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'Volver a Búbal', el proyecto educativo que contagia de ilusión a maestros y niños

La antigua iglesia de Búbal reunió este jueves a los protagonistas de la cantata 'Volver a Búbal', que narra la historia de este pueblo recuperado a través de un cuento y 10 canciones.

La antigua iglesia de Búbal reunió este semana a casi todos los protagonistas de la cantata 'Volver a Búbal', que narra la historia del pueblo a través de un cuento y diez canciones, un proyecto conjunto del CRA Alto Gállego (Biescas, Panticosa, Sallent de Gállego, Tramacastilla de Tena) y del CEIP Puente Sardas (Sabiñánigo).

Las despedidas de fin de curso siempre son una fiesta en los coles, pero esta vez, los alumnos del CRA Alto Gállego y del CEIP Puente Sardas (Sabiñánigo) han trasladado la celebración a un pueblo recuperado. En la antigua iglesia de Búbal, a los pies del pantano, decenas de niños y maestros presentaron este jueves su proyecto 'Volver a Búbal', un libro ilustrado que narra la historia de recuperación de esta aldea pirenaica a través de un cuento y diez canciones

"El libro cuenta a través de tres generaciones la evolución del pueblo. Primero cómo fue abandonado por la construcción de un pantano; luego el programa que ha permitido la rehabilitación del mismo, y ahora el proyecto educativo que hay allí con chavales de distintas edades", explica Beatriz Serrano, maestra de música del CRA Alto Gállego.

Con la presentación este jueves de la cantata en Búbal, "el proyecto ha traspasado las paredes de la escuela para estar en la comarca". Así lo cuenta esta maestra que ha logrado reunir en torno al proyecto a alumnos de entre 10 y 13 años procedentes de diversos centros para contar una historia que guarda vinculación con mucha gente de la zona. "La historia que contamos se aborda desde el punto de vista de una familia con tres generaciones: el abuelo que se tiene que marchar, el padre que es el que lo rehabilita y la hija, que es la que luego va allí para participar en el programa educativo. Es la historia de muchas familias de la zona y aunque se han cogido voces distintas (no pertenece todo a la misma familia), las cosas que se cuentan son reales", recalca esta docente. 

La iniciativa parte de dos profesores de música del CRA Alto Gállego y Sabiñánigo, Beatriz Serrano y Carlos Álvarez, quienes idearon un proyecto que surgió dentro del aula. "Empezamos a trabajar el año pasado en nuestras clases de música. Y además los niños, con sus profesores y tutores, trabajaban otras cosas de la cantata más específicas. Conseguimos involucrar al claustro de ambos coles para preparar un paloteao con la cantata y nos llevó todo el año pasado para luego representarla. El 27 de abril la estrenamos en el auditorio de Sabiñánigo", recuerda entusiasmada Serrano. 

Los protagonistas son niños y niñas de varios centros educativos del Pirineo que ni siquiera se conocían de antes. "Son de diferentes coles y por eso la presentamos con dos pases: un coro de 70 niños y niñas y 20 o 30 músicos que colaboran", relata Beatriz en alusión a la ayuda prestada por el grupo de violinistas de La Caja de Música

Este jueves, con la presentación del libro en la iglesia de Búbal, este pueblo del Pirineo volvió a llenarse de vida. "El proyecto comenzó en la escuela el año pasado, pero hemos conseguido que salga del aula y llegue al resto de la sociedad", afirman orgullosos los maestros, al explicar que todo el mundo se ha volcado con la cantata y el libro musical. 

La Caja de Música ha sido parte inicial de este proyecto. Cuando lo estrenaron, cuentan que estuvieron casi 100 personas (entre niños y músicos) en el escenario. "El concierto de la mañana fue para los escolares de la comarca que acudieron y llenamos 450 butacas con los cursos de 4º, 5º y 6º de toda la comarca. Luego hicimos un segundo pase fuera del horario lectivo para que participaran también las familias", detalla Beatriz al explicar la razón de que este jueves volvieran a sacar su proyecto educativo del aula

"Decidimos darle una vuelta más porque el concierto, aunque lo hemos disfrutado, es una cosa muy efímera que no queda. Así surgió la idea de hacer un libro-disco en el que se recogieran el texto, la música y las ilustraciones en papel", puntualiza. 

