Huesca

La triste historia de la madre muerta o cómo timar a los párrocos de Huesca

Al menos tres sacerdotes de parroquias oscenses han sido víctimas de un engaño que exprimía su buena voluntad.

Parroquia de Santiago Apóstol en Huesca
Parroquia de Santiago Apóstol en Huesca
Heraldo

Es un hombre joven, con un atuendo normal y sin acento extranjero que llega al despacho parroquial y cuenta al cura la triste historia de la muerte de su madre en un lugar de Andalucía. Está compungido, incluso llora a la hora de pedir los 100 euros que necesita para ir, con su mujer y su hija, al entierro de su progenitora. Así se monta el timo del cual han sido objeto al menos tres párrocos en Huesca. El engaño no se habría descubierto si el timador se hubiera conformado, pero visto que la mentira surtía efecto y que conseguía el dinero solicitado, trató de hacerse con más. Ha sido entonces cuando se ha presentado la denuncia. De momento, se tiene constancia de que el timo se ha producido en las iglesias de Santiago, el Perpetuo Socorro y María Auxiliadora.

Uno de los afectados que ha decidido denunciar lo ocurrido ante la Policía es el párroco de María Auxiliadora. El último día de mayo, José Antonio Iguácel recibió en el despacho de la iglesia a un hombre, “relativamente joven”, que le contó que su madre había fallecido, “a mí me dijo en La Carlota (Córdoba) y que no tenía dinero, que necesitaba 100 euros para ir al entierro con su familia”. El sacerdote ha señalado que “estaba muy compungido y hasta lloraba cuando me pidió el dinero”. “Todo un artista” añade,

Tan bien hizo su papel que el párroco le creyó y, tras consultar con el responsable de las cuentas de la iglesia le dio el dinero. “Pero al cabo de dos días me llamó para decirme que su adre había muerto de forma violenta, que lo robaron unas joyas y que la casa estaba precintada”, explica Iguácel. El párroco relata que más tarde volvió a llamarle. “Me dijo que estaba angustiado y contó que tenía la herencia de su madre, de unos 300.000 euros y que para recibirla tenía que pagar un 1,2% de esa cantidad a la Junta de Andalucía”, cuenta el cura, quien reconoce que no se le ocurrió pedirle la justificación de Hacienda con esa reclamación).

En un intento de ‘adornar’ aún más la historia, el timador llamó al párroco para contarle que estaba en el hospital “pues el dolor por la muerte de la madre le ha acarreado problemas en el corazón”.

A estas altura, José Antonio Iguácel ya tenía claro que había sido víctima de un timo y que no estaba dispuesto a seguir creyendo al hombre. No obstante, para dar verosimilitud al engaño, otro actor entró en escena. “Llamó uno que se hizo pasar por el notario que le estaba tramitando toda esta herencia y dijo que, como estaba en el hospital, quería ayudarle pero que necesitan más dinero para poder rescatar otra cuenta secreta que tenía su madre.…”, relata el párroco de María Auxiliadora.

Hasta ahí llegó. Con los mensajes de whatsapp que había intercambiado con el timador (quien llegó a darle prisas para que el enviara el dinero), el sacerdote fue a la Comisaría de la Policía Nacional de Huesca y presentó la denuncia. Allí se ha enterado de que al párroco de Santiago le ha pasado lo mismo, y también ha denunciado. Hay un tercer caso, en la parroquia del Perpetuo Socorro.

José Antonio Iguácel ha contado su caso para que el resto de la diócesis está prevenida. Según ha dicho, en un principio nada le había hecho sospechar que todo fuera una mentira porque “no es el primero que llega con una necesidad y, si se puede, se le atiende”.

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