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Luis Felipe, un superviviente socialista en tiempos revueltos en política

Este sábado ha vuelto a asumir la alcaldía de Huesca, después de que un voto en blanco no apadrinado por ninguno de los concejales electos cerrara el paso a la candidata del PP, Ana Alós.

Luis Felipe es investido alcalde de Huesca por sorpresa.
Luis Felipe es investido alcalde de Huesca por sorpresa.
Pablo Segura

El alcalde socialista de Huesca, Luis Felipe (Castejón de Monegros, 1962), ha demostrado una vez más ser un auténtico superviviente en unos tiempos revueltos en política que ha dejado una gran parte de los ayuntamientos y los gobiernos regionales a merced de pactos y carambolas.

Contra todo pronóstico, este sábado ha vuelto a asumir la alcaldía de Huesca, después de que un voto en blanco no apadrinado por ninguno de los concejales electos cerrara el paso a la candidata del PP, Ana Alós, tras el acuerdo alcanzado con Ciudadanos y el apoyo de Vox.

Luis Felipe forjó su carácter como político en los movimientos sociales de raíz cristiana, un origen ideológico al que nunca ha renunciado y sobre el que ha construido un discurso en el que el compromiso social es su hoja de ruta a la hora de actuar.

Paciente y reservado, cuando todas las apuestas favorecían de forma mayoritaria al acuerdo suscrito entre PP y Ciudadanos y ya casi si tiempo para una ronda de negociaciones, el edil socialista expresaba su voluntad de no darse por vencido hasta el último momento.

Felipe saltó en 2003 a la política local en Huesca de la mano de Fernando Elboj, alcalde socialista de la ciudad entre 1999 y 2010, y pronto se convirtió en su principal hombre de confianza tanto en cuestiones municipales como a nivel orgánico en la agrupación local del PSOE.

Su proximidad a Elboj le permitió asumir la alcaldía por espacio de un año, hasta las elecciones locales de 2011, al renunciar este al cargo y optar por centrarse en su labor como senador.

Aunque no pudo revalidar el puesto, que quedó en manos entonces de la candidata del PP, Ana Alós, con el apoyo del PAR, Luis Felipe ha fortalecido estos años su posición a nivel orgánico como secretario general de la agrupación local del PSOE en Huesca y miembro de la ejecutiva provincial del partido.

Un fortalecimiento que le llevó a situarse como candidato indiscutible de su formación a la alcaldía de Huesca en 2015, que obtuvo con ocho concejales frente a los nueve del PP gracias al apoyo de las nuevas fuerzas de izquierda que irrumpieron entonces en un escenario político cada vez más fragmentado.

En el perfil que incluye en su página web, Felipe, que se ha mantenido alejado de conflictos intestinos en el partido, refiere como parte esencial de su vida los principios "compromiso social" y "sentimiento socialista".

Por esta razón, su discurso como alcalde en los últimos cuatro años se ha centrado en aspectos sociales y en la búsqueda de proyectos de interés para favorecer el desarrollo socioeconómico de la ciudad, para la que reivindicó ante el gobierno de su compañero de filas en Aragón, Javier Lambán, un trato diferenciado como capital de provincia.

Es consciente de que el juego político que le ha facilitado de nuevo el acceso a la alcaldía podría llevarle a la oposición en un corto periodo de tiempo, pero también lo es de que la brecha que se ha abierto en Huesca entre el PP y Ciudadanos favorece su permanencia, la de un auténtico superviviente.

Un superviviente al que los pactos le permitieron auparse a la máxima responsabilidad municipal en 2015 a pesar de no tener la lista más votada, y al que la sorpresa le ha vuelto a proporcionar el bastón de mando del consistorio.

En su improvisado discurso de investidura (no había preparado nada al dar por hecho de su situación no era buena) ha hecho guiños a izquierda y derecha para sumar el apoyo de fuerzas moderadas para la actual legislatura, consciente de que sus diez concejales (sobre veinticinco) le dificultarán su labor.

En sus palabras no se atisba rastro alguno de las políticas de desarrollo urbanístico o de obras monumentales que emprendió su mentor, porque su máxima prioridad, como él mismo reitera de forma continúa, y más insistentemente en campaña, son las personas.

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, Luis Felipe, antes de ser concejal, ya plasmó su preocupación por las personas como trabajador en la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca.

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