"Estos proyectos que dan visibilidad al centro mejora el autoconcepto que tienen las familias. Los críos van a casa motivados"

Los beneficios de un proyecto educativo innovador

La profesora de música del CRA Alto Gállego asegura que estos proyectos contagian de ilusión a las familias, a los niños y al resto de compañeros docentes a los que también sirven de ejemplo. "Al final, a través de la música introduces a los niños una serie de contenidos y emociones que les motivan y les hacen tener ganas de saber más. De música solo tenemos una hora a la semana y con este tipo de proyectos la música sale del aula. Están todo el día pensando en eso, van a casa y lo cuentan a sus familias. Hay otra canción que tenemos que se llama 'El rico mantillo', que habla del reciclaje, y a raíz de trabajarla con sus profes en el aula había críos que luego preguntaban a sus padres por qué no hay cubos para reciclar en casa", cuenta entre risas . 

A juicio de esta profesora, los proyectos educativos de este tipo, que consiguen salir del aula, "dan visibilidad al centro" pero también mejoran el autoconcepto que tienen del mismo las familias. "Ven un poco lo que hacemos en el aula de música, que tanto a Carlos como a mí nos parece importante porque incentiva y se les motiva mucho. Los críos van a casa motivados. Los profes se suben al carro de hacer estos proyectos y las familias lo agradecen mucho", afirma Serrano.

"Estamos encantados y muy agradecidos con todos"

Este jueves, en el pueblo, solo hubo palabras de agradecimiento y muestras de afecto entre los protagonistas de 'Volver a Búbal' y el director del programa educativo que mantiene vivo este pequeño núcleo del Pirineo. "Estamos encantados y muy agradecidos con todos. Con el autor del libro, con el coordinador, con Carlos Álvarez y Beatriz Serrano. Su trabajo nos pone en valor y nos encanta que hayan elegido Búbal para hacer la presentación del libro", confiesa Esteban Navarro.

La presentación del mismo reunió a más de 120 personas, un coro de 30 alumnos y las familias. También acudieron representantes de las instituciones que han hecho posible este proyecto, y el director del mismo se muestra convencido de que ha servido para llegar a más gente. "A veces nos sorprende pero los habitantes del entorno más cercano no lo conocen… Hemos tenido gente de Rabat, de Extremadura, de Córdoba y muchas partes de España, pero hay gente de Aragón que no lo conoce y queremos potenciar eso. Que sepan que esto es un espacio público educativo, propiedad del Gobierno de Aragón; que es de aquí y que está abierto a todo el mundo", subraya este docente al informar de que en verano hay unas estancias en Búbal a las que asisten alumnos becados de manera individual (solicitando una beca al Ministerio) que están abiertas incluso a estudiantes del extranjero que quieran conocer el Alto Aragón y el Pirineo.

En esta ocasión, en torno a 50 alumnos (25 de ellos del Rabat) han contribuido a preparar el pueblo para acoger la presentación del libro 'Volver a Búbal'. "El acto les ha encantado. Aquí hacemos los trabajos propios de la vida de un pueblo y ellos han preparado todo el acto, la iglesia que está desconsagrada y es un espacio multiusos, la merienda para profesores y alumnos. Todo el equipo de Búbal ha colaborado en que la presentación saliera de la mejor manera posible y desde luego que nos encantaría repetir", dice entre risas este docente. 

El pueblo ha vuelto a la vida gracias a un proyecto educativo que lleva funcionando 30 años de manera "muy singular". Sus pilares fundamentales son dar a conocer los entornos rurales, los pueblos abandonados y los modelos tradicionales de vida en las aldeas pirenaicas a los alumnos de secundaria y bachillerato. "Nos gusta lanzarles un reto. Todos los jóvenes que pasan por Búbal se van a encontrar una España vacía y les planteamos qué hacer con esa situación. Hacemos talleres de antropología, actividades relacionadas con el medio ambiente, el calentamiento global, la ecología, el reciclaje, senderismo... Esta semana tenemos 50 alumnos -25 son de una escuela española en el extranjero (Rabat) y 25 de Murcia, pero vienen niños desde 4 años hasta Bachiller", explica el director, quien califica este proyecto como un espacio en el que también los jóvenes desarrollan estrategias para la convivencia y el fomento de la igualdad. "Pueden venir en visitas de un día o en estancias de 2 noches y hasta una semana. Los objetivos que perseguimos los cuenta muy bien el libro", reconoce Navarro.

En él, además de música e ilustraciones, también hay anécdotas que a abuelos y niños les gusta recordar. "Hay una que habla de un huerto, es de un señor que había perdido las tierras pero seguía yendo a cultivar el huerto. Están basadas en historias reales pero no se ha contado la historia de una familia, sino la historia de un pueblo", concluyen los maestros.

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