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Ronda de Boltaña: "Hemos intentado no hacer un disco triste sobre la despoblación sino uno combativo y alegre"

El grupo musical del Sobrarbe termina este fin de semana la grabación de su sexto álbum, 'Bailando entre las ruinas', compuesto por 17 canciones entre las que figura el 'himno' de la 'Revuelta por la España Vaciada'.

"Sabemos que hay problemas para vivir en los pueblos, pero lo que tiene que haber es voluntad de seguir viviendo". Así se pronuncia el rondador Manuel Domínguez (Boltaña, Huesca), a punto de terminar el que será su sexto trabajo. La Ronda de Boltaña se encuentra inmersa en la grabación de este álbum que prevén lanzar este verano. 'Bailando entre las ruinas' da nombre a un disco que no pierde la estela de los anteriores, más centrado que nunca en el tema de la despoblación. Y aunque sigue contando historias del Pirineo y sus gentes, esta vez han querido darle un aire diferente. "Hemos intentado no hacer un disco triste sobre la despoblación, sino uno combativo y alegre", confiesa ilusionado. 

- Pregunta: Terminan la grabación de su sexto álbum, que saldrá este verano. ¿Cuánto les ha llevado hacerlo?

- Lo hemos hecho en tres tandas diferentes. La segunda fue en marzo y ahora es una tercera, pero siempre cogiendo varios fines de semana distribuidos a lo largo del año. Ha sido un trabajo laborioso, porque son 17 canciones, y a la vez no basta con grabarlas, tienes que hay que aprenderlas y estudiarlas… Las hemos ido grabando conforme podíamos con cada grupo. Terminamos este fin de semana que viene. Las mezclas van también avanzadas y, si todo fuera bien, para la última semana de este mes lo podríamos entregar ya. La idea sería que saliera a la venta antes del 15 de agosto. Para poder llevarlo a los pueblos.

- P. ¿Cómo surge la idea de volver a unirse? ¿Qué cosas quedaban por contar?

- Realmente no hubo una idea. Siempre te gusta hacer cosas nuevas. La gente te lo pide y dijimos vamos… Hemos tenido un nuevo colaborador, que lo ha sido siempre haciéndonos arreglos y tocando el violín, que es mi hermano Martín, y en esta ocasión le pedimos que nos hiciera una canción y nos ha hecho 12 músicas en un periodo muy rápido. Eso nos ha ilusionado con otras canciones que había. Con esas 12 músicas dijimos: '¡ya tenemos para un disco!', y para uno muy denso y muy largo. Ha sido una nueva forma de trabajar en la que Martín nos ha dirigido, porque él es músico y ha tenido una idea global de lo que quería conseguir con las canciones, y estamos muy contentos. Creemos que es un disco que, siendo de la Ronda, tiene también algunas cosas nuevas, de elaboración musical. Martín dirige La Caja de Música, un grupo de jóvenes violinistas de Sabiñánigo, que tiene una colaboración en una de las canciones. Su aportación es lo que determina la mayor originalidad de este disco.

- P. ¿Es difícil compaginar la música con vuestros respectivos trabajos?

- Lo hacemos con dificultad. Pero porque hemos tenido siempre el apoyo de la familia, que nos ha permitido hacer esto. Los primeros años, cuando teníamos hijos pequeños, era todo más sencillo. Nos traíamos a toda la familia con nosotros y era la única manera: el hacerlos partícipes. Ahora que son ya mayores y cada uno tiene su vida, lo intentamos compaginar lo mejor que podemos. Pero afortunadamente la familia que nos rodea ha sido parte del proyecto y es lo que hace posible aun con dificultad que esto pueda seguir adelante.

- P. ¿Podría decirse que el grupo es su otra gran familia?

- Lo es. En estos 27 y pico años que llevamos, estamos prácticamente los mismos que empezamos y luego una parte que se ha ido sumando. Incluso con los últimos que entraron ya hace años que estamos juntos. Somos más que un grupo de música, somos un grupo de amigos. Francho Sarrablo entró siendo un crío y ahora tiene su propia y brillante carrera con sus tres discos (y lo que vendrá), pero es parte integrante de La Ronda. Armoniza ambos caminos.

