litigio por los bienes de aragón

Las parroquias confían en el juicio civil para vencer "la resistencia" de Lérida a devolver los bienes

«Ha habido muchas sentencias favorables, pero ninguna de un juez que pueda enviar a la Guardia Civil», dice el de Roda de Isábe

El sacerdote Aurelio Ricou, en los claustros de la catedral de Roda de Isábena.
El sacerdote Aurelio Ricou, en los claustros de la catedral de Roda de Isábena.
Ángel Gayúbar

"Hasta el momento hemos tenido muchas sentencias que nos daban la razón pero ninguna de un juez que sea capaz de enviar a la Guardia Civil a buscar los bienes. Ahora, si el fallo es favorable, habrá un magistrado que puede decir ‘hasta aquí hemos llegado’ y envíe a por ellos". Con estas palabras, el párroco de la catedral de Roda de Isábena, Aurelio Ricou, ha mostrado su confianza en que la jurisdicción civil sea capaz de devolver a Aragón las 111 obras de arte retenidas en el Museo Diocesano de Lérida.

Lo hace a pocas horas del inicio de la vista oral en el juzgado número 1 de Barbastro, donde el obispo de esta diócesis, Ángel Pérez, exigirá a su homólogo, Salvador Giménez, la propiedad y posesión de esas piezas, en su nombre y en el de las 44 parroquias de donde salieron, ya que son las auténticas propietarias. Este y otros párrocos denuncian "las injusticias" cometidas y "los obstáculos" continuos por parte de Lérida.

Roda de Isábena es la que reclama más obras, 26 de las 111. "Esperamos que haya una decisión definitiva. Cuando el obispado decidió llevar el caso a la justicia civil es porque confiaba en esta solución", afirma el párroco, frente a "la resistencia" del Museo Diocesano de Lérida y del propio obispo.

Sus fieles, dice Aurelio Ricou, son "escépticos", y "están enfadados". "Llevamos muchos años esperando. Incluso ha habido momentos en que parecía que estaba resuelto. Pero era dar un paso adelante y cuatro atrás". Él se fija en el precedente de Sijena, donde al final, recuerda, "tuvo que recurrirse a la Guardia Civil". Este sacerdote es consciente de que "volverán a poner todas las dificultades que sea, porque no han entrado en razón".

"Nadie deseaba llegar a esto"

Otros colegas de la diócesis también se muestran confiados y creen que se está en el camino correcto. "Estamos esperanzados y con la razón de nuestro lado. Nadie deseaba llegar a esto, porque está todo sentenciado, pero cuando todas las puertas se cierran, hay que tomar una determinación", declara José Antonio Castán, al frente del grupo parroquial de Monzón.

"Lo único que hace falta es que se ejecute, porque se ha sentenciado por todos los órganos de la Iglesia", señala Castán, que tiene clara que quien tiene que cumplir es el obispo de Lérida. De una de sus iglesias, la de Binaced, salieron cuatro obras. "Nos lo tomamos con mucha paz, pero al mismo tiempo nos indignan estas injusticias".

También los alcaldes de los municipios afectados insisten en urgir una solución, dejando claro que es "un conflicto de la Iglesia, entre dos obispados". Los de Arén y Bonansa, de donde salieron las piezas más valiosas, el frontal de San Vicente, de Treserra, del siglo XIII, y el frontal de San Hilario, de Buira, del siglo XII, respectivamente, coinciden en que los bienes deben volver a las parroquias de donde salieron. "Son los verdaderos propietarios y como bien cultural deben revertir en el territorio, eso sí, garantizando las condiciones de seguridad", afirma el alcalde de Arén y presidente de la Diputación, Miguel Gracia.

De regreso a las iglesias

El valor de mercado del frontal de Treserra se ha fijado en 1.200.000 euros, y el de Buira en 900.000. De esta iglesia procedía también una arqueta de madera del siglo XIV. "Como alcalde, lo que me gustaría es que esos bienes viniesen a nuestro pueblo, a la iglesia de Buira, porque eran de la parroquia y no del obispado", señala Marcel Iglesias, alcalde de Bonansa, municipio al que pertenece el núcleo de Buira. En Treserra ya no vive nadie, pero sí en Buira, donde se ha rehabilitado la iglesia, de propiedad municipal. Se trata de un Bien de Interés Cultural y propiedad municipal, en cuya restauración han participado el Gobierno de Aragón, la Diputación de Huesca y el Ayuntamiento de Bonansa.

"Las obras son de los pueblos y deberían estar en los pueblos. Si se llega a un acuerdo para que estén en el Museo de Barbastro nos parecería bien porque entendemos que hay algunas de gran valor y que pueden ir a museos importantes, pero la primera palabra la deberían tener los legítimos propietarios, las parroquias", señala Iglesias, denunciando que ahora mismo algunas ni siquiera se exhiben en Lérida. "Están en los almacenes".

Reproducciones y originales

El alcalde de Tamarite de Litera, Francisco Mateo, pidió recientemente al obispo en una carta la devolución "efectiva" del retablo de San Blas, que se llevaron en 1904. También él es partidario de un retorno a las iglesias, "que es de donde han salido". Este ayuntamiento encargó reproducciones para que los fieles conocieran los bienes. "Gustosamente las retiraremos cuando vuelvan los originales", dice, aunque no confía en que sea pronto. "Recurrirán y luego habrá que ejecutar el fallo", concluye.

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