó al grupo de Boltaña, el helicóptero con base en Benasque y un médico del 061.

Las condiciones de la zona, al tratarse de un barranco, y la necesidad de extremar las precauciones por el tipo de lesión, hicieron muy complicado el rescate, que finalizó a las 20.00, más de seis horas después de recibirse el aviso. El médico la inmovilizó y la puso en una camilla, que fue desplazada mediante un sistema de pasamanos hasta llegar a una superficie adecuada para que el helicóptero pudiera izarla con la grúa. La unidad aérea la trasladó al hospital San Jorge de Huesca.

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