El grupo musical del Sobrarbe termina este fin de semana la grabación de su sexto álbum, 'Bailando entre las ruinas', compuesto por 17 canciones entre las que figura el 'himno' de la 'Revuelta por la España Vaciada'.
El grupo musical del Sobrarbe termina este fin de semana la grabación de su sexto álbum, 'Bailando entre las ruinas', compuesto por 17 canciones entre las que figura el 'himno' de la 'Revuelta por la España Vaciada'.
Rondadors

- P. ¿Qué temas cobran protagonismo en su sexto disco, 'Bailando entre las ruinas'?

- Hay una temática esencial que es la vida en los pequeños pueblos. Porque siempre hemos estado hablando de lo que es vivir en Boltaña, en el Sobrarbe… Lo que sucede es que llevamos muchos años dándonos cuenta de que al hablar de eso hablamos de toda la España rural, empezando por la canción 'Aquí'. Hay tres o cuatro más que tratan ese tema desde ángulos diferentes. Hemos intentado no hacer un disco triste sobre la despoblación, sino uno combativo y alegre. Sabemos que hay problemas para vivir aquí pero lo que tiene que haber es voluntad de seguir viviendo. Hay una canción que habla de la brecha tecnológica o digital. Esta misma que da titulo al disco es ‘Un pasodoble entre las ruinas’, y habla de tantas ruinas que tenemos alrededor... Pero la vida sigue y se mantiene, y vamos a luchar por ellas. Tiene un estribillo que puede definir ese sentido agridulce. "Porque un pueblo que baila no se rinde sin luchar", dice la canción. Junto al tema central del disco hay como siempre canciones que hablan de esa ronda en las calles, de las anécdotas y de esas cosas que nos hacen reír. También hay que mirar un poco hacia el pasado y hacia determinados episodios históricos que siguen vivos y de los cuales nos apetecía hablar: desde la guerra de Cuba, a unas revueltas campesinas del siglo XVI, los maquis… Son temas que dan ese otro color al disco. Un disco hecho aquí y del presente para el hoy, pero que también tiene en cuenta el pasado.

- El éxito de ‘Aquí’, 'himno' de la España Vaciada, ha sido una buena carta de presentación. ¿Cómo fue tocarla por primera vez el año pasado, en Boltaña, cuando aún no estaba grabada?

- Esta es una de las 12 canciones de Martín. La llevábamos preparada ya porque estaba en el primer grupo de canciones que habíamos preparado, y vimos que iba muy bien con el mensaje general que hemos llevado siempre. Tenía una pequeña diferencia con lo que habíamos hecho hasta ahora: no hablaba solo del Pirineo, sino de todo el mundo rural. La gente tiene primero que escucharla para poder entenderla. Nos arriesgamos y la empezamos a cantar aquí en la 'ronda de invierno'. Después sucedió todo lo de la manifestación de la España Vaciada y la canción voló y empezó a volar. Y es muy definitoria de lo que hay en el disco. Estamos muy contentos de todo este proceso. Con Teruel Existe hemos colaborado siempre porque es una lucha tan evidente y tan necesaria que fue lo que nos hizo tener más lazos con la provincia: saber que no estábamos solos en el Pirineo: ver que los problemas eran comunes, y a través de eso, luego nos hemos dado cuenta de que mucho de lo que decimos lo sienten también en el resto de la España vaciada.

- ¿Qué se siente al verlo convertido en himno de la revuelta, que miles de personas lo cantaran unidas en un grito contra la despoblación?

- Por cuestiones personales no pudimos ir, pero la seguí toda la mañana por la televisión y la verdad que fue una alegría ver cómo la gente se movilizó. Entiendo que esto no es el final, es solo el comienzo. El problema ahí está y requiere soluciones a largo plazo para que se noten, y creo que va a haber muchas más movilizaciones. Siempre que alguien canta tus canciones y las canta con gusto... Ver que has conseguido decir algo que la gente lo toma como suyo es una enorme satisfacción para el grupo.

