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Las obras de la A-22 obligan a rebajar el límite de los radares próximos a Huesca

Las señales provisionales reducen de 70 a 60 kilómetros por hora la velocidad máxima y prohíben adelantar entre Tierz y Siétamo.

Además de rebajar la velocidad máxima de 70 a 60 km/h en el tramo, se prohíbe también adelantar.
Además de rebajar la velocidad máxima de 70 a 60 km/h en el tramo, se prohíbe también adelantar.
Rafael Gobantes

Los ‘temidos’ radares de la entrada a Huesca por la carretera N-240, especialmente el ubicado en la zona de Estrecho Quinto, uno de los que más multas pone de toda España, han rebajado aún más su límite de velocidad de forma temporal (de 70 a 60 kilómetros por hora) como consecuencia de las obras del tramo de la autovía A-22 entre Huesca y Siétamo, el único que queda por desdoblar hasta Lérida.

Según informaron desde la Jefatura Provincial de Tráfico, la velocidad de disparo de estos aparatos va siempre en función de los límites fijados en la señalización, que ha cambiado recientemente. En concreto, en el tramo entre las rotondas de Tierz y de Siétamo, donde se ubican dos radares, se han colocado nuevas indicaciones provisionales de obra que no solo prohíben los adelantamientos -aunque haya línea discontinua en la calzada-, sino que también reducen el límite de velocidad a 60 km/h.

Con estas dos medidas se quiere reforzar la seguridad vial en un tramo donde se está multiplicando cada vez más el tránsito de maquinaria pesada por las obras de la autovía, que discurren a ambos lados de la actual N-240.

Según las últimas estadísticas oficiales, el radar ubicado de Estrecho Quinto, al final de una larga recta, fue el quinto que más sanciones acumuló de toda España con 33.834 denuncias registradas. Así se desprendía del informe ‘Atlas de carreteras más multadas de España’, elaborado por la empresa Marbesol a partir de datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT).

En los últimos años, este radar situado en el kilómetro 202 de la N-240, siempre ha ocupado los primeros lugares de este ranquin nacional. A cambio, la DGT ha logrado eliminar este punto negro donde se llegaban a contabilizar hasta 20 accidentes cada año y que sumó muchas víctimas mortales. De hecho, desde que se puso en 2006 no ha habido que lamentar ningún fallecimiento. Y eso que con una media de 12.000 vehículos diarios (y puntas de hasta 15.000 en verano) es el segundo tramo con más tráfico de la provincia, solo por detrás de la A-23 entre Huesca y Zaragoza.

En el mismo tramo de la N-240 hasta Huesca hay otros dos radares fijos, situados en los kilómetros 204,900 y 204,300, aunque el número de denuncias de ambos es muy inferior.

Una vez que acaben las obras de la autovía, es de esperar que la DGT desinstale los tres aparatos ya que la circulación se reducirá de forma exponencial.

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