- Hace apenas unos meses se presentó también el corto de ‘Mermelada de Moras’, que recupera una de las canciones más sonadas de la Ronda.

- Sentimentalmente tiene mucho significado para mí. Que alguien tome tanto interés como para hacer un corto de la pequeña historia que cuenta una canción es muy importante. Nos han pedido ayuda y se la hemos prestado. Estuvimos tocando en el pueblo de Belmonte para salir en la película y fue muy divertido. Ahora la están llevando por diferentes sitios y hemos coincidido. Ver cómo la gente responde es una experiencia preciosa. En las últimas presentaciones que hemos estado, ellos mismos se pusieron en contacto con los organizadores y han aprovechado para que se pueda ver allí. Pasó en Calatayud, en Secastilla… y creo que en el futuro van a aprovechar aquellos sitios donde vamos a tocar. Es una buena oportunidad, ya que ayuda institucional estas cosas no tienen demasiada, al menos que tengan la de la gente.

- ¿Imaginaron al empezar por recuperar un acto que se había perdido que llegarían a tener hoy seis discos y miles de seguidores dentro y fuera de Aragón?

- Ni nos lo planteábamos ni lo buscábamos, en absoluto. Esto ha sido una evolución de planteamientos. Uno se va adaptando a lo que se encuentra. Empezamos por divertirnos y, en cierto modo, sí que éramos militantes de la cultura y de recuperar los instrumentos tradicionales. Luego pensamos que además había que recuperar esas canciones del folclore aragonés. Con eso cambió todo, porque en ese momento las canciones, una vez grabadas, llegan más lejos de lo que has previsto, y nos hizo darnos cuenta de que lo que habíamos empezado como simple diversión se había convertido en una cierta obligación moral con esa gente que tanto seguía esas canciones y que entendía que le suponían… Cuando a uno se lo piden así, la diversión se mantiene porque nos gusta tocar, pero a la vez uno tiene una obligación con la gente, y en eso estamos. Intentando que esto sea compatible con los demás aspectos de nuestra vida.

- ¿Les quedan planes o proyectos pendientes para cuando acaben de grabar?

- Ahora todo lo que haremos girará alrededor de estas nuevas canciones. Una vez que terminemos de grabar, que estamos en el momento más delicado, empieza inmediatamente la temporada de verano, que es muy intensa. Sobre todo agosto (de rondas) y septiembre (de actuaciones). Aprovecharemos para ir integrando esas canciones dentro de nuestro repertorio y esa es la razón fundamental de hacerlas, actualizarlo. Tenemos una estructura de canciones donde el espectáculo se mantiene siempre así. Hay una serie de temas que la gente nos pide siempre, pero intentamos poner cosas nuevas y ese es el reto para los tiempos que vienen. Hacer rodar el disco y las canciones e integrarlas en nuestras actuaciones.

- Por soñar que no quede... ¿Cuál sería la próxima canción que les gustaría llevar al cine?

- (Risas). Todo depende... a mí, por gustar, cualquiera. Pero sí que hay canciones que piensas: 'esta puede tener un desarrollo o es cinematográfica'. En un coloquio a raíz de 'Mermelada de moras' surgió la de la 'Vela Rota'. Las que tienen un argumento detrás o cuentan una historia... Muchas de ellas podrían serlo. De todas formas, las canciones para nosotros lo importante es cantarlas, y todo lo que surja es una enorme satisfacción, pero es añadido.

- 27 años después, y habiendo pisado grandes escenarios. ¿Sigue siendo igual de especial la ronda?

- Son dos tipos de actuaciones distintas y ambas nos dan cosas. El escenario te permite entrar en contacto con muchísima más gente y que se oigan de forma más depurada las canciones, pero la ronda en la calle tiene la espontaneidad y hay veces en las que te puedes divertir más. En el escenario te diviertes, pero tienes más responsabilidad; y en la ronda lo que gana es la espontaneidad, y eso es muy bonito. Cuando te sale una buena ronda eso no lo olvidas porque has visto a gente alrededor que lo ha pasado en grande, y eso está cerca del espíritu que nos hizo empezar a tocar.

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